miércoles, 27 de febrero de 2008

La verdad del chiste


ACTUALIZACIÓN: (Lo revela Time, pero el dato lo rescata Michael Crowley en el blog de elecciones de The New Republic) Después del skit de SNL, Bill Clinton llamó a Tina Fey para darle las gracias. Oh-my-God. 


La campaña de Hillary Clinton se ha quejado insistentemente sobre la supuesta preferencia de los medios de comunicación por Barack Obama. Lo dice ella cada vez que puede, lo dijo muy enérgicamente Bill Clinton en aquellos lejanos días de New Hampshire, lo dice insistemente cualquier operativo de su campaña ahora que se acerca el "Supermartes 2": la votación del 4 de marzo en que Hillary Clinton debe ganar Texas y Ohio para mantenerse en carrera.
 
La noche del martes pasado en el debate presidencial de MSNBC en Cleveland, OH (eso es "Ohio, no es un signo de sorpresa), Hillary Clinton tenía una nueva carta en la que apoyarse para validar la queja sobre el "Obamismo" de los medios: El skit de apertura del sábado pasado en Saturday Night Live. Se trataba de una parodia sobre el debate anterior, organizado por CNN y Univisión en Texas, y en ella los periodistas caían rendidos ante cualquier gesto del senador Obama (interpretado por Fred Armison, debutando en ese personaje), mientras rechazaban cómicamente cualquier intento de intervención de Hillary Clinton (Amy Poehler). 

Para el equipo de SNL fue un alivio encontrar a un imitador de Obama -aunque no parece tener al personaje particularmente dominado. En una entrevista con el imperdible programa "On the Media", de WNYC-NPR,  el comediante y jefe del equipo de guiones del programa, Seth Myers comentaba las dificultades de abordar al personaje. En la anterior parodia a los precandidatos demócratas, Barack Obama había sido interpretado por Barack Obama, interactuando en una fiesta de Halloween con los imitadores de sus entonces numerosos contendores y explicando que no estaba disfrazado porque no tenía "nada que ocultar". Ahora necesitaban tener a un Obama en el elenco, sobre todo con la perspectiva de que podría transformarse en el candidato Demócrata y eventualmente en el próximo presidente

Para Hillary Clinton fue una certificación -y más encima "cool"- de su queja histórica. Claro, la senadora no es particularmente una comediante, pero trató de hacer comedia en el debate del martes al citar al skit de SNL: "En los últimos debates siempre me hacen a mí la primera pregunta", dijo. "Es curioso, si alguien vio Saturday Night Live, a lo mejor le deberíamos preguntar a Barack si está cómodo o si necesita otra almohada". Cric... cric... 

Cuenta James Downey, el libretista del skit, que su teléfono casi reventó de llamadas el martes en la noche. Y que el productor ejecutivo del programa, Lorne Michaels, ya le encomendó escribir más material relacionado con la campaña para este sábado.  
¿Se habrá comprado SNL la tesis de su miembro estable Tina Fey, quien en el mismo programa apoyó expresamente a Hillary Clinton? (Fey lo hizo con gracia, claro: "Mucha gente dice que Hillary es una perra...Sí, lo es", dijo. "Y eso es bueno: las perras logran que las cosas se hagan")  

Por supuesto, SNL y Tina Fey de lado, la pregunta es si efectivamente la prensa ha favorecido tanto a Barack Obama. Probablemente sea materia de discusión por mucho tiempo, pero en la lectura constante da la impresión de que efectivamente Obama tiene mejor "llegada". Como explica Ben Smith, en Politico.com, los periodistas son por definición el grupo donde Obama tiene mejor llegada: gente con formación universitaria que viven en grandes ciudades, en su mayoría hombres y jóvenes (aunque estas dos últimas habría que chequearlas, en el caso del gremio). 

Por sentido común, es fácil entender que la de Obama es la mejor historia de la campaña -en términos de potencial narrativo: un personaje nuevo, con una historia personal potente y singular que parece encarnar cada capítulo del "sueño americano", etcétera. Y a un buen periodista le gusta contar buenas historias. A esto se suma que efectivamente su irrupción y su campaña ha sido un fenómeno, o un "movimiento", como les gusta decir (el miércoles en la mañana llegaron al millón de contribuyentes). Además, como es nuevo en este circo, tiene poco registro público en el cual indagar. Y lo que sí podría haber sido peligroso (su época de consumidor de drogas, por ejemplo) él mismo se encargó de neutralizarlo contándolo en sus memorias, que son anteriores a sus aspiraciones presidenciales e incluso parlamentarias. 

Hillary Clinton, por otro lado, tiene el problema de que es un personaje ya conocido y muy escrutado, que nunca se ha caracterizado por su calidez y cercanía, y que tiene un jefe de campaña, Mark Penn (que, por lo visto, será el gran villano de la historia de estas primarias) que ante la sugerencia de que Hillary se mostrara "más humana" dijo que "lo humano está sobrevalorado". 

¿Y usted qué opina?

lunes, 25 de febrero de 2008

¿Se terminó la carrera?


