jueves, 31 de enero de 2008

Clinton - Obama: la pelea que no fue




Fue un debate cordial en el Kodak Theatre en Los Angeles, en el que ambos candidatos parecen haber aprendido la lección sobre lo perjudicial de una campaña negativa (para cada uno y potencialmente para la opción Demócrata en noviembre). Ninguno se arriesgó a quedar como el o la responsable de la campaña sucia o agresiva.
Ambos, además, parecían sentir el peso de la historia. Que el más probable próximo presidente de Estados Unidos sea un afroamericano o una mujer es Historia, con mayúscula.  Hillary Clinton lo resumió muy bien: "Anoche debatieron los Republicanos y eran más de lo mismo", dijo. "Nosotros, es cosa de mirarnos, no somos más de lo mismo". 
Barack Obama tenía -y tiene- más presión: está detrás de Hillary Clinton en las encuestas en los estados importantes de este SuperMartes. Y quizás debió haber sido más agresivo. Esa era, sin embargo, una estrategia muy complicada, dado que al mismo tiempo él levanta la bandera de ser el "unificador" y el hombre que cambie la manera de hacer política en Washington. 
Hillary Clinton, por su parte, debía -y pudo- mostrarse como una persona simpática y conciliadora: su principal problema son los anticuerpos que genera. Y muchos de esos anti-Clinton son hoy los huérfanos de John Edwards que los dos candidatos en carrera deben disputarse.  
Las principales diferencias las marcaron en torno a Irak (para beneficio de Barack Obama, que pudo volver a esa vieja canción de "yo me opuse a la guerra desde el principio") y el sistema de salud pública (para beneficio de Hillary Clinton, cuyo plan de salud universal es más fácil de vender).
Ambos hablaron extensamente a los electores de Edwards, a través de los temas que él enfatizó en la campaña: la economía, la pérdida de trabajos y de casas, los planes para reparar la situación. John Edwards nunca fue tan popular entre sus compañeros como lo está siendo ahora que salió del camino. Una de las grandes preguntas pendientes ahora es ¿va Edwards a apoyar a alguno de los dos candidatos? ¿Cuándo? 
La otra GRAN pregunta es: ¿Se va a dignar el señor Al Gore a apoyar a alguno de los candidatos en carrera?

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