Una de las particularidades de las primarias Demócratas son los estados que no existen. O sea, estados que realizarán primarias, pero que no tendrán validez alguna para el conteo de la Convención Nacional Demócrata. Son estados castigados por el pecado de haber adelantado demasiado sus votaciones sin contar con la autorización de la convención. Son Michigan y Florida. El primero vota mañana martes 15, el segundo, el 29 de enero. En ellos los Demócratas irán a votar, pero a los delegados que elijan no los van a invitar a la convención que eligirá al nominado. De hecho, la única candidata "grande" que estará en el voto de Michigan mañana será Hillary Clinton. Ni Obama ni Edwards se inscribieron y ninguno ha gastado dólares en hacer campaña en esos estados invisibles.
Sin embargo, tanto Edwards como Obama han estado llamando a los electores de esos estados a votar "uncommitted", o sea sin compromiso con ningún candidato de los listados en el voto. Con una pelea tan cerrada, quién sabe si el simbolismo de la elección de mentira le rinda frutos a la senadora Clinton.
Así, Michigan y Florida, dos estados que podrían ser clave para los Republicanos en carrera, al otro lado del pasillo no significa nada. Casi.
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