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martes, 4 de marzo de 2008

SuperMartes 2: Resultados en vivo


CONCLUSIONES

 Hillary Clinton recuperó a su público. O sea, los Demócratas que ganan menos de 50 mil dólares anuales, los ciudadanos mayores y los latinos (que rindieron como se esperaba en Texas; incluso entre los latinos jóvenes, que se sabía votarían mayoritariamente por Obama, Clinton fue superada por poco). Básicamente recuperó el apoyo que ganó en el "primer Supermartes", el 5 de febrero, y que había perdido gradualmente en las primarias que constituyeron la racha de Barack Obama. Para el senador, fue perder todo lo avanzado con ese público. 

Como plantea John B. Judis en The New Republic, Barack Obama tiene un problema con lostrabajadores blancos, que Bill Clinton conquistó, pero tanto Al Gore en 2000 como John Kerry en 2004 fallaron en atraer. Es una debilidad importante a la hora de argumentar que debe ser el nominado Demócrata. 

¿Qué ganó Hillary Clinton ahora? La posibilidad de seguir en carrera, un gran argumento para convencer a los superdelegados que se queden con ella y mayor fortaleza para presionar al partido de considerar a los delegados "castigados", los que ella ganó sin competencia en los sancionados estados de Florida y Michigan. Su campaña presionará con el hecho de que ganar en los grandes estados es más importante que ganar en el conteo de delegados. Pero principalmente "ganó" la revelación de cómo atacar efectivamente a Obama. Hillary es un boxeador que encontró el punto para darle duro al riñón de su rival. Obama va a necesitar movimientos nuevos para defenderse. 

Esto sigue por lo menos hasta Pennsylvania el 22 de abril. Esa es la nueva fecha en que "podría", terminar esta teleserie. Y si no, en mayo. O si no, en junio. O si no, en agosto, cuando se celebre -o se dispute, mejor dicho- la Convención Nacional Demócrata y queden menos de tres meses para hacer campaña. ¿Hasta dónde pueden permitirse los Demócratas mantener el suspenso con todo el desgaste y guerra sucia entre medio? 


06.30 am: (Esto pasó antes, pero el autor de este blog tenía que dormir). Es oficial: Hillary Clinton ganó las primarias de Texas. Los números: 50.8% para Clinton, 47.4% para Barack Obama. Fue una noche redonda para la senadora, cuya campaña empezará a enfatizar la tesis de que la victoria en los estados más populosos es más importante que la suma de delegados (como nadie va a llegar al final de todo esto con el número requerido de 2.025 delegados, saben que la solución va a tener que ser negociada). 

El número definitivo con el que quedan en el conteo de delegados queda pendiente hasta que se informen los resultados de los caucus de Texas (donde se reparte un tercio de los delegados de ese estado), en los que Barack Obama mantenía una moderada ventaja sobre Hillary Clinton. Pero sin contar los 154 delegados pendientes por repartirse en  Texas, según los cálculos de A.P., Barack Obama sigue liderando con 1.477 delegados, mientras Hillary Clinton cuenta 1.391


02.30 am: Mientras en las primarias de Texas siguen Clinton 50, Obama 48 (con los centros urbanos donde se supone que Obama es más fuerte aún pendientes), los primeros resultados de los caucus de Texas han comenzado a informarse: con un 5% informado, Obama lidera por 56% versus un 42% de Clinton.   

La historia de esta noche ya se contó, en todo caso, y la que se fue a dormir feliz fue Hillary Clinton. La hora de las matemáticas comenzará mañana. Y no será la única asignatura pendiente en un curso al que le queda por lo menos seis semanas. 

Próximas primarias: este sábado 8 en Wyoming y el martes 11 en Mississippi. Y luego el largo y tenso camino a Pennsylvania, que vota el 22 de abril

01.44 am: Barack Obama al micrófono. Está en San Antonio, Texas. "Estamos en el medio de una carrera muy cerrada en Texas", dice. "Puede que no sepamos los resultados hasta mañana", advierte. Luego felicita a Hillary Clinton por sus triunfos. "No importa lo que pase esta noche, tenemos la misma ventaja en delegados que teníamos esta mañana y estamos en camino de ganar la nominación", avisa. "Si se puede", dice después, en español. Luego hace referencia a su experiencia como organizador social y de lo que sirve tener motivación y ganas de cambiar las cosas. 

