En el lado Demócrata, señales de la campaña de Hillary Clinton, con asesores hablando en off the record con el mensaje de "Iowa no es tan importante; no es tan terrible si Hillary pierde" (citados en una historia de Newsweek titulada "What if she loses?") y, algunos, con el mensaje de "ya le dijimos que se saltara Iowa y no hizo caso" (consejo de experimentados asesores contenidos en un memo de mayo que se filtró desde la campaña: la idea era que Iowa no valía la pena el esfuerzo; además, si derechamente se saltaba Iowa le quitaba presión a los resultados y legitimidad al eventual triunfo de sus rivales). Puede significar algo, pero dado lo apretado de la carrera, sería muy aventurado basarse en estas señales para predecir una derrota ni mucho menos. Quizás estén sólo bajando expectativas por si acaso.
Por el lado Republicano, un candidato que nunca despegó como se esperaba podría bajarse y apoyar a uno que se había dado por muerto. Según una nota de The Politico, Fred Thompson podría dejar la carrera y apoyar a John McCain, cuyo resurgimiento es la historia del momento -en expectativa de lo que pase en New Hampshire, donde McCain tiene
reales posibilidades-. Todo depende de los resultados de hoy: si a Thompson -que ha recaudado poca plata como para sostener una campaña sin resultados iniciales- le va mal,
McCain puede sumar un nuevo aliado. Y eso sí es más seguro de predecir: el ex senador y actor de "La ley y el orden" no tiene posibilidades en Iowa. La historia que se empieza a contar esta noche no depende sólo de quiénes ganen y quiénes pierdan, sino también de las posiciones intermedias. Los segundos y terceros lugares de hoy también estarán sacando cálculos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario