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domingo, 5 de octubre de 2008

El debate VP según SNL




Tina Fey es imprescindible en esta carrera presidencial. 

jueves, 2 de octubre de 2008

Debate VP: Palin sobrevive, Biden dicta cátedra


No hubo grandes golpes ni bochornos. Pero si alguien ganó fue el Demócrata Joe Biden, al menos a juzgar por las encuestas instantáneas. 

CNN: ¿Quién lo hizo mejor en el debate? Biden 51%; Palin 36%
CBS News (Focus group de 473 votantes indecisos): Biden 46%; Palin 21%. 
En este mismo sondeo se preguntó cuántos votantes se habían decidido por Obama y cuántos por McCain. Por Obama fueron 18%, por McCain 10%. El resto seguía indeciso. 
 

Para lo que podría hacer sido un desastre para Sarah Palin, este debate fue un tremendo triunfo... si ella fuera el tema. Sería también un rotundo triunfo si estuviera compitiendo por la reelección como gobernadora de Alaska (¿cuántas veces dijo Alaska? Ocho veces ella, trece veces fue mencionado el estado en total ¿En cuántos debates había sido mencionado tantas veces Alaska? Nunca, seguro).  

Pero el debate se trataba de la elección presidencial, de las posiciones de los compañeros de fórmula de los candidatos presidenciales Barack Obama y John McCain y de la eventualidad de que estos candidatos a la vicepresidencia se tuvieran que hacer cargo de la presidencia (si a uno lo asesinan; si el otro se muere de viejo, es algo que no se dice en televisión pero que acá lo podemos decir). 

Y en ese frente Joe Biden hizo un mucho mejor trabajo: nunca perdió de vista que el objetivo a atacar era John McCain, corrigió cuantas veces pudo los cargos falsos de Palin sobre el programa de Obama y logró un tono amable pero no condescendiente con Palin. No se salió de libreto -un triunfo para él-, pero mostró carácter. Cuando reivindicó su cercanía personal con las dificultades de criar una familia se emocionó -su esposa y su hija murieron en un accidente días antes de que él asumiera como senador; él juró desde el hospital donde sus hijos se recuperaban- y se le quebró la voz, en un inesperado momento de emoción que no podría haber sido fingido. Pero principalmente fue efectivo y elocuente en ligar al ticket McCain-Palin con la administración Bush
 
Biden tuvo un gran momento también al criticar a Dick Cheney como el más peligroso vicepresidente en pasar por la Casa Blanca -después de una vaga respuesta de Palin-, ante la pregunta sobre la manera de Cheney de concebir su puesto (principalmente considerarlo parte de la rama legislativa para evadir los controles a los que está sujeta la rama ejecutiva del gobierno). Pero en mi opinión, la mejor jugada de Biden llegó al final del debate. Durante los 90 minutos Palin estuvo repitiendo eslogans y frases hechas más para autoadhesivos de parachoques que para explicar propuestas políticas: "caminar el camino en lugar de discursear el discurso", "devolver el gobierno al lado de la gente", cosas por el estilo. Pero el más insistente de todos: John McCain es un "maverick" (independiente, un librepensador dispuesto a contradecir a su grupo), y yo soy una "maverick". Lo repitió tantas veces como si estuviera promocionando una marca de detergentes. Y sólo al final Biden dijo: "Déjenme decir algo sobre aquello de que McCain es un maverick", y acusó al Republicano de no ser ni votar distinto a su partido y su gobierno. Ya no quedaba opción para que Palin retrucara

Para los Republicanos y Sarah Palin este fue un excelente debate: despejó dudas (la duda era si sería un bochorno absoluto), se mostró relativamente articulada y no cometió grandes errores (quizás el enfatizar el poco tiempo que lleva en carrera ante la pregunta de "¿Qué promesas que ha hecho en esta campaña no podrá cumplir como consecuencia de la crisis económica" puede haber sido uno: "¿Cuánto llevo en esto? ¿Cinco semanas?"). En otras palabras, pareció legitimarse con su base. Sobrevivió al único gran choque de la carrera.  ¿Convenció a algiuen más de votar por el ticket Republicano? Imposible saber, pero parece dudoso. 