Es su discurso clásico: "nos dijeron que no se podía, y la gente de Iowa salió a decir 'yes we can'". Habla del "movimiento" que es su campaña. Habla de las visiones diferentes que se enfrentarán en la elección general y critica a John McCain -luego de avisar que lo llamó para felicitarlo, claro-. Incorpora temas de diplomacia internacional y destaca que Kennedy y Reagan sí hablaron con sus adversarios en el mundo (refiriéndose a una crítica recurrente a sus declaraciones en la campaña). 

"John McCain y Hillary Clinton han despreciado este llamado al cambio diciendo que son elocuentes pero vacías", dice. "Pero no es mi voz, es la voz de los trabajadores..." (y menciona distintos tipos de votantes). Luego viene el cliché testimonial: "no hay nada vacío en la llamada de un estudiante que trabaja en dos partes para pagar sus estudios", etc. Y pegado el otro cliché: la plata que manda la señora pobre. Esta era más pobre que la de Hillary, recién: sólo mandó 3 dólares y un centavo. "No permitiré que nos distraigan las mismas políticas que buscan dividirnos", advierte. "Le debo lo que soy a este país. ¿Dónde más un tipo que creció cuidando cabras en Kenya podría estudiar y conocer a una mujer blanca de Kansas?", pregunta, echando mano a su biografía. "Los ojos del mundo están mirando para ver si podemos", dice (en eso tiene razón, senador; saludos). "El mundo está mirando lo que hacemos acá. El mundo está prestando atención a cómo nos manejamos, cómo nos portamos, cómo nos tratamos, qué les mostramos", dice. "¿Podemos guiar a una comunidad de naciones?", pregunta. "Hablamos, tenemos esperanza, creemos", dice. 
Se va con su canción de siempre: Stevie Wonder cantando "Sign, sealed, delivered, I'm yours". Aunque, como dijo Jeffrey Toobin en CNN después de su derrota en New Hampshire, "no hay nada firmado, sellado y repartido acá". 

En Texas siguen Clinton 50, Clinton 48. La gente de Obama tiene esperanzas en los centros urbanos y universitarios, donde hay muchos votos y su campaña es más fuerte. 

01.31 am: Hillary Clinton al micrófono. Está en Columbus, Ohio. Suena Bruce Springsteen, con "The Raising", muy apropiado (aunque podría ser "the raisin"). Subió con Chelsea. Parece que Bill sigue castigado. Habla de tropezar y recuperarse, de nunca rendirse. "Esta nación está de vuelta y también esta campaña", promete. "Vamos hasta el final".  Destaca que ningún candidato ha ganado las elecciones presidenciales sin haber ganado las primarias de Ohio. Menciona todos los estados que ha ganado en las primarias, y menciona incluso los estados donde corrió sola: Florida y Michigan. Luego con la lista de problemas: las guerras y la economía. Y la solución: "quién está lista desde el día uno". "Estamos recién empezando", dice. Y destaca los millones que aún no han votado (una nueva advertencia sobre lo dispuesta que está para seguir hasta el final). Y claro, invita a la gente a meterse a su página web (donde serán cordialmente invitados a donar). Luego aplica la fórmula: "durante un año he recorrido el país y he escuchado sus voces: la madre soltera que trabaja dos turnos..." (Podría recitarlo de memoria, Clinton y Obama lo han recitado mil veces). Después, por supuesto, llega el momento de decir que los discursos no sirven y las "acciones" (las suyas) sí. Luego el fantasma de la seguridad nacional, con aquello de "cuando hay una crisis y el teléfono de la Casa Blanca suena a las 3 am, necesitamos a alguien que esté listo para manejarlo". Se refiere a ella, por si acaso, y es el tema de su controversial y aparentemente muy efectivo comercial de televisión en el que el mensaje era, básicamente, como escribió John Dickerson en Slate, "si votas por Obama tus niños van a morir en su cama". 
Ah, y le dio gracias a Bill (cuya ausencia parece ser clave para la recuperación de Hillary) y a Chelsea. Y, tomando el papel de la triunfadora, agradece a Barack Obama, diciendo que espera con entusiasmo "seguir esta discusión". 
Después, otro cliché: el de la señora que suuestamente le envió un sobre con diez dólares y alguna nota diciendo lo pobre y esperanzada que está (un infaltable en los discursos de esta temporada).  
Luego inaugura un lema de campaña: YES WE WILL. No estoy bromeando.
Bueno, en política a nadie lo castigan por copiar. 

