viernes, 26 de septiembre de 2008

El largo y sinuoso camino al debate


Las últimas 48 horas han sido un juego de ajedrez en la campaña presidencial estadounidense. No tanto por lo inteligente del deporte, sino por la carrera de lado y lado por complicar al adversario con sus movidas, lo más rápido posible. 

El miércoles McCain anunció que suspendería sus actividades de campaña porque la prioridad "patriótica" era ir a Washington a asegurarse de que se llegara a un acuerdo para salvar la crisis bursátil y, de paso, llamó a aplazar el debate de esta noche en Oxford, Mississippi. Obama respondió diciendo que un líder debía ser capaz de ocuparse de más de una cosa a la vez y que, justamente por la crisis, ahora era aun más importante pararse frente a la ciudadanía y exponer sus planes para arreglar la economía. 

La misma movida de McCain -calificada como la apuesta más arriesgada de un apostador de la política como McCain, quizás idealizando demasiado la imagen de "jugador por instinto" del senador- fue una reacción a una iniciativa de la campaña de Obama: el senador había llamado a McCain por la mañana para proponer una declaración conjunta sobre la crisis. La respuesta de McCain fue hacer este llamado "patriótico" a suspender el debate. La misma mañana el Washington Post había dado a conocer su encuesta que ponía a Obama nueve puntos arriba de McCain, claramente marcado por la economía. 

Otras especulaciones sobre los motivos de McCain: el debate de esta noche tenía un tema, y ese tema no era la economía, sino uno donde McCain aparece mucho mejor posicionado, el de seguridad nacional y política exterior. Con los acontecimientos de las últimas semanas, por supuesto que hacer el debate sin referirse a la economía -un tema donde, crecientemente, Obama es mucho mejor evaluado que su rival- era inconcebible. Posponerlo después de que estalló  el escándalo de los pagos regulares de Freddie Mac al director de campaña de McCain y después de que el candidato Republicano mostró un comportamiento tan errático frente al tema que más preocupa al electorado (pasó de repetir que "los fundamentos de la economía son sólidos" a comparar la crisis con los atentados del 11 de septiembre, un día después de admitir que no había leído el texto de la propuesta de plan de rescate de Bush - Paulson, que consta de tres páginas) tenía perfecto sentido. 

Otro factor: la entrevista de Sarah Palin con la periodista Katie Couric en CBS, donde se vio a la candidata errática, nerviosa, vaga en sus respuestas hasta lo insólito (cuando Palin dijo que McCain había sido un legislador destacado en poner límites a Wall Street, Couric le pidió un ejemplo de ello, en los 26 años de trabajo legistativo de McCain. Ante sus evasivas, Couric insistió. Al final, ella contestó con un insólito "trataré de encontrar un ejemplo y te lo haré saber").  No parecía suficientemente sólida ni preparada para el primer debate de candidatos a la vicepresidencia contra Joe Biden el próximo 2 de octubre. Aplazar el debate de esta noche y moverlo para el 2 de octubre, daría más tiempo a Palin para prepararse (si es eso posible) mejor. Además, como destaca Michael Crowley blogueando para The New Republic, las noticias del miércoles no estuvieron dedicadas a la dudosa Palin, sino a la noticia de McCain. 

La entrevista de Couric a Sarah Palin aquí y aquí. No se la pierdan. 

Ayer los líderes del Congreso y de los partidos Demócrata y Republicano -incluidos Obama y McCain- concurrieron a la Casa Blanca respondiendo a un llamado del presidente Bush para  abordar la crisis y tratar de llegar un acuerdo sobre su propuesta de plan de rescate para las instituciones financieras, pero no llegaron a un acuerdo. Fue un triunfo para los Republicanos en el sentido de que igual obligaron a Obama a viajar a Washington y en la práctica suspender varias actividades de campaña para hacerlo, pero Obama y su partido fueron suficientemente cuidadosos de no aparecer respaldando gratis a Bush y un plan que ha sido criticado por representantes de ambos partidos (incluido McCain, algunos días). Algunos analistas apuntaron a que McCain estaba muy interesado a asociar el nombre de Obama a un plan criticado y con mala recepción entre la gente. 

Pero los Demócratas se manejaron con cuidado. Denunciaron la reunión en la Casa Blanca como un teatro político, una maniobra diseñada como un plan de rescate para la campaña de McCain que para la economía. De hecho, no se llegó a un acuerdo. Y eso mantiene hasta esta hora en duda la realización del debate de esta noche.   

La campaña de Obama insiste en que el candidato estará esta noche en Oxford, Mississippi, en el sitio del debate. Y más vale que McCain aparezca. Si no, será un evento público televisado con Obama como único invitado. "El pueblo de americano (sic) merece enterarse escuchar de mí y del senador McCain sobre cómo pretendemos liderar el país", comentó Obama. 

Sobre la "suspensión" de la campaña de McCain y su urgencia por volar a Washington para liderar el esfuerzo por llegar a un acuerdo: el senador siguió en Nueva York por varias horas más (le dijo a David Letterman que debía cancelar su aparición de esa noche porque estaba "corriendo al areopuerto"; luego Letterman se dio cuenta de que McCain estaba a la hora de la grabación en otro estudio del mismo canal, listo para dar una entrevista en el noticiario)  y el jueves en la mañana, aún en Nueva York, asistió a un acto de la fundación de Bill Clinton, The Clinton Global Initiative, donde volvió a repetir que estaba suspendiendo su campaña, aún cuando seguía aplazando su llegada a Washington (sobre Bill Clinton podemos hablar después: no parece estar precisamente apoyando a Obama). Con toda la "suspensión de campaña", sus comerciales en televisión siguen emitiéndose y sus oficinas en todos los estados en disputa siguen trabajando como cada día. Y Sarah Palin hoy estuvo en Nueva York, recorrió Ground Zero y, en un acto de audacia, aceptó preguntas de la prensa. ("¿Cómo cree que Bush ha manejado la "guerra al terrorismo"?", le preguntaron. "Estoy de acuerdo en lo que ha hecho al llevar la guerra a ellos y nunca más dejar que la traigan a nuestro territorio, tratando de destruir nuestra democracia y comunidades como... como Nueva York ", contestó)

¿Ganó o perdió McCain en esta vuelta? Adam Nagourney y Elisabeth Bumiller escriben en el New York Times: "El senador John McCain había intentado correr de vuelta a Washington como un líder que pone a un lado la política de la campaña presidencial para ayudar a llegar a una solución a la crisis financiera. En lugar de eso, se encontró en el medio de un notable show partisano, sin un mensaje público claro sobre cómo resolverlo". 

Las negociaciones seguirán hoy viernes. ¿Habrá debate? 


La mesa está puesta


BONUS TRACK: LA VENGANZA DE LETTERMAN

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