En resumen, este debate de candidatos a la vicepresidencia no pareció tener elementos para cambiar la dinámica de la carrera. Y eso es sobre todo una buena noticia para la campaña de Obama, que va en alza. 

Mañana (hoy, en realidad) la noticia será otra: la votación en la Cámara de Representantes del plan de rescate financiero aprobado el miércoles por el Senado. Y el fin de semana los comentarios girarán probablemente más concentrados en ese frente que en lo que dijeron o dejaron de decir Palin y Biden. 

Si los representantes Republicanos vuelven a hacer fracasar la votación, podrían borrar las sonrisas -o el recreo- que este debate dibujó en la campaña de McCain. 




miércoles, 1 de octubre de 2008

Hoy debaten los VP



UPDATE: Interesante nota en Politico.com: Palin va a atacar directamente a Joe Biden, en sus posiciones "liberales" sobre los impuestos y en las veces en que ha estado "equivocado" en materia de política internacional, que es su principal fortaleza. Interesante, porque tienen más de 30 años de servicio de Biden en el senado para buscar, a diferencia de Palin. Interesante también porque se huele una intención de provocar a un temperamental Biden a ver si se sale de libreto con algún chiste (el tipo es ingenioso) o ataque a Palin que pueda verse como una arrogancia sexista. Palin también apuntaría a las diferencias entre Biden y Obama (fácil, dado que se enfrentaron en las primarias de este año). 



Con toda la que parece interminable fuente de chistes y ridículo que es Sarah Palin (esta semana ha sido un asunto de todos los días, gracias, en gran parte, a que su entrevista con CBS se va emitiendo "en cuotas"; ayer se emitió la parte que ya comentamos, en la que ella no podía nombrar otra resolución judicial con la que estuviera en desacuerdo aparte de Rove v. Wade; también se emitió un segmento en el que Couric le preguntaba qué diarios leía y ella contesaba "todos, con gran respeto por la prensa", y ante la insistencia de nombrar un par de ejemplos dijo "todos, todos"), el debate de esta noche frente a Joe Biden, el candidato Demócrata a la vicepresidencia, es una incógnita. 

No caben dudas de que Biden está más preparado, tiene obviamente más experiencia y sabe mucho más sobre... todo. Pero un debate no es un test de actualidad, de conocimientos o de cuociente intelectual. Es en gran parte un asunto de efectos, de imagen y del relato que se haga a posteriori. Y la aparentemente pésima semana de Sarah Palin -que ayer y hoy ha tenido a John McCain dedicado a defenderla, y que tiene a gran parte de su staff "entrenándola" para el debate-podría ser su mejor preparación: al dejar las expectativas por el suelo, cualquier presentación no-desastrosa significará un triunfo. (En ese sentido, plantean algunos, Tina Fey podría estar haciéndole un favor)

Más importante aún, Palin parece una carnada demasiado fácil para un tiburón impulsivo y conocido por sus desastrosas "salidas de libreto" como Joe Biden. Los analistas coinciden en que Biden deberá tener especial cuidado en no parecer agresivo, condescendiente ni burlesco con Sarah Palin. El menor gesto en ese sentido podría hacerlo parecer como un arrogante sexista