¿Cómo van en Texas? 50% Clinton, 48% Obama. Eso en las primarias. Para los resultados de los caucus (donde se elige un tercio de los delegados en disputa en ese estado) todavía falta.  
 
12.58 am: Es oficial: Hillary Clinton gana Ohio. Con más de la mitad de los votos contados, la senadora tiene 57% de las preferencias, versus 41% de Obama. Era lo que se preveía, y era lo que Clinton necesitaba. Obama no está en-ohio (está en Texas), pero debe estar preocupaio. Uf. (es el sueño hablando, discúlpenme) 

12. 48 am: Texas: Mientras en los locales donde se realizan los caucus reina el caos por la gran cantidad de gente que asiste, en el conteo de los votos emitidos más temprano, en las primarias, la carrera está tan peleada que con un 25% de los resultados ambos candidatos cuentan un 49% de los votos, con Hillary Clinton ligeramente adelante por un poco más de mil votos de ventaja. Es importante quién gane Texas, pero con esta lucha tan cerrada, en el conteo de delegados la diferencia difícilmente va a sufrir alteraciones. Eso puede ser bueno para Obama, que va adelante en el total, pero es preocupante también para el senador porque por primera vez la campaña de Hillary Clinton le pegó, en los últimos días, donde más le hizo daño: en temas de seguridad nacional y acusaciones de inconsistencia en su discurso. 
Aun si termina ganando Texas, la campaña que va a tener que replantearse su modous operandi desde mañana va a ser la de Barack Obama

12.20 am: Un vistazo de lo que viene: en Texas, los que decidieron su voto en los últimos tres días votaron mayoritariamente (61%) por Hillary Clinton. La agresiva ofensiva de los últimos días parece haber rendido frutos para la senadora. La campaña de Obama va a necesitar planificar muy bien sus próximas semanas. 

12.07 am: En Texas (en las primarias, no en los caucus) con un 12% de los votos escrutados, están prácticamente empatados: 50% para Obama, 48% para Clinton. Dicen que los locales de los caucus están colapsados: demasiada gente fue a votar. 

12.05 am: Se informa que a las 1.15 pm ET (3.15 pm en Chile) el Presidente George W. Bush va a recibir a McCain en la Casa Blanca. Un tema que podemos asumir que NO estará en la agenda: las primarias Republicanas de 2000. Si se acuerda, no será un buen recuerdo para el candidato McCain. 

11.58 pm: John McCain al micrófono, en Dallas. Si habla 15 minutos, este blog puede proyectar que va a usar la frase "my friends" 20 veces. Habla de seguridad nacional, servir al país, la guerra larga y difícil con extremistas, y esos temas tan Republicanos. Dice que defendió la decisión de entrar a Irak, criticó la estrategia inicial y que ahora que ya están ahí hay que arreglar el pastel sin comprometer la... seguridad nacional. My friends. Luego habla de economía, salud pública y política energética... ¡no vaya ahí, senador! Luego habla del futuro, que en su caso es una planificación de corto plazo. Ja. Y habla de esperanza ¿dónde habré escuchado eso antes?  

