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miércoles, 14 de mayo de 2008

Edwards apoya públicamente a Obama



UPDATE: Efectivamente, John Edwards apoyó públicamente a Barack Obama. Hizo una aparición "sorpresa" (ya sabíamos, ja) en una concentración en Grand Rapids, Michigan. "Estamos aquí esta noche porque los votantes Demócratas han tomado su decisión, y yo también", dijo Edwards

 El martes 20, después de perder Kentucky y ganar Oregon, Obama va a pronunciar su discurso de triunfo
Para que estén avisados. 

El apoyo de Edwards puede ser fundamental para que Obama gane las simpatías del electorado -o parte de él- que no vota por él: el trabajador blanco, industrial o rural. Era el público fijo de John Edwards, que ayer en West Virginia ganó un 7% de los votos sin siquiera competir. 
Los próximos días deberían ser pródigos en análisis, anuncios de superdelegados y preparativos. Los programas y los diarios del domingo van a ser una delicia. 

El video acá: 




(POSTEO DE LAS 5.30 pm): Puede ser falsa alarma. Si se cumple le saco los signos de interrogación al título. La campaña de Obama anunció que tiene un anuncio sobre el apoyo de una importante figura nacional preparado para una concentración esta noche en Michigan. Se especula insistentemente de que se trata del ex candidato John Edwards. Otra posibilidad es que sólo sea el senador Carl Levin, jefe del Comité de Fuerzas Armadas del senado.
Para que estén avisados.

Lecciones del triunfo de Hillary en West Virginia


Hillary Clinton ganó ayer en West Virginia por 41 puntos. Lo que se llama una victoria categórica. Obama no ganó ningún condado del estado. Reforzando su mensaje a los superdelegados (voten por la que tenga más posibilidades, no por el candidato que gane más delegados), la senadora dijo en su discurso: "Estoy en esta carrera porque creo que soy la candidata más fuerte. Y la presidenta más fuerte". 
 
Aunque esta derrota no hace tambalear a Obama en su casi sellado camino a la nominación, sí es preocupante en la perspectiva de sus posibilidades para ganar en noviembre porque enfatiza la gran división demográfica del partido Demócrata y el problema de Obama con el voto rural, pobre y blanco. Algunos  datos de las encuestas a boca de urna:  

Un 37% de los votantes de West Virginia dijo que el hecho de que Bill Clinton haya hecho campaña (por su mujer, obviamente) había sido "muy importante" para ellos. De ellos, un 84% votó por Hillary (ya sé, yo me pregunto lo mismo: ¿qué piensa ese 16% que encontró tan importante la presencia de Clinton pero no votó por Hillary?). O sea, para Obama sería importante reconciliarse con el viejo Bubba.

Sólo un 25% de los partidarios de Clinton dijeron que estarían conformes si Obama ganara la nominación (y un 38% de los partidarios de Obama lo estarían si Hillary fuera la nominada). 
Un 53% de los votantes Demócratas aseguró que no votaría por Obama en noviembre si él gana la nominación. Por mucho que esta pregunta sea muy distinta en el fuego de la batalla de las primarias al momento mismo de la decisión en noviembre, es igual preocupante para el senador. 

La raza también volvió a ser un tema importante, y preocupante. Dos de cada 10 votantes dijeron que la raza había sido un factor importante en su decisión de voto. De aquellos influenciados por la raza, el 80 % votó por Hillary Clinton. 

Fiel a su nueva estrategia de comportarse como el candidato Demócrata -aunque en sus palabras sea cauto y asegure que las primarias no han terminado- Obama no sólo no estuvo en West Virginia ayer, sino que además decidió hablar antes del cierre de los locales de votación; no en una gran concentración sobre un podio, sino en una pequeña reunión con partidarios, micrófono en mano ("palabras" más que un discurso) y en Missouri, estado que votó hace rato pero que es importante para la elección general de noviembre. Hoy va a ir a Michigan, estado donde tiene que empezar a construir simpatías considerando que es uno de los castigados con la exclusión de sus delegados del Comité Nacional Demócrata por haber adelantado sus primarias -por lo que Obama no sólo no estuvo en el voto, sino que tampoco hizo campaña- y considerando además que en muchos discursos el senador ha hablado con orgullo del duro discurso que dio hace un tiempo frente a los fabricantes automotrices de Detroit. Hoy visitará una planta de Chrysler y se reunirá con sus trabajadores. 

