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martes, 28 de octubre de 2008

El convicto Stevens y las otras carreras


El senador de Alaska Ted Stevens -el más longevo del partido Republicano, con más de 40 años de servicio en el Capitolio- estaba un punto atrás en la carrera senatorial de Alaska antes de ser declarado culpable, el lunes, de siete cargos de corrupción. Concretamente, fue encontrado culpable de mentir en varios documentos oficiales sobre los regalos que recibió de parte de una compañía petrolera de Alaska, que pagó por una completa renovación de su casa (en realidad Stevens pagó la mitad de los trabajos). Fue declarado culpable, pero aún no se sabe la sentencia: podrían ser hasta cinco años de cárcel por cada uno de los siete cargos. 

Él había pedido una investigación rápida con la esperanza de ser declarado inocente antes de las elecciones del próximo martes. Ahora irá a la elección (y legalmente puede ser elegido) como culpable, y como tal no podrá votar. Un voto menos para Stevens, cuya renuncia al senado John McCain tardó un día en exigir. (Sarah Palin, gobernadora de Alaska y quien ha mantenido una relación a veces más distante que otras veces con Stevens, coincidió con McCain)

Con el veredicto de culpable encima y con una sentencia que podría llegar a los 35 años de prisión, es casi seguro (uno nunca sabe, de ahí el "casi") que será desbancado del Senado por su rival, el alcalde Demócrata de Anchorage, Mark Begich. 

Se espera que Obama gane la presidencia, pero en una carrera apretada que no da para confiarse. Con las carreras parlamentarias, sin embargo, se espera un resultado amplio para los Demócratas y catastrófico para los Republicanos. Se calcula que los Demócratas podrían llegar a sumar 60 senadores, lo que haría las cosas mucho más expeditas para la agenda legislativa de una eventual administración Obama. Entre otros estados que arriesgan perder los Republicanos (aparte de Alaska) está Carolina del Norte, Kentucky y Minnesota (donde postula al senado el comediante y locutor de la radio liberal Air America Al Franken). 

Los Republicanos arriesgan perder 12 senadores. Los Demócratas no arriesgan ninguno, según la mayoría de los análisis. De esos 12, es muy probable que pierdan siete, según la estimación hecha por David Corn, de la revista Mother Jones, en el show de Rachel Maddow en MSNBC (ahora disponible en su integridad en formato de videopodcast en iTunes) La "marca Republicana" está tan desprestigiada que, por ejemplo, en Oregon el candidato Gordon Smith  ha hecho avisos junto a Obama, John Kerry y Ted Kennedy, no precisamente emblemas Republicanos, como destaca Corn. Es una estrategia común de los candidatos Republicanos en esta elección: desmarcarse de su partido. 

martes, 20 de mayo de 2008

Hillary Clinton gana Kentucky


Y por mucho. Se proyecta que su triunfo podría llegar a los 30 puntos de ventaja. Otra vez asistimos (y asistiremos) a lo mismo: la división demográfica en la línea de la clase social y nivel educacional, Hillary Clinton asegurando que la carrera no se ha terminado -hoy acusó a los medios de "sexistas" por considerarla ya derrotada-  y ella y otros directivos de su campaña subrayando que los superdelegados tienen que ver quién es "mejor" candidato (candidata) para noviembre, no a quien gane la mayor cantidad de delegados. 

Se están preparando para lo que se espera que pase esta noche, más tarde: que Obama alcance la mayoría de delegados tras su triunfo en Oregon

Hablando de los dos mundos donde se votó esta noche: los dos estados tienen un 90% de población blanca. Pero consultados sobre su religión, en Kentucky sólo el 6 % dijo que no tenía ninguna en particular (la mayoría son protestantes y algunos católicos). En Oregon, el 28% dijo que no tenía una religión. 

Obama: Hoy NO habrá proclamación.


Contrario a lo que se había informado la semana pasada, Barack Obama no declarará su victoria en las primarias Demócratas esta noche, después de ganar su previsible triunfo en Oregon y su segura derrota en Kentucky. Aunque se espera que después de Oregon Obama alcance la meta de la mayoría de delegados a elegir en este proceso, ayer se confirmó desde la campaña que esta noche Obama evitará hablar como el ganador de facto, en un intento por no alienar a los votantes de Hillary Clinton, a los que tendrá que conquistar una vez que se convierta efectivamente en el nominado Demócrata. 