11.39 pm: En Texas (donde la ventaja de Obama, con un 4% de los votos informados, ha disminuido a un 53%), hay pelea. La campaña de Clinton se queja de que sus partidarios están siendo obstaculizados por los parciales de Obama en los caucus. En medio de una conferencia telefónica en que la campaña de Hillary estaba acusando los problemas, un abogado que trabaja en la campaña de Obama interrumpió para decir que estaban reclamando sólo porque estaban perdiendo. Esto va a ser peleado-peleado. 

11.33 pm: Hillary Clinton gana Rhode Island. Estaba previsto. Es la primera victoria de Hillary Clinton en casi un mes, después de 12 victorias consecutivas de Barack Obama. Hasta el momento, todo va según el libreto. 

11.25 pm: Mike Huckabee al micrófono. Dice que felictó a John McCain y le ofreció su trabajo para unir al partido y al país. "Ganó una campaña honorable, porque es una persona honorable", dice el pastor. Para ser un hombre que no cree en la evolución, hay que reconocer que con pocos recursos Huckabee aplicó cierto diseño inteligente, hasta donde pudo. Además hizo referencia a los pocos recursos con que se las arregló. Como para darle el diezmo. Se le quiebra la voz: es su momento Hillary, aunque este parece más auténtico, considerando que no tiene nada que ganar. Luego habla de lo pobre que era su familia, pero sin chistes (ya saben, del tipo "mi familia era tan pobre tan pobre que teníamos que la única vez que comíamos carne era cuando nos mordíamos la lengua"). En el blog del NYTimes le dicen Huckabye. Buena. 

11.00 pm: Paren las prensas: tras ganar Rhode Island, John McCain es oficialmente el nominado Republicano. Hace unos meses fue dado por muerto (en la carrera, no me refiero a su avanzada edad). Me imagino que le van a contar de a poco: un sobresalto a estas alturas puede ser peligroso. Ja. 

10.58  pm: Hay quince locales de votación en Ohio que permanecen abiertos en el condado de Cuyahoga, donde está Cleveland, por orden judicial. La campaña de Obama presentó la solicitud para evitar que el mal tiempo en esa parte de Ohio no impidiera a los Demócratas de Cleveland y sus alrededores votar. Como pueden adivinar, Obama esperaba buenos números en ese importante centro urbano, por eso la solicitud que el juez acogió. 

10.47 pm: Sentado con el autodenominado "Mejor equipo político" de CNN, está Carl Bernstein, biógrafo de Hillary Clinton y conocido por ser la mitad de la dupla más famosa del periodismo mundial, gracias a Watergate (Dustin Hoffman, en la película, para que se ubiquen). Si quieren ver qué piensa (sobre estas primarias, por supuesto) la otra mitad de "Woodstein", Bob Woodward, pueden verlo en vivo en la página de video de Newsweek-Washington Post, ACÁ

10.35 pm: CNN informa que probablemente mañana el presidente George W. Bush va a apoyar formalmente a John McCain como el nominado oficial del Partido Republicano. Tendría que ir McCain de visita a la Casa Blanca. ¿Buena idea, sacarse una foto abrazando a Bush? Mmm... "Es lo mejor que nos puede pasar", dicen los analistas Demócratas invitados a la mesa de CNN. 

10.25 pm: En Texas ya comienzan los caucus. En las primarias llevan sólo un uno por ciento de los votos contados y Barack Obama aparece arriba con un 58%. Además, se destaca que la participación en ese estado ha sido muy alta. Son buenas señales para Obama, aunque a estas alturas apenas es un indicio menor. Obama necesita ganar Texas esta noche -considerando que la victoria de Hillary Clinton en Ohio parece segura-; de otra manera las próximas semanas van a ser muy duras para su campaña, aún cuando siga liderando el conteo de delegados

10.02 pm: ¿Es posible que uno de los dos Demócratas llegue al número que necesita para asegurar la nominación cuando todos hayan votado? John King, en CNN, usó su pantalla mágica para decir que, por ejemplo, si Hillary gana Rhode Island, Ohio y Texas en un margen 55-45 y ganara todos los 10 estados que quedan en las próximas semanas, aún no llega al número mágico (2.025 delegados), aunque sí pasaría a la delantera. Si Obama lo gana todo, tampoco llega (aunque llega más cerca). Como decíamos antes, esta no es una guerra de matemáticas, sino de percepción. O, para hablar más a tono, de "momentum". 
Está claro que esto se va a definir con presiones y gestiones; los votos no bastan. Repitan después de mí: Su-per-de-le-ga-dos.