Si uno lee la
prensa política en esta última semana, es fácil llegar a la conclusión de que la históricamente disputada carrera por la nominación Demócrata ya terminó, y que el candidato elegido para enfrentar a John McCain en noviembre es el senador Barack Obama. Tal cual. 

Por cierto, matemáticamente -ese adjetivo que se suele igualar con "cierto, pero intrascendente"- Hillary Clinton tiene posibilidades de tomarse revancha y ganar la nominación; y matemáticamente es muy probable, casi seguro, que las primarias se terminen sin que ninguno de los dos candidatos haya alcanzado la "cifra mágica" de 2.025 delegados. Pero vamos, asumámoslo, nos gritan los entendidos, los "insiders", los columnistas y analistas: no hay manera de que Obama no sea el candidato. 

¿Cuál es el cálculo detrás de tan categórica conclusión? 

Hillary Clinton necesita ganar Ohio y Texas el próximo martes 4 de marzo (cuando también voten Vermont y Rhode Island). Eso para empezar. Bill Clinton lo dijo clarísimo: no hay posibilidades de seguir si no gana esos dos estados. Las cosas podrían no lucir tan mal para su campaña: en Ohio gana en las encuestas -aunque por un margen que se estrecha y que ya va en siete puntos- y en Texas... bueno, en Texas ya están empatados. El problema, su problema, es que no sólo tiene que ganar: tiene que barrer. Y eso no se ve tan probable. Paso a copiarle a Al Kamen, del Washington Post, quien el viernes pasado escribió que la carrera estaba terminada y explicó por qué: Para recuperar el liderazgo en el conteo de delegados elegidos (dígase "normales", dígase "no-súper"), Hillary Clinton necesita ganar el 58 por ciento de todos los que quedan por elegirse. Ahora, si Obama gana en los estados donde es favorito, Vermont, Mississippi, North Carolina y Oregon, Clinton necesitaría un 65 por ciento de los votos en los estados clave -repitan conmigo-: Ohio, Texas y Pennsylvania. 

Como apunta Kamen, la razón de fijarse tanto en los delegados normales y no en los superdelegados es porque parece claro que el partido -y sus super-duper-lo-que-sea- van a adoptar la vieja costumbre de hacerle caso a la mayoría (lo contrario provocaría una crisis de legitimidad con los votantes y dentro del partido). Si se trata del voto popular, Obama lleva una ventaja de cerca de un millón de votos. Si la campaña de Clinton lograra hacer valer las elecciones "de mentira" en los estados castigados de Michigan y Florida -donde Obama no estaba en el voto-, el senador aún tendría 300 mil votos de ventaja, en caso de que a alguien en el partido le importe.   

Al Kamen está tan seguro que ya llamó a los lectores a sugerir un candidato a vicepresidente que acompañe a Obama en el voto Demócrata. El mail, por si quieren ayudarle, es obamaveep@washpost.com. 

Con tal soga en el cuello, Hillary Clinton se juega por lo menos su supervivencia el próximo martes.  Y no sólo el empate estadístico en las encuestas en Texas parece preocupante para su campaña: el sistema de votación en ese estado es una mezcla de Primarias con Caucus (Tan mezclado como la comida tex-mex, bromeó Bill Scheider en CNN). La campaña de Obama ha demostrado una eficiencia arrolladora en motivar y movilizar gente, y por lo tanto los caucus son su fuerte. 

Dos piezas en la prensa del fin de semana que pintan más negras las nubes sobre Hillary Clinton. "Campaña de Clinton dividida en cuanto a la estrategia", escriben John F. Harris y Mike Allen en The Politico. La división estaría dada entre la opinión del muy, muy cuestionado jefe de la campaña Clinton, Mark Penn, y la del resto del mundo en el avión Hillary. Penn aboga por una estrategia frontal y agresiva contra Obama, enfatizando que el pobre hombre no está listo para ser comandante en jefe en un tiempo de desafíos urgentes a la seguridad nacional (Me permito recordándoles que seguimos hablando del partido Demócrata, aunque no lo crean). El resto del mundo opina que Hillary no debe ir al ataque, porque eso hasta el momento no ha resultado y porque en caso de que Obama gane la nominación le estarían dando argumentos en bandeja a John McCain para la campaña presidencial y pondrían en riesgo -oh, horror- la oportunidad de recuperar la Casa Blanca. Además, la estatura de Hillary Clinton se vería severamente dañada en el Senado, que sería el lugar donde la señora tendría que volver a trabajar. 

La otra pieza dominical, gentileza del New York Times, donde Patrick Healy escribe que en la campaña de Hillary la moral está abajo, y que algunos trabajólicos ya no lo son tanto. Ahora se permiten apagar la BlackBerry, irse a casa temprano y descorchar un vino. Tal cual. En la campaña además, según la nota de Healy, se comenta un cambio de actitud de la candidata: antes, cuando era "la inevitable", decía "cuando sea presidenta". Ahora no. Ahora les habla a sus colaboradores sobre la importancia de concentrarse en el trabajo del día a día (a lo mejor por eso después se van a tomar vino: el día se acabó). Algunos se han peleado a gritos entre sí, y los contribuyentes que actuaban como recaudadores de fondos ahora le piden a la prensa que sólo se refieran a ellos como "donantes". 