Los blogs políticos y páginas web dedicacadas al tema esta semana han estado repletos de consejos para uno y otro candidato. Que si Biden debería tener el gesto de caballerosidad de correrle la silla a Palin antes de sentarse él (no, dicen algunos; la diferencia entre el caballero y el machista-condescendiente es muy chica), que si Biden debería mirar o no a Palin, que si Palin debería atenerse a su libreto o no (no, dicen algunos, porque su problema es justamente parecer demasiado "aleccionada" a última hora; sí, dicen otros, porque su mejor estado es siendo ella misma, sin ponerse nerviosa), etc. El consenso, en un rápido resumen, es que Biden debe ignorar a Palin (su personalidad y su género) y concentrarse en expresar las diferencias del ticket Demócrata con el Republicano, aprovechando el buen momento de Obama y remarcando la solidez de la fórmula Obama-Biden basados en sus posturas políticas. Cualquier  interpelación o referencia directa a Palin es arriesgada, y Palin puede hacerse cargo de sí misma (como dicen de los malos para el fútbol, "se marca sola"). 

De Sarah Palin se espera que capitalice lo supuestamente "malo" de esta semana: que todas las burlas por su festival de respuestas ridículas se transformen en simpatía y en esa convicción de que ella es la representante del "ciudadano común" (o "Joe Six Pack", una expresión que allá no se refiere a los abdominales del ciudadano promedio, sino a las cervezas que se compra para echarse en el sillón a ver televisión) y que "ya es hora de que alguien los represente en el gobierno", como dijo ella misma (olvidando a dónde ha llegado míster "Bush six pack", otro que eligieron porque "era como ellos": ignorante, simpático, súper patriota). Pero al mismo tiempo debe parecer seria y tratar de despejar las dudas sobre su capacidad de asumir la presidencia si fuera necesario. 

La campaña de Obama ha sido insistente en decir que Palin es muy hábil para debatir (basados en sus debates en Alaska): saben que las expectativas altas para Biden pueden ser muy perjudiciales. 

El debate se realizará en la Washington University en St. Louis, y empieza a las 9 pm (ET). Se espera un alto rating, más que el del debate del viernes pasado (una noche de la semana en a que hay menos televisores prendidos). Va a ser similar al de la semana pasada entre Obama y McCain, y también será moderado por alguien de PBS, el canal de televisión público de Estados Unidos. La semana pasada fue Jim Lehrer, hoy será la periodista afroamericana Gwen Ifill, quien ha sido objetada por la campaña Republicana por haber escrito un libro percibido como pro-Obama, "The Breakthrough: politics and race in the age of Obama". "Preferiría una moderadora que no hubiera escrito un libro a favor de Obama", dijo  John McCain en Fox News, "Pero la vida no es justa". De igual manera, Sarah Palin usó ese dato -como probablemente usará su ridiculización en los medios- como una muestra de que McCain y ella son los "underdogs", los que no cuentan con el favoritismo de los medios.  También dijo que sería una gran oportunidad para "hablar a los americanos (sic) directamente, sin el filtro de los medios". (Bush usó la misma línea, aun después de asumir la presidencia, justificando por qué no daba entrevistas a los medios nacionales) 

UPDATE: El libro de Ifill -que es sobre los políticos negros más que sobre Obama- aun no ha sido publicado. La campaña de McCain alega que se enteró hace horas de este dato, pero la noticia de su publicación y si contenido salió el 23 de junio pasado, y el catálogo de la editorial con los próximos lanzamientos destaca el título prominentemente. Todos esos antecedentes estaban a la mano de la campaña de McCain cuando aprobaron el nombre de Ifill como moderadora del debate. Para la próxima, le recomiendo a la campaña usar esta novedosa herramienta. ¡Es fácil!