9.55 pm: Sólo menos de un 1% de los votos de Ohio informados, Hillary Clinton va ganando con 56% de los votos. Es poco, pero es esperable que así es como vendrá la mano en ese estado. 

9.43 pm: Algunas pistas sobre Ohio, basados en encuesta de boca de urna: los votantes sin educación universitaria votaron más por Clinton que por Obama . En cuanto a votantes con educación superar, favorecieron a Obama. Entre los trabajadores no sindicalizados, entre Obama y Clinton empataron. Entre los trabajadores que sí están sindicalizados, votaron más por Hillary. Mala señal para Obama, que fue apoyado por los más poderosos sindicatos del estado. Las cosas indican que la fortaleza prevista de Hillary Clinton en Ohio está cumpliéndose. 

9.32 pm: John McCain gana Ohio. Está a instantes de lograr la "cifra mágica" que lo convierte oficialmente en el nominado Republicano. Y Mike Huckabee (que sigue en carrera, por si lo han olvidado) tendrá que renunciar al milagro que estaba esperando. Eso sí que era fácil de adivinar.

9.00 pm: Obama gana Vermont, como se esperaba. Es una proyección, de manera que no sabemos aún las cifras.
Ah, y en el lado Republicano John McCain ganó Vermont. Pero ahí sí que no hay suspenso. 
Falta media hora para que cierren las urnas en Ohio. Se espera que esos resultados, en todo caso, sean lentos, porque en ciudades como Cleveland tienen que contar votos de papel (Cleveland y Chile, ahí hay algo en común). 

La noche será larga, no sólo por Cleveland, sino porque en Texas, con su sistema mixto de votación, sabemos que las primarias, en las que se eligen 126 delegados, cierran a las 8pm (10 pm, hora de Chile), pero luego vienen los caucus, en el que se eligen 67  delegados . 

SuperMartes 2: Guerra de percepciones


La guerra en la
política es una guerra de percepciones, y esta noche -y el resto de la semana- veremos ese principio puesto en práctica. A menos de dos horas del cierre de los locales de votación en Ohio, Texas, Vermont y Rhode Island, vemos cómo ambas campañas han ajustado sus discursos frente a lo que podría venir.

-Si Hillary Clinton gana Ohio y Texas, dirá que está de vuelta, y la historia será "el regreso de Hillary", "Comeback girl", "Hillary da el golpe y frena a Obama", etcétera. Es lo que quiere obviamente su campaña, consciente de que aún si ese resultado se da en el esquema ganar-perder, en la práctica, en el conteo de delegados, es muy poco lo que puede acortar la brecha que la separa de Obama. Pero esta semana, y proyectando lo que viene después, es el relato lo que cuenta. O eso dirán en la tierra de Clinton. Y la campaña de Obama, por su parte, se esforzará en dar cuenta de que la ventaja en el conteo de delegados sigue siendo para su candidato, y que queda menos tiempo para definir al nominado.
De hecho, puede darse el caso de que Obama gane más delegados que Clinton en Texas, aun perdiendo en número de votos. O puede que pierda las "primarias" de Texas, pero gane los "caucus" de Texas, dado el sistema mixto de votaciones. 

-Si Clinton gana Ohio y Obama gana en Texas. Será complicado. Ambas campañas reclamarán triunfos. La de Obama dirá que ya es tiempo de que Hillary baje su candidatura para que esta disputa (que en los últimos días se ha puesto muy sucia y agresiva) no siga dañando las posibilidades Demócratas de llegar a la Casa Blanca. Se dice que sería el momento en que prominentes líderes del partido empezarán a apoyar a Obama y presionar por la bajada de Hillary. Además, recordarán las palabras del mismísimo Bill Clinton, quien dijo que si Hillary no ganaba Ohio y Texas no tendría posibilidades de seguir. Gracias, Bill. 
En la campaña de Hillary Clinton, quien ayer dijo que estaba lista para una batalla larga, destacarán que Hillary sigue en carrera, que está preparada para dar el gran golpe en la próxima gran ciudad: Pennsylvania (22 de abril). En todo caso, tendrán una gran presión que sacarse de encima. 