Desde la semana pasada Obama ha estado comportándose como el nominado Demócrata, algo a lo que contribuyó especialmente el presidente George W. Bush, que en un discurso en Israel criticó -sin nombrarlo- a Obama por su propuesta de usar la diplomacia para resolver conflictos con regímenes como el iraní. Bush fue criticado por usar un foro internacional para inmiscuirse en política doméstica -y la misma Hillary Clinton lo condenó por eso-, pero en rigor terminó consagrando a Obama. Pero en las palabras, Obama se ha cuidado de decir que la carrera se acaba en junio, que Hillary tiene todo el derecho de seguir en carrera, bla, bla, bla. 

Mientras, así se ven las cosas para esta noche: 

Según las encuestas, Hillary Clinton va a ganar sólidamente las primarias de Kentucky, donde tiene casi 30 puntos de ventaja en promedio. 
En Oregon, Barack Obama promedia una ventaja de 12 puntos
Hoy, en Portland, Obama se presentó frente a una multitud tan, tan impresionante que hay que verla. 75 mil personas fueron a verlo al Tom McCall Waterfront Park. 
Véala acá abajo. Y nos vemos en la noche. 

martes, 13 de mayo de 2008

Hoy votan en West Virginia

Y Hillary Clinton va a ganar por un tremendo margen, que podría ser de hasta 40 puntos según las encuestas. 
La estrategia es clara: al seguir en la carrera como si la carrera siguiera, Hillary sigue demostrándole su fortaleza a los superdelegados que pretende cortejar. Ganar por un margen tan categórico le sirve para aumentar su votación, y el simbólico item de voto popular es uno que todavía tiene alguna posibilidad de ganar, si cuenta los votos de Michigan y Florida (y a la espera de que a los superdelegados les interese ese dato). Y, más importante, quiere dejar muy claro que los trabajadores blancos votan por ella y no por Obama, su gran carta-chantaje demográfico-y-quizás-racista que espera que le rinda frutos ante los superdelegados que deben decidir todo. 
Hilary Clinton -que ha hecho campaña intensamente, en contraste con un Obama que visitó el estado como si sólo hubiera pasado a saludar a una tía- necesita esta victoria también para ganar tiempo y bajarle el volumen a la gente del partido y de los medios que le preguntan cuándo se baja o sencillamente ya le están haciendo la autopsia. 
Previendo además un triunfo en Kentucky el próximo martes, la campaña de la senadora espera además objetar la autoproclamación de Obama, después de ganar Oregon el mismo día.  

lunes, 5 de mayo de 2008

El día antes


Las cosas están así:
En Indiana las encuestas van desde el empate hasta una ligera ventaja de Hillary Clinton (5 puntos). En Carolina del Norte (North Carolina) apuntan a una ventaja de Obama siete puntos en promedio. Como apunta el posteo de Noam Scheiber en el blog de The New Republic, la tendencia de los sondeos durante la última semana apunta hacia un leve crecimiento de Obama en Indiana y a un crecimiento de Hillary en Carolina del Norte. O sea, suspenso garantizado para mañana. 

Lo que es probable que pase mañana: Que Hillary gane Indiana por cerca de 10 puntos y que Obama gane Carolina del Norte  por el mismo margen. Eso dejaría las cosas más o menos igual, matemáticamente, aunque con Hillary mejor proyectada a espera de las primarias en West Virginia (13 de mayo) y Kentucky (20 de mayo). En ambos estados tiene una cómoda ventaja en las encuestas. Dado que ella está apostando a llegar hasta junio y más allá trabajando el argumento de que aunque tenga menos delegados que Obama sería una nominada más fuerte para noviembre, seguir en carrera ganando estados no puede ser un mejor escenario para la senadora. Si ganara Indiana por un margen más amplio y perdiera Carolina del Norte por uno estrecho, prepárense para la avalancha Clinton. Y si llegara a ganar en NC -lo que parece muy improbable- esta carrera se va a dar vuelta, no en números, pero sí presión a favor de Hillary. 

Si Obama ganara por un margen más amplio en Carolina del Norte y perdiera por un margen estrecho en Indiana, podría llamar el de mañana un muy buen día. Si llegara a ganar Indiana, podría irse tranquilo al hotel y esperar que al día siguiente una avalancha de superdelegados anunciara su apoyo a su candidatura. Sin embargo, eso parece muy poco probable, sobre todo tras una semana particularmente dura para el senador, gentileza del Reverendo Wright, que ha servido para revivir los peores temores y prejuicios contra Obama. 
 