Ayer, Sarah Palin se preparaba para el debate en el "patio" de una de las casas de John McCain en Arizona. Al aire libre, con el suave sonido de un arroyo a sus espaldas, porque la campaña quería que estuviera en un "entorno relajante". Si no me creen:  




martes, 30 de septiembre de 2008

Una preocupación llamada Palin

(foto de Stephen Crowley, The New York Times) 


La entrevista de Sarah Palin con Katie Couric (reproducida más abajo en este posteo) la semana pasada puso a mucha gente dentro de la campaña de McCain -y del ala conservadora- muy nerviosos no sólo sobre la capacidad real de Palin no sólo de ser vicepresidenta (y presidenta si McCain nos deja); sino también, sino también sobre su capacidad aparente. Quedan pocos días para el debate de este jueves  de los candidatos a vicepresidentes y su contrincante, Joe Biden, es un viejo avezado en el arte del debate, la política exterior y la oratoria.  Y aquí está Palin, balbuceando vagas generalidades y llegando a contradecir a McCain cuando se le ocurre dar una opinión (dijo que Estados Unidos debería atacar parte del territorio de Pakistán si los talibanes cruzan esa frontera, posición similar a la de Obama de la cual McCain se ha burlado). 

Y lo peor puede estar por venir: la entrevista de Couric en CBS no ha sido transmitida entera, y en su segmento aún no emitido al parecer hay otros momentos bochornosos para alguien que aspira ser vicepresidenta -y quizás presidenta- de Estados Unidos. Por ejemplo, su incapacidad para nombrar un caso judicial -que en el sistema anglosajón sientan jurisprudencia- distinto a Roe vs. Wade, el dictamen de 1973 que en la práctica  legalizó el aborto en ese país. 

Ante el nerviosismo frente al debate y la inquietud de los círculos conservadores, la nueva estrategia de la campaña de McCain ha sido "soltar" a Sarah Palin esta semana: dejarla dar todas las entrevistas posibles, partiendo por pasar más tiempo con Couric, y que pase lo que tenga que pasar. De esa manera, si sigue haciéndolo "no tan bien", al menos tendrá expectativas tan bajas para el debate que cualquier "no-desastre" será un triunfo

Claro que les cuesta "soltarla" sin supervisión. Katie Couric voló a Columbus, Ohio, para entrevistar una vez más a Palin, pero esta vez con un vigilante-protector John McCain a su lado como chaperón (eso sí que es respeto por el género femenino y confianza en su candidata), quien culpó a la prensa por querer "pillar" a Palin y se lamentó de los tiempos que corren. La pregunta a aclarar era la posición aparentemente contradictoria que Palin había anunciado sobre Pakistán, comparada con la de McCain. Pero McCain se encargó de dejarnos en claro que no importa, que todo es un sensacionalista truco periodístico (aun cuando esa pregunta originalmente salió de un ciudadano en una  pizzería en una parada de Palin): 


Para el registro (y la antología), esta es la entrevista original de Palin a Couric, sin chaperón al lado (al menos en cámara) 

Y, para que esté todo junto en el mismo post, la parodia de SNL. 

La cantidad de informaciones, parodias, sátiras y derechamente burlas a Sarah Palin parece estar convirtiéndose en una avalancha. Lo último es la información de que en 1997, poco después de ser elegida alcaldesa de Wasilla, Alaska, Palin aseguró a un grupo de estudiantes que seres humanos y dinosaurios habían coexistido, y que ella incluso vio huellas. 

Esta semana, la revista New Yorker (que antes dejara un escándalo al burlarse de todos los prejuicios posibles existentes sobre Obama) se deleita en la afirmación de Palin sobre su experiencia en política internacional basada en que desde Alaska podía verse Rusia. He aquí la portada

original.jpg


Para seguir con la "comedia": Si Sarah Palin terminara siendo presidenta (o sea, si John McCain fuera elegido y luego el Señor lo llamara a su lado) podría ser una amenaza para el resto del mundo. Pero también haría una gran película. Una como "Head of skate": 

viernes, 26 de septiembre de 2008

El largo y sinuoso camino al debate


Las últimas 48 horas han sido un juego de ajedrez en la campaña presidencial estadounidense. No tanto por lo inteligente del deporte, sino por la carrera de lado y lado por complicar al adversario con sus movidas, lo más rápido posible. 