Un dato a considerar en West Virginia es el 7% que obtuvo John Edwards, quien ya no está en carrera, clara señal de que hay parte de ese electorado que no está conforme ni con Clinton ni con Obama. 
En la vereda del frente, otro ex candidato, Mike Huckabee, obtuvo el 10% de las preferencias. Y Ron Paul, que sigue compitiendo, sacó un 5%. Fue un recado para un partido donde hace rato que John McCain aseguró su nominación: hay un 15% del electorado Republicano de ese estado que no está tan convencido con el candidato. 

Cómo queda la carrera después de West Virginia. 
Según NBC News, hasta el momento, van así (contando delegados y superdelegados). Obama 1880; Hillary Clinton 1.717,5 (no es que haya delegado sea muy chico, es que algunos valen por medio voto). Eso significa que para la meta de los 2.025 delegados que aseguren la nominación a Obama le faltan 145 y a Clinton 307,5. (Aunque, como ya lo dijimos, la campaña de Clinton desde la semana pasada dice que la meta real es de 2.209 delegados)

(Foto: Stephen Crowley/The New York Times)

miércoles, 30 de enero de 2008

John Edwards, fuera de carrera



Extra extra, paren las prensas. Esta mañana, cuando todos se preparaban para escribir un obituario de carrera presidencial -el de Rudy Giuliani, que en unas horas más debería aparecer en un acto público declarando el fin de su postulación y el apoyo a John McCain- se supo que serían DOS los obituarios de hoy. El Demócrata John Edwards ha decidido abandonar la carrera. 
En un mes de primarias y caucuses, Edwards nunca logró posicionarse como un candidato con posibilidades reales, y en South Carolina -estado en el que nació y que ganó en 2004- sus resultados fueron desalentadores. Sus finanzas de campaña, además, necesitaban una inyección que, con esos resultados, nunca llegó. A pesar de que el sábado, tras el proceso de South Carolina, habló sonriente y seguro de seguir en carrera rumbo al SuperMartes, hoy se informa que esta tarde, a las 1pm ET en New Orleans, anunciará el fin de su intento por ser el nominado Demócrata. 
Según la nota de la agencia AP, Edwards no apoyará de inmediato a uno de los dos candidatos que siguen en carrera. ¡Cómo debe estar sonando ese teléfono!

sábado, 26 de enero de 2008

Obama gana en South Carolina



Era lo que se esperaba: Barack Obama ha ganado las primarias en South Carolina. Y se espera que la victoria sea categórica. 
Dos cosas a tener en cuenta: qué tan amplia ha sido la victoria de Obama y en qué lugar llega Hillary Clinton. Como hemos dicho, la senadora contaba con perder hoy, pero llegar tercera, por mucho que John Edwards sea nativo de este estado, es una derrota difícil de encajar en su narrativa de campaña. Si la senadora pierde por mucho, el rol agresivo de Bill Clinton será uno de los temas de crítica y análisis
Si Obama ha ganado por un margen amplio (cercano al 20 puntos de ventaja), podrá seguir con su plan: contar el triunfo en South Carolina como el inicio de algo grande, una gran marcha destinada a cambiar el país. O algo así. 
Junto con la campaña, Obama ha debido salir a desmentir una campaña negativa en forma de rumores, emails, llamadas automáticas, boca a boca e internet, que insiste con que él es musulmán (él ha aclarado que es cristiano y que ha asistido a la misma iglesia por 20 años). El rumor va desde la historia de que creció y fue educado como musulmán y luego se convirtió -lo que igual es preocupante para muchos norteamericanos (y que muchos creen, de acuerdo a esta nota del Boston Globe)- a que derechamente es un radical disfrazado, un candidato manchuriano decidido a destruir a Estados Unidos desde dentro. Es la clase de campañas negativas que podrían destruirlo con los votantes más temerosos o paranoicos. 
Noticia en desarrollo. Más tarde, los resultados, discursos y todo eso. 