-Si Obama gana Ohio y Texas. Parece muy improbable. Pero si eso sucede, es el fin de la historia. Aunque Hillary Clinton insista en que el juego sigue, se cree que sería imposible que resistiera la presión de "bajarse". 

-¿Qué pasa con Vermont y Rhode Island? No son relevantes esta noche, a menos que el resultado lógico se quiebre. Se espera que Obama gane en Vermont y Clinton en Rhode Island. Si eso no sucede, será una noticia, aunque siempre en el campo de las percepciones, no de la suma de delegados. 

Finalmente, la pregunta es: ¿Qué es ganar? Fríamente mirando, ganar la mayor cantidad de delegados. O terminar la jornada con mayor número. Pero en la guerra de las percepciones, es sacar más votos y "resucitar". Adivinen quién cantará qué canción.  

Estaremos... a quién engaño, estaré actualizando un posteo con resultados a medida que vayan conociéndose. Mañana me uniré a los próceres de "Hablemos en Off", de Radio Duna, para comentar resultados, pasadas las 8 am, hora de Santiago. 
(El montaje fotográfico de AP lo tomé prestado del Huffington Post. Gracias, Arianna

domingo, 2 de marzo de 2008

A horas del "SuperMartes 2"

Es el inicio de la que podría ser la semana decisiva para la carrera Demócrata. El próximo martes 4 de marzo votan Texas, Ohio, Vermont y Rhode Island. El resultado en los dos primeros estados va a determinar cómo sigue la carrera... si sigue

Actualmente, en Texas, en las encuestas Barack Obama y Hillary Clinton están empatados (Obama tiene en promedio una ventaja estadísticamente insignificante: un punto). En Ohio, Clinton tiene una ventaja de cuatro puntos en promedio. El problema para Hillary Clinton es que en Texas el sistema de votación -que es "mixto", o sea, la gente vota en primarias en el día y luego, en la tarde, participa en "caucus" para elegir una fracción más pequeña de los delegados- favorece a Obama, porque su campaña ha probado ser más efectiva en organización en terreno y movilización de votantes. 

De manera que el martes Texas será el epicentro de la expectativa. O de la esperanza, para algunos. Un vistazo resumen de lo que está en juego: 

Bill Clinton estaba tratando de motivar al electorado cuando el 20 de febrero dijo: "Si ella (Hillary) gana en Texas y Ohio, creo que será la nominada. Si no gana ambos estados, no creo que pueda serlo". En la primera parte estaba un tanto confundido: lo que ganaría Hillary Clinton en caso de quedarse con la victoria en esos dos estados no sería la nominación, sino la posibilidad de seguir en carrera. Y ganará el título de "la que está de vuelta", lo que le permitiría presentarse como una candidatura "heroica". Los números que necesita son mucho más complicados que simplemente tener la mayoría en esos dos estados del "Supermartes 2". Pero Bill Clinton tenía razón en la segunda parte de su afirmación: si Hillary Clinton NO gana AMBOS estados, su candidatura empezará a oler tan mal que no necesitará de estrategas políticos, sino de investigadores forenses. 

El viernes pasado, sin embargo, la campaña de Hillary Clinton trató de dar vuelta la presión, con un comunicado en el que aseguraban que si Barack Obama NO gana los cuatro estados que votan el martes 4, después de todos los recursos y toda la campaña que ha hecho ahí (¿no es lo que hace cualquier candidato?), sería una señal de "hay un problema" con la campaña de Obama. 