El miércoles McCain anunció que suspendería sus actividades de campaña porque la prioridad "patriótica" era ir a Washington a asegurarse de que se llegara a un acuerdo para salvar la crisis bursátil y, de paso, llamó a aplazar el debate de esta noche en Oxford, Mississippi. Obama respondió diciendo que un líder debía ser capaz de ocuparse de más de una cosa a la vez y que, justamente por la crisis, ahora era aun más importante pararse frente a la ciudadanía y exponer sus planes para arreglar la economía. 

La misma movida de McCain -calificada como la apuesta más arriesgada de un apostador de la política como McCain, quizás idealizando demasiado la imagen de "jugador por instinto" del senador- fue una reacción a una iniciativa de la campaña de Obama: el senador había llamado a McCain por la mañana para proponer una declaración conjunta sobre la crisis. La respuesta de McCain fue hacer este llamado "patriótico" a suspender el debate. La misma mañana el Washington Post había dado a conocer su encuesta que ponía a Obama nueve puntos arriba de McCain, claramente marcado por la economía. 

Otras especulaciones sobre los motivos de McCain: el debate de esta noche tenía un tema, y ese tema no era la economía, sino uno donde McCain aparece mucho mejor posicionado, el de seguridad nacional y política exterior. Con los acontecimientos de las últimas semanas, por supuesto que hacer el debate sin referirse a la economía -un tema donde, crecientemente, Obama es mucho mejor evaluado que su rival- era inconcebible. Posponerlo después de que estalló  el escándalo de los pagos regulares de Freddie Mac al director de campaña de McCain y después de que el candidato Republicano mostró un comportamiento tan errático frente al tema que más preocupa al electorado (pasó de repetir que "los fundamentos de la economía son sólidos" a comparar la crisis con los atentados del 11 de septiembre, un día después de admitir que no había leído el texto de la propuesta de plan de rescate de Bush - Paulson, que consta de tres páginas) tenía perfecto sentido. 

Otro factor: la entrevista de Sarah Palin con la periodista Katie Couric en CBS, donde se vio a la candidata errática, nerviosa, vaga en sus respuestas hasta lo insólito (cuando Palin dijo que McCain había sido un legislador destacado en poner límites a Wall Street, Couric le pidió un ejemplo de ello, en los 26 años de trabajo legistativo de McCain. Ante sus evasivas, Couric insistió. Al final, ella contestó con un insólito "trataré de encontrar un ejemplo y te lo haré saber").  No parecía suficientemente sólida ni preparada para el primer debate de candidatos a la vicepresidencia contra Joe Biden el próximo 2 de octubre. Aplazar el debate de esta noche y moverlo para el 2 de octubre, daría más tiempo a Palin para prepararse (si es eso posible) mejor. Además, como destaca Michael Crowley blogueando para The New Republic, las noticias del miércoles no estuvieron dedicadas a la dudosa Palin, sino a la noticia de McCain. 

La entrevista de Couric a Sarah Palin aquí y aquí. No se la pierdan. 

Ayer los líderes del Congreso y de los partidos Demócrata y Republicano -incluidos Obama y McCain- concurrieron a la Casa Blanca respondiendo a un llamado del presidente Bush para  abordar la crisis y tratar de llegar un acuerdo sobre su propuesta de plan de rescate para las instituciones financieras, pero no llegaron a un acuerdo. Fue un triunfo para los Republicanos en el sentido de que igual obligaron a Obama a viajar a Washington y en la práctica suspender varias actividades de campaña para hacerlo, pero Obama y su partido fueron suficientemente cuidadosos de no aparecer respaldando gratis a Bush y un plan que ha sido criticado por representantes de ambos partidos (incluido McCain, algunos días). Algunos analistas apuntaron a que McCain estaba muy interesado a asociar el nombre de Obama a un plan criticado y con mala recepción entre la gente. 