Hoy: Los Demócratas en South Carolina


Mientras los
Demócratas votan en sus primarias en South Carolina, un pequeño resumen del estado de las cosas. O de lo que debería pasar hoy. 
-Obama va a ganar. Las encuestas lo dicen (ya lo sé, después de New Hampshire, quién cree en las encuestas, pero siguen siendo un indicador) y la fortaleza del voto negro, que es cerca de la mitad del electorado (y que en Nevada lo favoreció en un 82%) deberían llevarlo a una victoria.  En promedio, según el resumen de Real Clear Politics, tiene una ventaja de 11,6 puntos porcentuales sobre Hillary Clinton. Ahora, si Obama pierde, asistiremos esta noche a la adelantada consagración de Hillary Clinton como la candidata presidencial del Partido Demócrata. No sólo eso: como bien lo resume en el mismo título de su artículo Amy Chozick en el Wall Street Journal, "para ganar de verdad, Obama necesita un margen amplio". Cualquier otra cosa es derrota para el senador. Por lo mismo: 
-Para Hillary Clinton, cualquier punto es bueno. Hillary cuenta con perder hoy, de manera que si lo hace por poco, saldrá sintiéndose -y siendo percibida- como ganadora. Como lo explicamos en un posteo anterior, la senadora ha estado menos preocupada de South Carolina que de los estados más suculentos que votan el SuperMartes, y ha dejado en la trinchera del sur a su marido, un tal Bill Clinton. Toda la empresa familiar trabajando. 
-John Edwards enfrenta su hora clave. Este es el estado donde se supone más fuerte a John Edwards. Pero esta carrera es entre dos, y él no está invitado. Nevada le "pateó el trasero", como él mismo dijo. En términos más elegantes: sólo sacó un 4% en ese estado. Para seguir en carrera necesita un muy buen resultado hoy. Las encuestas para hoy lo sitúan en tercer lugar, con cerca de 20 %. En tanto, como hace notar el notable Vasco en Tennessee, Antxon Garrogerrikabeitia en su blog (un colega de este blog, podríamos decir), hay rumores de que la campaña de Obama le habría ofrecido a Edwards el puesto del Fiscal General en una eventual administración suya.  El problema, claro, es que el rumor es de Robert Novak, columnista conservador que, entre otras cosas, se prestó para el juego de sacar del anonimato a la espía de la CIA Valerie Plame, una de las "joyas" de destrucción de imagen de la administración Bush. 
Hablando de rumores, la campaña de Obama ha debido invertir bastante tiempo y recursos en contrarrestar muchas  piezas de guerra sucia. Más de eso más tarde. 

miércoles, 23 de enero de 2008

¿Quién gana con la crisis económica?



Un resumen selectivo: a fines de la semana pasada el presidente Bush anuncia un plan de ayuda económica con el que pretende evitar -o suavizar-, la crisis-económica-posible-recesión inminente. El lunes las bolsas de todo el mundo se derrumban porque los mercados desconfían sobre la eficiencia de las medidas anunciadas por el gobierno de Estados Unidos. El martes la Reserva Federal de ese país anuncia la mayor baja en las tasas de interés en 23 años y los mercados se recuperan. 
La recesión ya viene y hace rato que los candidatos Demócratas y Republicanos se dieron cuenta de que la economía ha pasado al primer lugar del ránking de preocupaciones (y motivaciones de voto, en consecuencia) de sus respectivos votantes. Las aproximaciones al tema han sido directo del manual -por si algiuen quiere dibujar las grandes diferencias entre unos y otros-: mientras los Republicanos repiten su mantra favorito, "bajar los impuestos, bajar los impuestos", los Demócratas repiten en suyo, "ayudar a los más desprotegidos, ayudar a los más desprotegidos" (por acción directa). Por ejemplo, Huckabee propone directamente eliminar los impuestos a los ingresos, y Giuliani repite casi cada vez que abre la boca -y no son pocas veces- que él tiene el récord de ser quien más ha bajado impuestos. Claramente no están interesados en atraer al electorado trasversal; están en la lucha por cortejar a los más Republicanos de los Republicanos. 
Es sin embargo en el lado Demócrata donde la crisis económica y la inminente recesión 2008 puede tener mayores consecuencias. Por una parte, multiplica las posibilidades de derrotar a los Republicanos en las elecciones generales de noviembre, a la vez que da un flanco abierto para darle duro al presidente Bush ("insuficiente" es lo más suave que le han dicho a su plan). Y dentro de los Demócratas quien más tiene potencial para ganar es Hillary Clinton. Es la que se ha mostrado más agresiva en el discurso contra Bush, pero sobre todo es la mujer de Bill Clinton, y los años de prosperidad de su gobierno hoy son lindos e idealizados recuerdos. La sensación de crisis es perfectamente coherente con su discurso -"experiencia", "lista desde el primer día"- mientras que amenaza al de Obama con una postergación en la lista de prioridades -"cambio", "esperanza", "integridad", "valores personales". 
Es cierto que John Edwards fue quien más agresivamente tomó el tema de la inseguridad económica en su campaña -anti corporativo, protector de los trabajadores, etc-, pero Edwards es ya historia: esta es una carrera entre tres, pero ellos son Bill Clinton y Hillary Clinton contra Barack Obama. 
Hoy en Davos, donde se inició el Foro Económico Mundial, la crisis económica era el tema del momento, y al ser consultado sobre economía y política el millonario y filántropo George Soros delineó tibiamente sus preferencias. "Apoyo a  Obama", dijo, aunque aclaró que no tiene con él ninguna relación (salvo, claro, ayudar en un evento de recaudación de fondos). "Si hablara como yo hablo no tendría ninguna posibilidad de ser elegido: así que le deseo bien, pero no hablo con él", dijo. Si la nominada fuera Hillary Clinton, en todo caso, la apoyaría. Soros le dijo además a la BBC que una recesión "será muy difícil de evitar".
Las turbulencias económicas son un gran cheque que parece cruzado y nominativo para los Demócratas. Sólo queda por ver quién lo cobra en caja. 