El lunes, Hillary enfrentó a la prensa con cara de "no me duele, estoy feliz de la vida" y desestimó las historias sobre la baja moral en su equipo. 

El gran Frank Rich dedicó su columna dominical del NYTimes al desastre en la campaña de Hillary Clinton, con especial mención a Mark Penn, el estratega que -según apunta Rich- aunque ha cobrado millones de dólares por sus servicios a la campaña no ha dejado de lado su trabajo normal, como ejecutivo de relaciones públicas de la firma Burson-Marsteller. Rich describe en detalle cada uno de los "malos cálculos" de la campaña, el desorden y la ineficiencia con que han salido a terreno, versus la disciplinada campaña de Barack Obama. "Esta es la candidata que repite que es tan competente que estará lista para gobernar desde el día uno", escribe Rich. 

Por el enérgico tono en sus alocuciones de ayer lunes, uno puede deducir que la doctrina Penn ganó: Hillary está yendo a la ofensiva, repitiendo frases como "comandante en jefe", "seguridad nacional" y, por supuesto, "lista desde el día uno". 

Es Hillary Clinton entrando a la semana que definirá su continuidad en la carrera por la nominación que en diciembre pasado daba por segura. El próximo martes, su éxito será seguir (políticamente) viva. 

domingo, 24 de febrero de 2008

Ralph Nader lanza su candidatura. Otra vez.


Lo ha hecho en las cuatro anteriores elecciones presidenciales y pensó ¿por qué no ahora? Ralph Nader, el abogado que construyó su reputación como adalid de los derechos de los consumidores contra las grandes corporaciones, anunció esta mañana en Meet The Press que postularía como candidato independiente en las elecciones de noviembre. Nader, quien ahora tiene 73 años, dijo que la mayoría de la gente está desencantada tanto con los Republicanos y los Demócratas, que los candidatos en carrera eran demasiado cercanos a las grandes empresas y que su postulación "moverá el poder desde los pocos a los muchos". 

Controversial personaje, Ralph Nader, sobre todo tras la traumática elección de 2000. En una elección tan ajustada que se definió por unos pocos votos en Florida (sin entrar en detalle sobre ese recuento que no fue aprobado por la Corte Suprema y que podría haber ahorrado a Estados Unidos y al mundo de ocho años de George W. Bush), Nader fue sindicado como el responsable de haberle restado votos a Al Gore, que podrían haberlo llevado a la Casa Blanca. Nader, por supuesto, siempre ha dicho que la culpa es de los que perdieron la elección, no suya (que nunca pretende ganarlas, sino "poner temas en la agenda"). Ese año, como candidato del Partido Verde, Nader sacó un 2.7% de los votos. En 2004 fue como independiente y sacó 2.4%. ¿Cuál será su techo ahora? El cielo es el límite.  

sábado, 23 de febrero de 2008

McCain y el New York Times: la pareja de la semana


La
publicación del controversial reportaje del New York Times el jueves (y el miércoles por la noche en su página web) sobre el vínculo de John McCain con la lobbysta Vicky Iseman ha dado origen a un episodio digno de libro de clases sobre edición periodística, comunicación estratégica y manejo de crisis, por lo menos. 

En corto, el reportaje del NYTimes, en el que trabajaron cuatro periodistas desde noviembre del año pasado, se trata de los temores de los asistentes de McCain sobre la manera en que deja que la excesiva confianza que tiene en su propio criterio lo haga cometer imprudencias. Imprudencias como, por ejemplo, haber sido demasiado cercano a la rubia lobbysta Iseman -quien, dicho sea de paso, es igualita a la esposa del candidato, Cindy McCain-, una representante de figuras de la industria de las telecomunicaciones. ¿Qué significa "demasiado cercano"? He ahí el corazón del asunto. Según el reportaje, los miembros de su campaña presidencial anterior, el 2000 -cuando perdió las primarias contra un tal George W. Bush- estaban convencidos de que la relación era romántica e intervinieron directamente para alejarla. Según McCain y Iseman, nunca lo fue. Pero la revelación de este episodio, ocho años después, ha sido el motivo del escándalo.  


Según la completa crónica de The New Republic, la cantidad de periodistas trabajando en la historia daba cuenta de la importancia que le atribuyó el NYTimes, y la demora en su publicación -en medio de presiones , particularmente del abogado de McCain para "matarla"- generó peleas en el diario entre el equipo y el editor general, Bill Keller. Keller decía que al reportaje le faltaban datos para respaldar las afirmaciones que ahí se hacían; los periodistas se quejaban de que el trabajo estaba hecho y que había otras consideraciones operando ahí. El abogado de McCain para esta ocasión, dicho sea de paso, es Bob Bennett, ex abogado de Bill Clinton, un político que sabe de escándalos. Como cuenta Gabriel Sherman en su crónica "The Long Run-Up" para The New Republic, el hecho de que McCain se hiciera asesorar por el abogado de Clinton levantó especulaciones de que el escándalo era real. 