Algo que podría tener a Barack Obama durmiendo un poco menos tenso esta noche es el factor votación-adelantada: se ha reportado que mucha gente ha votado en forma anticipada en Carolina del Norte y, en menor proporción, en Indiana. Como en NC le estaba yendo mucho mejor antes, da para pensar que en esos votos adelantados lo favorecerían. Y no son pocos: se calcula que han sido cerca de 500 mil, y se espera que mañana voten 1,5 millones. En Indiana el voto anticipado es muchísimo menos, proporcionalmente, cerca del cuatro por ciento. 

Mañana será un día de suspenso. Un relator deportivo amante del cliché diría que será "no apto para cardíacos" y otro peor diría que será "propio de Hitchcock". Pero acá preferimos las exageraciones propias de este rubro: llamémoslo SuperMartes 3

sábado, 26 de abril de 2008

La importancia de Indiana


El próximo 6 de mayo será otro "SuperMartes". Votarán North Carolina e Indiana, pero es este segundo estado el que podría darle un cierre a todo: considerando que en North Carolina Barack Obama mantiene un amplio liderazgo en las encuestas (superior a 15 puntos, en promedio), todo el suspenso estará puesto en Indiana

Y ahí sí que hay suspenso. Barack Obama y Hillary Clinton están técnicamente empatados en las encuestas, como pueden ver en la foto de arriba con el resumen de los promedios de Real Clear Politics, que tiene a Obama con una ventaja de 3 puntos. Otras encuestas -citadas por CNN- dan a ambos candidatos en un empate, cada uno con 45 puntos porcentuales y con un 10 por ciento de indecisos. 

¿Y cómo es Indiana? De partida, es un estado con sitios como Kokomo (sí, como la canción de la película "Cocktail"), un lugar donde el famoso "cambio" no es precisamente un hit en el electorado, como cuenta esta nota del New York Times. "¿A qué se supone que nos vamos a cambiar?", se pregunta un ciudadano consultado. En general, la zona norte -más cercana a la influencia de Chicago, en Illinois- es vista como territorio proclive a Obama. También la muy urbana Indianapolis. El sur, sin embargo, es territorio más del tipo Hillary, en una división demográfica que ya parece un patrón invariable en estas primarias. 

La gran importancia de Indiana -una a la que sus habitantes no estaban acostumbrados, ya que normalmente las primarias llegaban cuando estaba todo cocinado- radica en un asunto muy simple: 

Si gana Barack Obama su triunfo será visto como el fin de la racha de Hillary y sería EL momento para que todo el peso de quienes quieren terminar el proceso de una vez por todas aumenten la presión sobre Clinton, sobre sus donantes y, más importante, sobre los cerca de 300 superdelegados que aún no han decidido su voto. Serían dos semanas que Obama tendría que aprovechar muy bien, dado que el 13 de mayo vota West Virginia, donde Hillary Clinton tiene una amplia ventaja en las encuestas, y el 20 de mayo votan Kentucky -otro estado donde Hillary es la favorita- y Oregon -donde Obama debería ganar con comodidad. 

Si gana Hillary Clinton su aura de renacida de las cenizas y candidata fuerte, invencible, que no se da por vencido, crecería hasta rozar el mito. Y dado que su pelea es por convencer a los superdelegados que no elijan a quien termine con más delegados, sino a quien sea más fuerte para enfrentar a John McCain en noviembre, el triunfo en Indiana sería un muy poderoso argumento.  

Esa posibilidad -de que los líderes del partido no elijan a quien gane en votos- parecía prácticamente imposible, sobre todo por declaraciones de líderes tan importantes como Nancy Pelosi, la líder de la Cámara de Representantes del Congreso. Pero ayer Howard Dean, presidente de la Convención Nacional Demócrata, le dio a la campaña de Clinton una buena razón para mostrar los dientes, esta vez sonriendo. En una entrevista al Financial Times, dijo: "Creo que la carrera se va a reducir a la percepción en las últimas seis u ocho carreras sobre quién será el mejor oponente contra John McCain. No creo que en el largo plazo se resuelva con el voto popular ni algo más". 

Justo a continuación, sin embargo, Dean agregó que era "altamente improbable" que los superdelegados contradijeran al voto popular. "Nunca ha sucedido. Pero es posible y tienen el derecho a hacerlo", dijo Howard Dean, quien además dijo estar seguro de que la carrera no pasaba de junio. "Uno de los dos se va a retirar después de las últimas primarias", apostó.