sábado, 19 de enero de 2008

Hillary Clinton gana en Nevada


Esta vez las encuestas tenían razón. Hillary Clinton ganó los caucus Demócratas de Nevada. Su ventaja fue estrecha, como es la tónica de esta campaña: ganó con cerca del 51% de las preferencias, versus 45% de Barack Obama. Sin duda el senador y sus partidarios tenían esperanzas de arremeter a última hora, pero dentro de todo era un resultado predecible. Por otro lado ya está consagrado que es una carrera de dos cabezas. John Edwards ya puede empezar a despedirse: en Nevada sacó menos del 4% de los votos, lo que Ben Smith en The Politico llama una "derrota devastadora".
"Supongo que así fue como se ganó el Oeste", le dijo la senadora Clinton a sus partidarios. Nevada hasta hace unos meses estaba prácticamente en su bolsillo, pero últimamente las cosas se habían estado complicando para la campaña de Hillary. Clave en sus preocupaciones, sus esfuerzos de última hora y su éxito fue el papel del sindicato de trabajadores de los casinos: Se demoraron en decidir a quién apoyar, decidieron apoyar a Obama, elementos ligados a la campaña Clinton trataron de impedir que votaran en masa a través de una demanda (que buscaba que los casinos no fueran autorizados como lugar de caucus) y finalmente pidieron a sus afiliados que no votaran en bloque sino "a conciencia". Eso era más difícil porque en un caucus la votación no es secreta, sino a vista y paciencia de todo el mundo. Pero aún así fue una de las primeras sorpresas: los miembros de ese sindicato no votaron en bloque. De hecho (y esto es algo que hay que confirmar más tarde) parece que en su mayoría apoyaron a Hillary Clinton. 
Otras "claves" del triunfo de Hillary Clinton en Nevada fueron la población latina y la población femenina. De acuerdo a las encuestas a boca de urna, un 65% de los latinos votó por la senadora. Geográficamente, los condados del sur del estado fueron sus fuertes. 
En el conteo de delegados, Barack Obama  -quien hoy no habló; su campaña emitió un comunicado escrito- sumó casi igual número de delegados que Clinton, dado el estrecho margen. Podría decir que es un empate, sí, pero lo que cuenta es ganar, tener imagen de ganador(a) y empezar a verse como candidat(a). Momentum, ya saben. 
Ampliaremos los datos y los análisis más adelante, pero podemos adelantar que para Obama las primarias del próximo sábado 26 en South Carolina, donde es favorito para ganar, son cruciales. Por lo menos hoy los afroamericanos en Nevada -que en South Carolina son cerca de la mitad del electorado- lo apoyaron (en un 83%). Si Obama llega a perder el sábado, su política de la esperanza se va a empezar a quedar sin apellido

lunes, 14 de enero de 2008

Por qué Michigan y Florida no existen para los Demócratas




Una de las particularidades de las primarias Demócratas son los estados que no existen. O sea, estados que realizarán primarias, pero que no tendrán validez alguna para el conteo de la Convención Nacional Demócrata. Son estados castigados por el pecado de haber adelantado demasiado sus votaciones sin contar con la autorización de la convención. Son Michigan y Florida. El primero vota mañana martes 15, el segundo, el 29 de enero. En ellos los Demócratas irán a votar, pero a los delegados que elijan no los van a invitar a la convención que eligirá al nominado. De hecho, la única candidata "grande" que estará en el voto de Michigan mañana será Hillary Clinton. Ni Obama ni Edwards se inscribieron y ninguno ha gastado dólares en hacer campaña en esos estados invisibles.

Sin embargo, tanto Edwards como Obama han estado llamando a los electores de esos estados a votar "uncommitted", o sea sin compromiso con ningún candidato de los listados en el voto. Con una pelea tan cerrada, quién sabe si el simbolismo de la elección de mentira le rinda frutos a la senadora Clinton.