El hecho de que en diciembre  el sitio Drudge Report -el mismo que hace diez años tiró la primera bomba en el caso Clinton-Lewinsky- haya contado que el NYTimes trabajaba en esta historia puede haber influido en la decisión de demorarla, pero lo concreto es que semejante demora terminó beneficiando a McCain: la sola sospecha -al menos al parecer fundada- de que tuvo una relación extramatrimonial podría haber complicado su marcha triunfal hacia la nominación Republicana. Finalmente el reportaje salió publicado -quizás presionados porque la publicación de la crónica en The New Republic era inminente- cuando McCain ya tiene la nominación en su bolsillo. Y en política, como en la comedia, el timing es determinante. 


La reacción fue desde la negación, el basureo a la calidad del reportaje -que no establece con claridad la existencia de tal relación-, a la publicación de otros reportajes y artículos relacionados (por la gentileza de la web del NYTimes, el Washington Post salió el mismo día con su propio reportaje, que agregaba otros antecedentes aunque se basaba -dando el crédito correspondiente, como debe ser- en el del NYTimes). 


La campaña de McCain, quien aunque tenga la nominación asegurada igual necesita ganarse a la base conservadora que sigue votando por Huckabee (algunos hasta especularon que este era el "milagro" que Huckabee esperaba), ha aprovechado lo que considera un ataque del New York Times para repetir un "hit" seguro con los conservadores: la acusación de que, como el Times es un diario "liberal", él está siendo víctima de una conspiración barata de ese odiado sector. A fines de enero, cuando en una tradición de la prensa norteamericana, la junta editorial del New York Times decidió apoyar la candidatura de John McCain  (y de Hillary Clinton, en el lado Demócrata), la asociación fue vista -y usada- como una "evidencia" de que McCain no era un "verdadero conservador" sino un liberal infiltrado en el partido Republicano. Fue otro de los torpedos de Mitt Romney que no funcionó. Ahora, el Times le ha dado la salida perfecta de ese entuerto al mismo McCain, al darle una excusa para victimizarse y acusar conspiración. 


Entre el timing de la publicación y esta "salida digna", John McCain puede tener bastante más de lo que desearía para agradecerle al New York Times. Eso, claro, si el escándalo no sigue creciendo: Como escribió Clark Hoyt, el ombudsman o "editor público" del diario, "sin el sexo, el Times tenía una buena historia". Esa historia es la de cuánto se vio comprometida la independencia del senador McCain, entonces a la cabeza del comité de comercio del Senado, a causa de la "cercanía" con Vicky Iseman.  Y esa historia está aún en desarrollo, con versiones sobre reuniones, llamadas y peticiones de McCain que podrían haber beneficiado a los clientes de Iseman, con desmentidos, contradicciones y, al parecer, mucho que descubrir. Es el tema de fondo para el otro electorado de McCain: los Republicanos no conservadores y los independientes, que valoran el perfil de corrección a toda prueba en el que ha trabajado McCain.  

martes, 19 de febrero de 2008

Barack Obama gana Wisconsin


El primero en darlo por ganador fue John McCain. En los resultados oficiales, Obama ganó por un margen superior al 15% de los votos a Hillary Clinton (algo digno de mención dado que en las encuestas sólo la superaba en un 4%; ¿qué pasará el 4 de marzo en Texas, donde Obama está hoy abajo por seis puntos en promedio?). Los datos de las encuestas a boca de urna resultan interesantes para ver cómo ha funcionado la campaña día a día para Barack Obama, sobre todo proyectando las peleas que podrían definir todo el 4 de marzo si el senador llegara a ganar en Texas y Ohio, ambos estados hoy en el lado de Clinton, si hacemos caso a las encuestas. 

Por ejemplo, un 62% de los votantes que decidieron en el último mes se inclinó por Obama. Eso quiere decir que eso de que mientras más tiempo para hacer campaña tiene, mejores resultados obtiene. A ver cómo van a ser esas dos semanas en Texas y Ohio. 
Un golpe a Hillary Clinton, cuyo fuerte tradicional es el trabajador golpeado por la crisis económica: entre quienes citan la economía como su principal problema, un 55% por ciento se inclinó por Obama. 

Otras preguntas de las encuestas a boca de urna: ¿El que más puede "unir el país"? Obama, por 63%.  ¿El que tiene as posibilidades de ganar en noviembre? Obama, con 63% (versus un 37% de Clinton). 

Hillary Clinton a sus partidarios en Ohio: 
"Quiero hablarles de la alternativa que tienen en esta elección: elegir a un presidente entre quien habla con palabras y quien habla con trabajo". Luego: "no necesitamos discursos, necesitamos soluciones". Luego: "las mejores palabras del mundo no son suficiente si es que no se acompañan con acciones". 