Parece una manera bastante burda de invertir la balanza. Pero hay algo en lo que tienen razón: Obama es ahora el favorito -y para muchos el inevitable, el que ya ganó- y cualquier obstáculo en cerrar el asunto de una vez por todas sería indudablemente un tropiezo que lo pondría a prueba. 

Lo que más preocupa a los líderes Demócratas es qué pasará en el partido si la pelea sigue. "Hillary Clinton está como los Beach Boys cuando llegaron los Beatles: no puede creer que llegó alguien nuevo a tomar su lugar", dijo muy apropiadamente Bob Shrum en Meet the Press, el clásico dominical de NBC. "Hay una gran lucha dentro del partido, entre el viejo orden y el nuevo orden que está emergiendo", sentenció. Shrum, un estratega Demócrata de larga data que ha trabajado con John Kerry y Ted Kennedy comentó que incluso quienes apoyan a Hillary Clinton le han comentado que prefieren que si su candidata pierde este martes, pierda en Texas y en Ohio, para que la carrera se termine de una vez. 

Por supuesto, es lo que quiere la campaña de Obama también: dar el golpe definitivo. Y, como cuenta esta nota de Adam Nagourney en el New York Times, está invirtiendo el doble que la campaña de Clinton en Texas y Ohio. Y hoy fue el día de exigencias: tanto los Demócratas que apoyan a Obama (cómo no) como otros líderes que no han apoyado a ninguno de los dos, comoel ex precandidato Bill Richardson, pusieron presión en la campaña de Clinton. Como dijo Richardson: "El martes es el Día D". 

lunes, 25 de febrero de 2008

¿Se terminó la carrera?


Si uno lee la
prensa política en esta última semana, es fácil llegar a la conclusión de que la históricamente disputada carrera por la nominación Demócrata ya terminó, y que el candidato elegido para enfrentar a John McCain en noviembre es el senador Barack Obama. Tal cual. 

Por cierto, matemáticamente -ese adjetivo que se suele igualar con "cierto, pero intrascendente"- Hillary Clinton tiene posibilidades de tomarse revancha y ganar la nominación; y matemáticamente es muy probable, casi seguro, que las primarias se terminen sin que ninguno de los dos candidatos haya alcanzado la "cifra mágica" de 2.025 delegados. Pero vamos, asumámoslo, nos gritan los entendidos, los "insiders", los columnistas y analistas: no hay manera de que Obama no sea el candidato. 

¿Cuál es el cálculo detrás de tan categórica conclusión? 

Hillary Clinton necesita ganar Ohio y Texas el próximo martes 4 de marzo (cuando también voten Vermont y Rhode Island). Eso para empezar. Bill Clinton lo dijo clarísimo: no hay posibilidades de seguir si no gana esos dos estados. Las cosas podrían no lucir tan mal para su campaña: en Ohio gana en las encuestas -aunque por un margen que se estrecha y que ya va en siete puntos- y en Texas... bueno, en Texas ya están empatados. El problema, su problema, es que no sólo tiene que ganar: tiene que barrer. Y eso no se ve tan probable. Paso a copiarle a Al Kamen, del Washington Post, quien el viernes pasado escribió que la carrera estaba terminada y explicó por qué: Para recuperar el liderazgo en el conteo de delegados elegidos (dígase "normales", dígase "no-súper"), Hillary Clinton necesita ganar el 58 por ciento de todos los que quedan por elegirse. Ahora, si Obama gana en los estados donde es favorito, Vermont, Mississippi, North Carolina y Oregon, Clinton necesitaría un 65 por ciento de los votos en los estados clave -repitan conmigo-: Ohio, Texas y Pennsylvania. 

Como apunta Kamen, la razón de fijarse tanto en los delegados normales y no en los superdelegados es porque parece claro que el partido -y sus super-duper-lo-que-sea- van a adoptar la vieja costumbre de hacerle caso a la mayoría (lo contrario provocaría una crisis de legitimidad con los votantes y dentro del partido). Si se trata del voto popular, Obama lleva una ventaja de cerca de un millón de votos. Si la campaña de Clinton lograra hacer valer las elecciones "de mentira" en los estados castigados de Michigan y Florida -donde Obama no estaba en el voto-, el senador aún tendría 300 mil votos de ventaja, en caso de que a alguien en el partido le importe.   