Así, Michigan y Florida, dos estados que podrían ser clave para los Republicanos en carrera, al otro lado del pasillo no significa nada. Casi.

jueves, 10 de enero de 2008

John Kerry y la sábana corta de Obama


¿Puede un candidato promoverse como una alternativa a los centros y circuitos de poder de Washington y a la vez tener posibilidades ser el candidato presidencial de uno de los partidos que controlan ese poder? 
Barack Obama apuesta a que sí. Pero es una apuesta complicada: cada maniobra que hace para conquistar a los votantes -y, casi tan importante, donantes- tradicionales (maniobras que necesita hacer si quiere tener una posibilidad cierta) puede dejarlo mal con aquellos votantes que creen en su calidad de "outsider". Lo mismo al revés: cuando grita "cambio" y promete el fin de los privilegios de los peces gordos para apelar a los jóvenes y los votantes que se consideran anti-establishment, puede espantar a los votantes y donantes tradicionales. Es una sábana corta: taparse la cabeza implica destaparse los pies. 
Hasta ahora Obama ha sido extraordinariamente exitoso en ese complicado equilibrio. Aunque Hillary Clinton ha apuntado las "inconsistencias" entre su discurso y su proceder -"él es otro político tradicional", ha dicho- Obama ha logrado evitar ser visto como un hipócrita inconsecuente. No está mal hacer notar, en todo caso, que si Obama no hubiera logrado conquistar a las grandes chequeras Demócratas no estaría disputando la nominación ahora: no puede decir que es un "outsider", y él lo sabe.  
En las últimas semanas ha debido tener más cuidado en la ecualización de su música de cambio-amable. Por ejemplo, cuando en Iowa, por ejemplo, se comentó que el gobernador de Nuevo México Bill Richardson había pedido a sus votantes que en el caso de que no resultara "viable" (que no consiguiera el 15 por ciento de los votos en los respectivos lugares de "caucus") apoyaran a Obama, tanto él como el senador afroamericano negaron la existencia de un arreglo. Obama ha tenido cuidado en no pelearse con sus competidores en la primaria Demócrata -excepto por Hillary, por supuesto-, pero una cosa es no pelearse y la otra es mostrarse como "uno más". 
Era más fácil ser más radical en ese discurso tras ganar Iowa que tras perder New Hampshire: el triunfo de Hillary le recordó a Obama que sumar jovencitos entusiastas del college no es suficiente en una primaria. En su discurso del martes en la noche (otra inspirada clase magistral de oratoria, dicho sea de paso), Obama subrayó el punto en el que había estado trabajando: el cambio no implica conflicto, implica incluirlos a todos. Y "todos" incluye también a los tradicionales y los poderosos. Habló, por ejemplo, de recordarles a la industria de los seguros de salud que "aunque estarán invitados a la mesa, no podrán ser dueños de todos los asientos". 
En su acercamiento a los votantes y donantes tradicionales Demócratas, el entusiasta apoyo público de John Kerry, el candidato del partido en 2004 (o sea, el ganador de las últimas primarias Demócratas) puede ser clave. Kerry es un hombre respetado, popular y que al apoyarlo a él ha dejado de apoyar a John Edwards, su competencia en 2004 pero también su compañero de fórmula en la elección general de ese año, que perdieron contra el presidente Bush. Quizás con Kerry al lado la historia habría sido distinta en New Hampshire. Pero con Nevada en vista -y con todos los estados que vienen después-, el viejo y tradicional Kerry no puede ser un mal compañero de ruta. El apoyo público de importantes sindicatos en Las Vegas, además, puede ayudarle por el otro extremo de la sábana. 
Ayer se supo -aunque no se ha hecho el anuncio oficial- que Bill Richardson va a dejar la carrera. ¿A quién va a apoyar? Hay que esperar y ver. 