Es lo que podríamos llamar un mensaje... majadero. Pero así son las campañas. La línea de transformar la habilidad oratoria de Obama en un defecto y convertirlo en un sinónimo de vacío argumental. 

Luego cita a una madre que le mandó diez dólares y a un conservador que dice que ella puede sacar adelante al país (o sea: "¡yo sí puedo ser unificadora!"). 
El senador-que-habla bonito (según le "celebran" McCain y Clinton) salió a hablar en su propia concentración en Houston, Texas y, al menos en CNN, interrumpió el discurso de Hillary Clinton. 

Obama al micrófono
"Empezó el proceso de votación anticipada: empiecen a votar ya". Eso fue directo. Y no tan bonito. "Lleven a sus amigos y su familia", dice luego, como si estuviera vendiendo Tupperwares. 

"El cambio que buscamos está aún a meses y millas lejos, y necesitamos a la gente de Texas", dice. "El problema que tenemos no es la falta de buenas ideas; es que Washington se transformó en el lugar donde las buenas ideas van a morir", agrega más tarde. 

Luego adoptó el tono populista-económico que se ha transformado en el tenor de los discursos de ambos candidatos Demócratas, herencia de John Edwards y de la composición de los votantes del 4 de marzo: la gente que ha perdido trabajos "a causa de malos tratados comerciales como el Nafta", los trabajos que se han perdido "por las empresas que se han ido al extranjero". Después le hizo un "cariño" a los inmigrantes, punto importante en Texas: "Haremos que el tema de la inmigración siga siendo una pelota de juego en la política", dijo. "Somos una nación de inmigrantes", agregó, no muy brillantemente. 

Luego advirtió que como comandante en jefe "no dudará" en ser agresivo con quienes "nos dañen", sonando todo rudo en política exterior, lo que sin duda es uno de sus puntos débiles. Pero concluyó con su conocido argumento en favor de la diplomacia internacional y su decisión de "terminar la política basada en el miedo". 

Ya son nueve victorias consecutivas para Obama (que serán diez más rato, cuando se sepan los resultados de Hawai, donde "Barry" -como le dicen en Wonkette- nació.  Para cuando lleguen a Texas y Ohio, Hillary Clinton cumplirá un mes sin ganar. Si Obama da el golpe en alguno de esos estados, la carrera más apretada y emocionante que hayan visto los Demócratas (al menos en los últimos 50 años, según comentarios que reproducía John Dickerson en el podcast de Slate la semana pasada) estará empezando a definirse. Hillary Clinton cuenta con que sus estados cortafuegos van a cortar la fiesta de Obama.  Ahí estará la acción las próximas dos semanas. 

John McCain gana Wisconsin


No es mayor sorpresa, y a estas alturas es tan noticioso como un perro mordiendo a un hombre. Si Huckabee comienza a ganar y acercarse en la carrera de delegados, no sólo estaremos frente a una situación hombre-muerde-a-perro: estaremos frente a un milagro. Por ahora, su candidatura ya tiene una etiqueta amarrada al dedo del pie gordo, lista para la morgue. 
John McCain ya está hablando en calidad de candidato, atacando a los Demócratas para una carrera que en el otro lado aún no pueden empezar. Esta noche ha hablado mucho de... chan cha chán... Cambio. Pero no "ese" cambio, sino "el cambio correcto". ¿Qué pasó con el ingenio? "Mis amigos, no soy el candidato más joven, pero soy el más experimentado", dijo. Vaya novedad, abuelo. 
Las preguntas para McCain ahora tienen que ver con temas como el manejo del factor Bush (sobre todo ahora que el papá, George H. W. Bush le dio su apoyo explícito) y, por supuesto, como derechizar su discurso sin comprometer sus posibilidades de ganar el centro político en noviembre. 
Pero para eso queda harto tiempo.
Estamos atentos a lo que pase en el lado Demócrata (la carrera que sí está interesante) en Wisconsin. 

domingo, 17 de febrero de 2008

¿Puede el Premio Nobel lograr la Paz?