Pero los Demócratas se manejaron con cuidado. Denunciaron la reunión en la Casa Blanca como un teatro político, una maniobra diseñada como un plan de rescate para la campaña de McCain que para la economía. De hecho, no se llegó a un acuerdo. Y eso mantiene hasta esta hora en duda la realización del debate de esta noche.   

La campaña de Obama insiste en que el candidato estará esta noche en Oxford, Mississippi, en el sitio del debate. Y más vale que McCain aparezca. Si no, será un evento público televisado con Obama como único invitado. "El pueblo de americano (sic) merece enterarse escuchar de mí y del senador McCain sobre cómo pretendemos liderar el país", comentó Obama. 

Sobre la "suspensión" de la campaña de McCain y su urgencia por volar a Washington para liderar el esfuerzo por llegar a un acuerdo: el senador siguió en Nueva York por varias horas más (le dijo a David Letterman que debía cancelar su aparición de esa noche porque estaba "corriendo al areopuerto"; luego Letterman se dio cuenta de que McCain estaba a la hora de la grabación en otro estudio del mismo canal, listo para dar una entrevista en el noticiario)  y el jueves en la mañana, aún en Nueva York, asistió a un acto de la fundación de Bill Clinton, The Clinton Global Initiative, donde volvió a repetir que estaba suspendiendo su campaña, aún cuando seguía aplazando su llegada a Washington (sobre Bill Clinton podemos hablar después: no parece estar precisamente apoyando a Obama). Con toda la "suspensión de campaña", sus comerciales en televisión siguen emitiéndose y sus oficinas en todos los estados en disputa siguen trabajando como cada día. Y Sarah Palin hoy estuvo en Nueva York, recorrió Ground Zero y, en un acto de audacia, aceptó preguntas de la prensa. ("¿Cómo cree que Bush ha manejado la "guerra al terrorismo"?", le preguntaron. "Estoy de acuerdo en lo que ha hecho al llevar la guerra a ellos y nunca más dejar que la traigan a nuestro territorio, tratando de destruir nuestra democracia y comunidades como... como Nueva York ", contestó)

¿Ganó o perdió McCain en esta vuelta? Adam Nagourney y Elisabeth Bumiller escriben en el New York Times: "El senador John McCain había intentado correr de vuelta a Washington como un líder que pone a un lado la política de la campaña presidencial para ayudar a llegar a una solución a la crisis financiera. En lugar de eso, se encontró en el medio de un notable show partisano, sin un mensaje público claro sobre cómo resolverlo". 

Las negociaciones seguirán hoy viernes. ¿Habrá debate? 


La mesa está puesta


BONUS TRACK: LA VENGANZA DE LETTERMAN

jueves, 28 de agosto de 2008

sábado, 23 de agosto de 2008

Debut formal de "O'Biden"


(No pude evitar copiarle el juego de palabras a Noam Scheiber, del  blog The Stump, de The New Republic). 

En su debut en el acto masivo en Springfield, Illinois, Joe Biden dejó claro cuál será una de sus funciones en la campaña: ir contra John McCain. "Si la mesa de la cocina de ustedes es como la mía, se sientan ahí por las noches después de acostar a los niños, conversan de cómo están, de lo que necesitan, de lo preocupados que están por poder pagar las cuentas. Bueno, damas y caballeros, eso es algo por lo que John McCain no va a preocuparse; tiene que decidir en cuál de sus siete mesas de cocinas sentarse", dijo en referencia al reciente episodio de McCain y su número de casas. 

Luego dijo que si bien era amigo de McCain, ya no lo reconocía. Destacó que McCain ha apoyado a Bush "en un 95 por ciento del tiempo", dijo usando una cita del mismo McCain. Luego siguió hablando de McCain-Bush ("McBush", si prefieren, aunque no lo dijo Biden) y su complicidad en "privatizar la seguridad social" y en la guerra de Irak. 

Después pasó a halagar a Barack Obama, por supuesto, diciendo que era el hombre correcto para esta elección. "Estos tiempos requieren más que un buen soldado; requieren de un líder sabio", dijo el veterano senador de 65 años. 