miércoles, 9 de enero de 2008

Hillary Clinton: Comeback Girl


Ya ganó. Hillary Clinton ganó la primaria de New Hampshire por dos puntos porcentuales: 39% versus 37% de Barack Obama. 
Es a todas luces un triunfo espectacular: no sólo se esperaba que perdiera, sino que perdiera por casi diez puntos porcentuales. ¿Por qué se equivocaron tanto las encuestas? La explicación más evidente (aparte de las observaciones estadísticas de rigor), es que mucha gente tomó su decisión a última hora. Y ese momento en que ella "salió de la burbuja", dijo que "estaba dispuesta a contestar todas las preguntas", quebró su voz, mostró ojos humedecidos y se mostró, por primera vez, humana y sensible, parece haberle rendido frutos. 
De partida, recuperó el voto femenino (que en Iowa había preferido a Obama). Las mujeres están definiendo esta vuelta, en gran medida. Es curioso: con todo lo que criticó el mensaje de "esperanza" de Obama como "poco racional", en las últimas horas -y en su discurso de victoria- apeló a lo emotivo
"Vengo esta noche con el corazón lleno", comenzó diciendo. "Los escuché y en el proceso encontré mi propia voz", continuó. 
Luego apeló a la gente en dificultades económicas. "He conocido a gente que perdió su casa por remate, gente que trabaja día y noche para pagar deudas, gente que no puede acceder a atencion medica porque no tiene seguro, jovenes que no pueden ir a la universidad porque no pueden pagar. Por mucho tiempo han permanecido invisibles; no son invisibles para mí", dijo. Al respecto, un dato interesante. Según las encuestas a boca de urna de CNN, la economía es una de las preocupaciones prioritarias de los Demócratas, al menos los de New Hampshire. Entre quienes consideran que están bien económicamente, Obama reclutó más preferencias. Entre quienes consideran que están mal, Clinton fue la candidata de la esperanza, quizás, aventuran en CNN, recordando la buena administración económica del gobierno de Bill Clinton. 
"La industria del petróleo, la industria de los seguros", dijo, "han tenido siete años un presidente que los defienda, es tiempo que tengamos un presidente que los defienda a ustedes".
Luego prometió proyectar su triunfo. Su regreso. Su historia de una victoria épica de una senadora que había pasado de favorita para ganar a favorita para irse de la casa, y que ahora está de vuelta. "Vamos a tomar lo que tenemos en NH y vamos a llevarlo a todo el país".
Hillary Clinton no es la gran oradora que es Barack Obama (cuyo discurso de "segundo lugar", una nueva pieza admirable de oratoria, sonó como si el tipo hubiera ganado). De hecho, usó clichés como "gobierno de la gente, por la gente, para la gente".  Pero fue de todas maneras un discurso que sonó sincero, emotivo (le agradeció hasta a su madre "que me está mirando") y, sobre todo, funcional: sonó como la nominada demócrata cuando valoró el trabajo de sus candidatos rivales. Dodd y Biden (que ya se bajaron), Richardson, Kucinich, Edwards y Obama (en ese orden). "Todos ellos se han puesto en la línea día y noche de parte de este país al que amamos tanto". 
Fue un mensaje unificador, hablando como candidata demócrata. Muy inteligente de su parte.  
Obama es el derrotado de esta noche. Pero sigue corriendo con muchos mayores opciones que las que tenía hace un mes. El gran derrotado es John Edwards, que terminó tercero con un magro 17% de los votos. Con un liderazgo disputado tan estrechamente entre Clinton y Obama, no hay posibilidad alguna para un tercer actor. 
Ahora los analistas se están partiendo la cabeza analizando qué pasó y qué va a pasar. Es lo entretenido de todo esto. 

martes, 8 de enero de 2008

El primer ganador de la noche: McCain


Basados en las encuestas a boca de urna y en cerca del 10% de los votos reales escrutados, CNN proyecta que John McCain ya ganó las primarias Republicanas. Le ha sacado cerca de diez puntos porcentuales a Mitt Romney, mientras Huckabee aparece tercero, pero amenazado de cerca por Rudy Giuliani y, ojo con esto, Ron Paul
En el lado Demócrata, con cerca el 10% de los votos revisados, Hillary Clinton aventaja a Barack Obama por cerca de dos puntos porcentuales. Lo único seguro a esta hora de la noche es que John Edwards llegará tercero. 

lunes, 7 de enero de 2008

NH: Un fin de semana de encuestas


El sábado, cuando en el debate de ABC-Facebook-WMUR se les preguntó a los candidatos Republicanos por Barack Obama, la pregunta partía de un supuesto que parecía más factible que hasta hace un par de semanas: que Obama fuera el nominado Demócrata. Lo que inspiraba la pregunta no sólo era el resultado de los caucus de Iowa del jueves pasado, sino además una encuesta realizada por la cadena televisiva local WNUR y dada a conocer el mismo sábado del debate, que situaba a Obama y a Hillary Clinton en un empate, con 33% de las preferencias. 
Eso era el sábado. El domingo se dio a conocer otra encuesta, hecha por CNN y la misma WMUR durante el sábado y el domingo. El resultado no sólo pone a Obama al frente: además le da una amplia ventaja sobre Hillary Clinton, de 10 puntos porcentuales. Obama aparece con el 39% de las preferncias, versus un 29% de la senadora Clinton. John Edwards va más atrás con un 16%. 
En el lado Republicano, John McCain lidera las preferencias con un 32%, seguido por Mitt Romney, con un 26%. La gran novedad está en el tercer lugar: Mike Huckabee aparece con un 14%, versus un 11% de Rudy Giuliani, que aparece cuarto. En la encuesta del sábado la situación entre Giuliani y Huckabee era exactamente al revés. Sabemos que Giuliani no espera ganar el martes, pero quedar tan atrás en los primeros estados no puede estar dentro de sus escenarios deseables. 
  Si hacemos caso a esta encuesta, este martes podrían ganar Barack Obama y John McCain ¿verdad? No tan rápido, plantea este artículo de The Economist. New Hampshire es un estado con un alto número de independientes. Tanto Obama como McCain han estado apelando fuertemente a su voto, y ellos tienen que elegir (tienen que votar en una u otra primaria, pero en una sola). De manera que si votan por McCain le están restando apoyo potencial a Obama, y vice versa. 
Otra encuesta, realizada por el diario USA Today y Gallup, le da a Obama una ventaja aún mayor sobre Hillary Clinton: 41% versus 28%. A mediados de diciembre, la misma encuesta había situado a ambos empatados en un 32%.  Más estrecho es el margen de liderazgo de John McCain en ese sondeo: le gana a Mitt Romney con un 34% versus un 30%. A mediados de diciembre, McCain estaba abajo, con un 27%, y Romney arriba, con un 34%. 