Ya estoy de regreso a mi estación de trabajo después de un viaje profesional por otras latitudes. Mis disculpas por el obligado silencio y mis agradecimientos por volver a sintonizar factor20008
El título, por supuesto (que pudo ser "Una película Gore", o "El premio Gore-do", o "El pacificador"), se refiere a Al Gore, el supra-Demócrata, ganador del Premio Nobel de la Paz por denunciar con fuerza el calentamiento global y quien ahora tiene otro problema entre manos con un calentamiento progresivo: la carrera Demócrata por la nominación del partido. 
Como se habrán enterado, en esta semana pasaron cosas importantes en las primarias de ese partido, que podemos resumir en una frase: Barack Obama lo ganó todo. Como resultado, ahora Obama lidera la carrera Demócrata, aunque por un margen estrecho. Y si antes se hablaba mucho de los delegados, ahora toda la atención -y la tensión- está puesta sobre los superdelegados, que son los delegados que pertenecen a la estructura del partido, una especie de consejo de ancianos que admite también entre sus filas a gente post-púber con un currículum de "insider" del partido (el otro día en CNN Anderson Cooper entrevistó a un superdelegado de ¡21 años!).  
En corto, se supone que en una situación tan estrecha como esta, donde es muy posible que ninguno de los dos candidatos termine las primarias con los 2025 delegados que se requieren para asegurar la nominación (y por lo tanto convertir la convención Demócrata de agosto en una lluvia de globitos azules y rojos sobre el o la nominado-a), los superdelegados, como representantes del partido -y que ya están contando en la suma de uno y otro candidato- deben desequilibrar la balanza. ¿Cómo lo deben hacer? Ja. Esa es la pregunta que tiene a las campañas peleando. Si le preguntan a la campaña de Hillary Clinton, los superdelegados deben votar por el o la candidata para la cual fueron elegidos -aun cuando ellos son por definición libres de votar por quien quieran. Claro, Clinton lidera cómodamente el conteo de superdelegados en sus filas. (Aunque uno muy prominente, el representante John Lewis,  ya anunció que votaría por Obama). 
Si le preguntan a la campaña de Barack Obama, los superdelegados no pueden distorsionar -o sea, producir un resultado distinto- que lo expresado en el voto popular, representado en la cantidad de delegados-a-secas elegidos proporcionalmente. Claro, Obama lidera cómodamente el conteo de delegados "rasos". 
Entre medio, a los superdelegados -que son cerca de 800- los llaman varias veces, todos los días, para pedirles que se plieguen a una u otra campaña. Y ellos, en vista del bastante probable escenario de que las primarias terminen sin haber elegido un candidato, ya están tratando de ponerse de acuerdo. 
Y ahí es donde entra en escena... ¡Chachán! Gore, Al Gore. El hombre Nobel es un superdelegado, por supuesto, y dado que el que solía ser el Demócrata líder espiritual, Bill Clinton, está convertido en un guerrillero de batalla peleando por la opción presidencial de su dulce esposa, Gore, Al Gore, tiene que hacerse cargo. Y ahí está, tratando de conciliar a las partes, conversando mucho y felicitándose de no haber apoyado públicamente a ninguno de los candidatos. La preocupación principal, por supuesto, es evitar que la guerra se torne tan sucia -o simplemente tan peleada- que ponga en peligro la opción Demócrata para ganar las elecciones generales en noviembre, sobre todo ahora que los Republicanos ya tienen clara -aunque no oficialmente- su carta. 
Este martes la carrera sigue en Wisconsin, estado para el que el favorito es Barack Obama, aunque su margen de ventaja en las encuestas es estrecho: apenas cuatro puntos en promedio. De todas formas ya está escrito el libreto: Hillary Clinton está jugando a que no le importa mucho Wisconsin, de manera que perdiendo por poco o ganando -que también es posible- puede hablar de un excelente resultado (tratando de parar el "momentum" de Obama, que viene en racha) en vistas de los estados que realmente le importan: Texas y Ohio, que votan el 4 de marzo y donde la senadora tiene una amplia, muy amplia ventaja. 

jueves, 7 de febrero de 2008

Lo que sigue


Una nota personal: Durante los próximos
siete días (hasta el 15 de febrero) este blog estará sin actualización. Estaré de viaje en un país que no es precisamente Estados Unidos.
Para que estén avisados, les cuento dónde serán las peleas de esta semana (y cuánto valen):

-Sábado 9 de febrero.
Louisiana. 66 delegados en juego para los Demócratas. 47 para los Republicanos.
Washington. Caucus. 97 delegados en juego para los Demócratas. 40 para los Republicanos.
Nebraska (sólo Demócratas) 31 delegados.
Kansas (sólo Republicanos). Caucus. 39 delegados.

-Domingo 10 de febrero.
Maine (sólo Demócratas) 34 delegados.

-Martes 12 de febrero. Les toca a los que literalmente viven cerca del poder.
Virginia. 101 delegados en juego para los Demócratas. 63 para los Republicanos.
Maryland. 99 delegados para los Demócratas. 37 para los Republicanos.
District of Columbia (más conocido como "D.C.") 38 delegados Demócratas. 19 Republicanos.

Hagan sus apuestas.