A propósito de juego de palabras, por trivial que parezca, una lectora de The Stump comentó que había leído en alguna parte otra observación. Obama-
Biden se "lee" muy parecido a "Osama Bin Laden". Uh. 

Apostaría que los cerebros Republicanos ya están trabajando con esa idea. 

Conociendo a Biden


Una de las cosas que tiene Biden a favor, que pueden servir muy bien a la campaña de Obama, es que puede ser bastante frontal (y graciosamente ingenioso) a la hora de ir al ataque. Un "attack dog" (perro de ataque) le dicen.  Como en este debate para las primarias Demócratas, en que dispara contra Bush, Giuliani y, respetuosamente, contra la inexperiencia de sus entonces rivales por la nominación Demócrata. 




Por supuesto, el temor es que ese mismo carácter lo haga cometer errores fatales en una campaña como la de Obama, caracterizada por controlar bastante efectivamente (quizás demasiado) su mensaje. Es un peligro a tener en cuenta. 

En un aspecto más personal: Durante las primarias, Charlie Gibson de ABC News lo entrevistó para esta nota biográfica, en la que se refiere, entre otras cosas, al accidente que mató a su esposa y a uno de sus tres hijos cuando él estaba a punto de asumir en el senado, en 1972. 


El "debut" de Biden: Ya tiene aviso en contra


La página de la campaña de Obama ya lo hizo oficial (como vemos en la imagen) y la campaña del candidato Republicano también, a su manera. 
Reaccionando a la nominación de Joe Biden como candidato a vicepresidente de Barack Obama, la campaña de John McCain ha cumplido con lo suyo: elaborar un aviso televisivo en contra, recogiendo palabras de Biden en una entrevista en "This Week", el programa dominical de George Stephanopoulos en ABC, durante las primarias Demócratas de este año. "Le preguntaron: ¿Está (Obama) listo? Y usted dijo "puede que lo esté, pero ahora no. La Presidencia no es para entrenamiento laboral", le recordó el hombre de ABC. "Creo que mantengo esa declaración", contestó Biden. Luego, para peor, halagó a John McCain. 
Todo está en el aviso: 



Era esperable: es el riesgo más obvio de nominar a un ex rival. ¿Correrá ese riesgo John McCain nominando a Mitt Romney


Obama: El elegido es Joe Biden


Joseph Biden
, senador Demócrata por Delaware, elegido por primera vez al Senado en 1972 (con 29 años), presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, será el candidato a vicepresidente de Barack Obama. Biden -quien en 1988 casi murió de un aneurisma- ha intentado dos veces ser el candidato a la presidencia de su partido, la primera vez en 1987, la última vez este año, carrera a la que renunció temprano. 

La información no es oficial, pero los principales medios estadounidenses (The New York Times, Politico, The Huffington Post citando a AP,  CNN, The Washington Post)  ya lo dan por hecho, anticipándose a un acto oficial de la campaña que tendrá lugar en el mismo sitio donde Obama lanzó su campaña presidencial hace un año y medio: Springfield, Illinois. 

El viejo Biden se supone que equilibrará el ticket con la inexperiencia de Obama y su supuesta debilidad en temas de relaciones internacionales (que en Estados Unidos es lo mismo que decir "seguridad nacional").  

En su columna de ayer en el New York Times, David Brooks argumentaba el caso en favor de Biden "por el bien del país": raíces de clase trabajadora y católica, honestidad (y capacidad de ataque, sin contemplaciones), experiencia, lealtad. "Biden es el hombre. La pregunta es si Obama ha sido lo suficientemente sabio y conciente como para saberlo", escribió Brooks. 

Todo indica que la respuesta es:

viernes, 28 de diciembre de 2007

La famosa "experiencia en política exterior".