domingo, 6 de enero de 2008

New Hampshire: un fin de semana de debates



El sábado debatieron. Demócratas y Republicanos. Incluso se saludaron, todos contra todos, cuando un grupo tenía que dejar el escenario que ocuparían los otros. Y ahí, cuando los candidatos demócratas saludaban a los republicanos, uno a uno, como los equipos de fútbol después de cantar la canción nacional y antes del partido, uno podía guardar la foto -mental, por lo menos- para imaginar quién enfrentaría a quién en noviembre. ¿Obama y McCain?  ¿Clinton y Giuliani? 
En los debates -organizados por ABC News, Facebook (sí, Facebook) y la cadena local WMUR- los candidatos sabían que era el momento de jugar sus cartas en una carrera de cinco días, sobre todo para quienes -como Romney en un lado y Hillary Clinton en otro- los resultados de Iowa resultaron preocupantes. 
Hillary Clinton, como había anunciado, subrayó diferencias con Obama en cuanto a la experiencia y lo confrontó por lo que ella llamó un constante cambio de opinión en materias importantes. Lo interesante fue que Obama no contestó disputando el detalle de sus dichos, sino que siguió con su nueva canción: la unidad. En vez de seguir distorsionando el récord de cada uno, tenemos que fijarnos en los desafíos que tenemos por delante, dijo. Es interesante porque esa es la canción de quien va primero (era lo que decía Hillary Clinton cuando las encuestas la daban como nominada "inevitable"), y porque, habiéndose apropiado de EL tema de la campaña -el "cambio", un hit en ambos partidos, como se vio en Iowa-, ahora Obama está agregando una nueva canción a lo que espera sean sus "grandes éxitos": la unidad. ¿Y cómo contestarle a Hillary entonces? Bueno, para eso estuvo John Edwards, quien salió en defensa de Obama, aludiendo a su común interés por... el cambio, adivinaron. "No le escuchaba decir esas cosas cuando iba primera", le espetó Edwards a la senadora. 
Entre los Republicanos, lo que encendió los ánimos fue la política exterior del presidente Bush (un logro, dado que en los debates anteriores ni siquiera lo nombraban). El tema dio pie para que el atacado fuera Mike Huckabee, quien hace unas semanas publicó un artículo en la revista Foreign Affairs en la que criticaba la política exterior de Bush, llamándola una "mentalidad arrogante de bunker". Para sus contendores, no se podía hablar así de un presidente que había actuado "en defensa de todos nosotros" (ellos). Las posicines se encendieron más cuando hablaron de el que ya en debates pasados surgió como el gran tema decisivo para los Republicanos: la inmigración. En esta pelea, era principalmente McCain -quien apoyó la reforma migratoria de Bush hace unos meses, que fracasó justamente por falta de apoyo republicano- contra Romney, quien acusa a McCain de propiciar una verdadera amnistía para los ilegales. 
Un punto interesante fue cuando, hacia el final del debate, un periodista les preguntó por Barack Obama. Cortésmente, coincidieron en criticar sus posiciones -no es sorpresa, son republicanos hablando de un demócrata liberal- y, principalmente Giuliani, su "falta de experiencia". Una canción bastante parecida a la de Hillary Clinton. Cómo puedan -o no puedan- atacar los republicanos a Obama es un tema interesante, porque la campaña de Clinton ha insistido en que ésa es una de las principales debilidades del senador negro: a diferencia de Hillary, que ha resistido 20 años de ataques republicanos-, Obama estaría en una posición demasiado vulnerable, por lo que su nominación pondría en riesgo la oportunidad de los Demócratas de ganar la Casa Blanca en noviembre. Eso según la campaña de Hillary, insisto. Romney incluso destacó algo positivo de Obama: su mensaje de... cambio, adivinaron de nuevo. El mormón destacó que Obama representaba el cambio contra el establishment de Washington, igual que él. Tal cual: él es el cambio, McCain es el viejo de Washington.
Hoy los Republicanos debatieron de nuevo. La nota del New York Times sobre el encuentro destaca cómo Romney aprovechó cada oportunidad para criticar frontalmente a Huckabee y a McCain. Según escribe Johnatan Martin en The Politico, el debate -en el que se vio mejor parados a Romney y a McCain- estuvo más bien aburrido, demasiado "civilizado", quizás porque era una secuela del sábado, aventura Martin. Quizás es porque estaban en casa: organizaba la cadena Fox News