La guerra económica de los Demócratas



No es la economía, estúpido. Son las
finanzas de campaña. Desde antes del SuperMartes, la campaña de Barack Obama se ha empeñado en dejar en claro que tienen suficiente organización y dinero como para soportar todo lo larga que sea la carrera. Y vaya que lo ha sido. No es casual que revelaran su recaudación récord en enero (32 millones de dólares) bastantes días antes de que se cumpliera el plazo obligatorio: querían que esa señal estuviera metida -como estuvo- en los análisis que se hicieran la misma noche del SuperMartes, que se anticipaba estrecha. 
Desde el miércoles (¿super miércoles?) varios análisis han apuntado al hecho de que lo que resta del calendario de primarias, en una carrera ajustada como la de Obama y Hillary Clinton, favorece -en teoría- al senador de Illinois, y el dinero es una parte importante en esos cálculos. Al mismo tiempo se supo un dato que calzaba aún mejor con la narrativa de la campaña de Obama: la campaña de Hillary Clinton parece estar algo estrecha de dinero. Como la misma campaña admitió, la mismísima senadora se metió la mano al bolsillo y donó 5 millones de dólares a su propia causa. Junto con eso corrió la información de que los trabajadores de su campaña no recibirían su paga de enero, aunque hoy avisaron que sí les pagarían. Junto con aclarar eso, el director de la campaña, Terry  McAuliffe dijo que sólo la primera semana de febrero han recaudado 7.4 millones de dólares, y más de 4 de ellos fueron donados online inmediatamente tras el SuperMartes. 
La campaña de Obama ha recaudado 7.5 millones desde el SuperMartes, y se calcula que llegará a 3o millones al final de febrero. 
El senador Obama, consultado hoy sobre ese auto-préstamo de Hillary Clinton, no perdió la oportunidad de subrayar un punto en particular; Hillary y Bill Clinton no han hecho públicas sus declaraciones de impuestos. "Sólo diré que yo he dado a conocer mis declaraciones de impuestos -ha sido una política que he mantenido consistentemente", dijo. "Creo que el pueblo americano (sic) tiene derecho a saber de dónde vienen los ingresos de uno". 
Es a lo que uno se arriesga si saca cinco millones de dólares del bolsilo: que la gente se entere de que uno los tenía y se pregunte cuánto más tiene y de dónde lo ha sacado. 
Obama, en todo caso, necesita todo el dinero que tiene: para recaudar más, para mostrar fortaleza y, sobre todo, para atacar con todo en las primarias que quedan. Su problema es que en muchas partes sigue siendo un desconocido; por el contrario, ha demostrado que en los lugares donde pasa tiempo y multiplica su presencia multiplica también su votación. Y todo eso cuesta dinero.  
Los dejo con un "avisito" en la página de Obama. Esto en la vida real (mostrar que uno tiene más plata que su competencia) no se hace. Pero esto es política. Estúpido

Mitt Romney, fuera de carrera


Lo decidió anoche. Lo acaba de anunciar. Mitt Romney, el ex gobernador de Massachusetts que quería ser el candidato presidencial Republicano, abandona la carrera. El SuperMartes en la noche les dijo a sus seguidores que llegaría "hasta la Casa Blanca" pero ya a esas alturas era difícil creerle.
El anuncio lo hizo en su discurso en ante la Conservative Political Action Conference en Washington. 
"No es una decisión fácil para mí, odio perder", dijo. Y luego siguió con algo que en la tienda Demócrata -o las tiendas, debería decir- debe estar dando vueltas. "Si siguiera peleando hasta la Convención, pospondría el lanzamiento de una campaña nacional y haría más probable que la senadora Clinton o el senador Obama ganaran (en las elecciones generales). Y en este tiempo de guerra simplemente no puedo dejar que mi campaña contribuya a rendirse al terror", remató.   
   Con Romney fuera del camino, John McCain comienza a consagrarse como el nominado Republicano. Algo que ya estaba claro -que los Republicanos tendrían más tiempo para unirse en torno a una campaña que los Demócratas, cuya nominación puede posponerse en un par de meses más por lo menos- ahora se empieza a confirmar.  ¿Tendrá algún efecto en la carrera Demócrata este retiro de Romney? ¿Y qué dice Mike Huckabee? 
Sabremos dentro de poco. 

martes, 5 de febrero de 2008

Actualizando en vivo

3.15 am
Barack Obama ganó Missouri. Parece, con un 99% de los votos contados. En la práctica, está siendo un empate. 49% versus 48%, con Obama unos 6 mil votos arriba de Clinton. Una pelea muy estrecha que en un principio parecía en la cuenta de Hillary Clinton.  

Con esto termina esta transmisión especial
Ha sido una noche larga. Comí nachos en la casa del embajador de EEUU en Chile, lo escuché tocar "The Weight" en piano y luego llegué a mi "oficina" a pegarme a CNN, donde tuve una breve relación con Gloria Borgen, Burgen, Burger o algo así. 
No se pierdan, en sólo horas, mi muy despierta y animada participación en "Hablemos en Off". Es SuperMiércoles en Radio Duna, de 8 a 9 am en www.duna.cl o en el dial, 89.7 FM de Santiago,  104.1 en Viña del Mar, Valparaíso, Cartagena, Cachagua, etc. 
Sólo tengo que dormir un par de horas. 
Gracias. 


2.48 am
Barack Obama ganó los caucuses Demócratas de Alaska. 73% contra 27%. 
David Bergen destaca un punto que se ha repetido unas diez veces en el panel de CNN: que a Obama le va mejor a medida que se da más a conocer. Es un recordatorio de por qué una definición prolongada y una campaña bien financiada son buenas noticias para la campaña del senador. 

2.45 am
Carl Bernstein dice que el ganador de la noche es Obama, porque hasta hace sólo semanas esta noche estaba destinada a Hillary Clinton, y no fue el caso. Obama todavía tiene proyección, fuerza y dinero. "Es difícil competir contra un movimiento", dice Bernstein, haciendo eco de una frase ya dicha al respecto. 