En el blanco invierno de Iowa y New Hampshire, una de las más grandes bolas de nieve que los candidatos se han lanzado lleva la frase "experiencia en política exterior". Ha sido tema -transversal, por lo demás, dado que la pelea se da en ambos partidos-, porque aunque ninguno de quienes corren en sus respectivas primarias ha sido presidente, algunos dicen tener más experiencia en política exterior que otros. En esto, claro, han llegado hasta el absurdo: ex gobernadores como Mike Huckabee (Arkansas) y Mitt Romney (Massachusetts), por el lado Republicano, y Bill Richardson (actual gobernador de New Mexico), por el Demócrata, además del ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani, se ufanan de la cantidad de "líderes extranjeros" con los que se reunieron en sus respectivos mandatos y hasta de los viajes que han hecho (Giuliani incluso se jacta de los clientes extranjeros que ha tenido en su firma, Giuliani Partners, lo que no parece una muy buena idea dado los dudosos tratos de su rentable negocio). Algunos tienen más credenciales, claro: Bill Richardson (latino, dicho sea de paso), fue embajador de Estados Unidos ante la ONU, en el gobierno de Bill Clinton. El republicano John McCain es veterano y ex prisionero de guerra -un salvoconducto para hablar de política exterior y guerra, que es como lo mismo-, y en el senado se ha destacado en esos temas. Entre los Demócratas, otro que tiene el peso de la experiencia es el senador Joe Biden, veterano legislador que hoy preside el Comité de Relaciones Internacionales del Senado. 
Romney, que igual reconoce que tiene poca experiencia, esta semana se ganó el premio a la intervención más atinada al decir que en este tema "no se necesita experiencia, se necesita criterio". Obvio, pero parece que alguien tenía que decirlo.
Hillary Clinton es otra historia. Ella ha insistido a lo largo de la campaña que haber sido la primera dama no sólo le dio "experiencia ejecutiva" -otra frase muy manida en la campaña-, sino también mucha experiencia en política exterior. No le debe haber caído muy bien el chequeo que el New York Times hizo esta semana de esa supuesta experiencia, en el que se estableció que en las decisiones más difíciles en el tema del terrorismo internacional debió tomar Bill Clinton (si bombardear Afganistán y Sudán en 1998) , el presidente y la primera dama estaban distanciados, escándalo Lewinsky mediante. Claro, es cierto que ella viajó y estrechó un montón de manos en el camino. Pero si le hacemos caso a lo que ella dice de sí misma, vendría a ser una primera dama que prácticamente cogobernó.
Y como la pelea de Hillary es con Barack Obama -y vice versa-, éste ha aludido a la mejor defensa para su falta de experiencia: esa es la gracia, porque yo soy el cambio, dice él. De qué sirve seguir haciendo las cosas como se han hecho los últimos 20 años -adentro y fuera del país- si estamos en tan mal pie. Obama, en su discurso, es la nueva manera de hacer y pensar las cosas. Además, Obama ha recordado que el trabajo de primera dama no es precisamente crucial ni influyente en estas materias. 
La pelea entre Hillary Clinton y Barack Obama en cuanto a la política internacional ha escalado al punto de enganchar en una guerra de nombres: quién tiene más expertos asesorándolos y apoyándolos. Obama dijo que la mayoría de los especialistas de la administración Clinton estaban ahora con él y dio a conocer una lista de 45 nombres. Hillary contraatacó con 75, y prometió 80 más. 
En esta última semana de campaña (el próximo jueves es el Caucus de Iowa), el asunto de la "experiencia en política exterior" se vio repotenciado -como si hubiera necesitado potencia- por el asesinato en Pakistán de la ex primera ministra Benazir Bhutto. Además de mandarle las condolencias a la familia Bhutto y al pueblo de Pakistán, cada candidato tuvo su papel en el concierto de declaraciones y reacciones. Y unos gritaron más fuerte que otros, como les contaré en el siguiente posteo.