viernes, 4 de enero de 2008

John Edwards se proclama segundo e insiste en su mensaje


John Edwards celebra su segundo lugar: "Una cosa es clara, ganó el cambio, perdió el status quo", dijo a sus partidarios. "Seguiremos rumbo a New Hampshire", prometió, destacando que él gastó mucho menos que sus competidores -en la campaña, no en su peinado-, habló de la "avaricia corporativa", habló del orgullo de ser el mensajero de los trabajadores y de la clase media y sacó a colación un par de casos dramáticos de trabajadores torturados por el sistema de salud, la "avaricia corporativa" y el desempleo. Habló de lo mucho que trabajaron sus abuelos y sus padres y de la responsabilidad de dejar a Estados Unidos (él dijo "América", pero no le pidamos tanto) mejor que lo que heredaron. 
"Los votantes hoy en el caucus dijeron: queremos algo diferente", dijo Edwards. En eso Obama podría estar de acuerdo. Mirando desde arriba. 
Hillary Clinton no puede decir que esperaba este tercer lugar. Este no es un tremendo desastre, pero no es un buen resultado para ella. A ver qué dice. 

jueves, 3 de enero de 2008

El triunfo de Obama



"Iowa es el lugar más blanco de la Tierra, fuera del Polo Norte", bromeó Jack Cafferty en CNN. "El triunfo de Barack Obama es un tremendo triunfo para los estados donde lamentablemente el color de la piel aún importa". 
Bill Bennett, en el mismo panel de CNN: "¿De qué van a hablar los Clinton ahora? Obama se apropió de ese discurso, y el voto entre los jóvenes es lo más significativo de eso". Bennet luego predijo días duros: "los Clinton no están acabados, pero Obama tendrá que estar preparados, porque ellos juegan rudo". Apuesto a que sí. 
Con el 94% de los resultados, Obama mantiene su ventaja del 37%. Edwards y Hillary Clinton pelean mano a mano, cada uno con el 30%.
Obama ganó en los cinco distritos más importantes de Iowa. Tal parece que los demócratas conservadores que en 2004 votaron por Edwards ahora engancharon con el discurso unificador del senador de Illinois. 
Un "detalle" más: Obama le ganó a Hillary Clinton en el voto femenino. 35% de las damas votaron por Obama. 30% por Clinton. Qué tal. 
Este era un escenario posible, y en este escenario la campaña de Hillary Clinton espera detener a Obama en New Hampshire, donde se celebran las primarias el próximo martes. Si la senadora llega al martes con la medalla de bronce, la pista se le puede poner más difícil. 
El fin de semana podríamos ver una campaña de Hillary Clinton más cargada a las emociones, apelando a la campaña de Clinton en 1992, quien recién empezó a levantarse en New Hampshire. La pregunta es cómo lo hará la señora Clinton: necesita cambiar su mensaje en cinco días. O al menos subrayar la parte del compromiso, la esperanza y el cambio, conceptos que parecen funcionar mejor en los discursos del senador afroamericano. ¿Funcionará el cortafuegos de Clinton contra la bola de nieve de Obama? 
 

Barack Obama gana Iowa



Con 86%  de los resultados, CNN proyecta que el senador de Illinois ganará el caucus de Iowa esta noche, con un 37% de las preferencias. La agencia AP coincide, y el resto de los medios se va subiendo a un pronóstico que ya parece seguro. 
Hillary Clinton tiene razones para lamentarse: una cosa es perder con Edwards, que no tiene ni el dinero ni la fuerza para la carrera larga; otra es perder con Barack Obama, su enemigo más fuerte, mejor financiado y organizado. Si Hillary Clinton sale tercera (lugar que hasta ahora parece estar ocupando), quién 
Si querían que Iowa fuera una pieza de historia, este resultado está escribiendo el primer capítulo: un negro llamado Barack Hussein Obama ha dado el primer golpe, ganando las preferencias de un estado blanco y campesino. 
La carrera es larga. Pero esto, coinciden los analistas, ya significa algo. Bastante.