Al Kamen está tan seguro que ya llamó a los lectores a sugerir un candidato a vicepresidente que acompañe a Obama en el voto Demócrata. El mail, por si quieren ayudarle, es obamaveep@washpost.com. 

Con tal soga en el cuello, Hillary Clinton se juega por lo menos su supervivencia el próximo martes.  Y no sólo el empate estadístico en las encuestas en Texas parece preocupante para su campaña: el sistema de votación en ese estado es una mezcla de Primarias con Caucus (Tan mezclado como la comida tex-mex, bromeó Bill Scheider en CNN). La campaña de Obama ha demostrado una eficiencia arrolladora en motivar y movilizar gente, y por lo tanto los caucus son su fuerte. 

Dos piezas en la prensa del fin de semana que pintan más negras las nubes sobre Hillary Clinton. "Campaña de Clinton dividida en cuanto a la estrategia", escriben John F. Harris y Mike Allen en The Politico. La división estaría dada entre la opinión del muy, muy cuestionado jefe de la campaña Clinton, Mark Penn, y la del resto del mundo en el avión Hillary. Penn aboga por una estrategia frontal y agresiva contra Obama, enfatizando que el pobre hombre no está listo para ser comandante en jefe en un tiempo de desafíos urgentes a la seguridad nacional (Me permito recordándoles que seguimos hablando del partido Demócrata, aunque no lo crean). El resto del mundo opina que Hillary no debe ir al ataque, porque eso hasta el momento no ha resultado y porque en caso de que Obama gane la nominación le estarían dando argumentos en bandeja a John McCain para la campaña presidencial y pondrían en riesgo -oh, horror- la oportunidad de recuperar la Casa Blanca. Además, la estatura de Hillary Clinton se vería severamente dañada en el Senado, que sería el lugar donde la señora tendría que volver a trabajar. 

La otra pieza dominical, gentileza del New York Times, donde Patrick Healy escribe que en la campaña de Hillary la moral está abajo, y que algunos trabajólicos ya no lo son tanto. Ahora se permiten apagar la BlackBerry, irse a casa temprano y descorchar un vino. Tal cual. En la campaña además, según la nota de Healy, se comenta un cambio de actitud de la candidata: antes, cuando era "la inevitable", decía "cuando sea presidenta". Ahora no. Ahora les habla a sus colaboradores sobre la importancia de concentrarse en el trabajo del día a día (a lo mejor por eso después se van a tomar vino: el día se acabó). Algunos se han peleado a gritos entre sí, y los contribuyentes que actuaban como recaudadores de fondos ahora le piden a la prensa que sólo se refieran a ellos como "donantes". 

El lunes, Hillary enfrentó a la prensa con cara de "no me duele, estoy feliz de la vida" y desestimó las historias sobre la baja moral en su equipo. 

El gran Frank Rich dedicó su columna dominical del NYTimes al desastre en la campaña de Hillary Clinton, con especial mención a Mark Penn, el estratega que -según apunta Rich- aunque ha cobrado millones de dólares por sus servicios a la campaña no ha dejado de lado su trabajo normal, como ejecutivo de relaciones públicas de la firma Burson-Marsteller. Rich describe en detalle cada uno de los "malos cálculos" de la campaña, el desorden y la ineficiencia con que han salido a terreno, versus la disciplinada campaña de Barack Obama. "Esta es la candidata que repite que es tan competente que estará lista para gobernar desde el día uno", escribe Rich. 

Por el enérgico tono en sus alocuciones de ayer lunes, uno puede deducir que la doctrina Penn ganó: Hillary está yendo a la ofensiva, repitiendo frases como "comandante en jefe", "seguridad nacional" y, por supuesto, "lista desde el día uno". 

Es Hillary Clinton entrando a la semana que definirá su continuidad en la carrera por la nominación que en diciembre pasado daba por segura. El próximo martes, su éxito será seguir (políticamente) viva.