Jeffrey Toobin: "Es muy difícil decir quién ganó esta noche en el lado Demócrata", dice el analista de CNN. Claro, Hillary ganó los estados grandes, pero Obama ganó muchos estados en partes variadas. Toobin y Gloria Borgen (mi ex), destacan que con todo el dinero que ha juntado su campaña y la fuerza que ha tomado, los Clinton deberían estar preocupado. 

A estas alturas todo eso comienza a sonar a "wishful thinking": Hillary Clinton ha probado ser una candidata extremadamente resistente. 

Los medios seducidos por Obama, apuesto usando el simple sentido común, será uno de los grandes temas de esta campaña, cuando la política pase y sea tiempo de las evaluaciones más académicas. 

2.32 am
¿Cómo quedan los delegados? 
Aún es temprano para eso, porque hay que tener la totalidad de los conteos para repartirlos. Esa será información de mañana. 
¿Quién es el perdedor de la noche? le pregunta Larry King a Gloria Borger (que ya no me gusta tanto, y si la debilidad por una mujer no soporta un trasnoche, eso no es amor. Adiós, Gloria... Dios, necesito dormir). Su respuesta: Mitt Romney

2.27 am
California, al fin. Hillary Clinton ganó California. John McCain ganó California
En el lado Demócrata: decepción para Barack Obama, que esperaba dar una pelea más estrecha. La proporción 55-33 se mantiene en su contra. 
En el Republicano: bien por McCain, pero recordemos que acá los delegados se reparten proporcionalmente. 

Missouri se define en el lado Republicano: ganó John McCain. Es muy importante para él, considerando que es un estado del sur conservador. 

2.23  am
Larry King le hace preguntas a Ari Fleisher, el ex vocero de la Casa Blanca que ahora posa de analista. Pensé que lo había visto todo. 

2.19 am
Zapping: en CNN en Español, Andrés Oppenheimer imagina un ticket Republicano McCain-Huckabee, apreciando el desempeño del pastor amigo de Chuck Norris. 

2.16 am
Es oficial: Hillary Clinton gana Arizona. Hasta el momento es 51% versus 41% de Obama. 

Missouri está voto a voto. Antes ganaba Clinton, ahora está ganando Obama por seis mil votos. Están 49 a 48. 
Para los Republicanos también está muy peleado entre los tres, pero principalmente entre McCain y Romney. Acá, para los del GOP, el que gana se lleva todos los delegados.  

California será para McCain, parece evidente, aunque aún no se proyecta "oficialmente" su triunfo. 

2.09 am
"Obama no dio un discurso de celebración, sino de exhortación", destaca Lou Dobbs en CNN, "aprovechando un horario de televisión bastante caro". Buena observación: Obama ganó en partes muy variadas del paisaje norteamericano, pero tiene que convertir eso en algo útil: sigue estando detrás de Hillary Clinton, por lo visto. 

California va en el 15% de conteo y la tendencia en favor de Hillary Clinton se confirma. 

2.00 am
Mike Huckabee gana Tennessee. El sur conservador no apoyó a McCain, pero al menos no apoyó a su rival, Mitt Romney. De todas maneras tanto triunfo de Huckabee pone algún paño frío en el entusiasmo del senador veterano.  

1.59 am
Obama ganó el estado de Colorado. 
"Quiero hablarle directamente a todos los estadounidense que aún no se unen al movimiento, que quieren unirse pero tienen miedo porque les han dicho que hay que ser escépticos: los estamos esperando porque los necesitamos", dice. Es de hecho en lo que tiene que trabajar ahora. 
"Nosotros somos a quienes hemos estados esperando", dice más tarde. Termina con una arenga. "Vamos a trabajar". 

1.56 am
Obama habla a sus seguidores en Illinois. "Tengo muchos amigos a los que mencionar", dice. "Es bueno estar en casa, que esté Michelle... invitamos a las niñas pero mi hija de 9 años me dijo: papi, sabes que eso no es mi asunto". La multitud ríe. Luego el senador da las condolencias a las víctimas de los tornados en el sur. 
"Nuestro tiempo ha llegado", dice, y sus parciales explotan. "Nueeestro tiempo ha llegado, nuestro movimiento es real y el cambio está llegando a América (sic)", sigue. 

Mientras, CNN proyecta que Obama ha ganado el estado de Utah

Sigue hablando, recorriendo el paisaje de Estados Unidos y alabando la participación. Habla de la gente decidiendo que "quizás la política ya no tiene que ser así", o algo así. "Esta vez puede ser diferente", dice. "Lo que empezó como un susurro en Springfield se ha transformado en un coro en todo el país". La gente grita que sí se puede ("yes we can"). 

La tendencia en California sigue favoreciendo a Hillary Clinton. A propósito, Obama la nombra ahora, dice que la respeta y que esta noche ha hecho un gran trabajo, pero que la gente tiene que tomar una opción: que hay que elegir entre el cambio y entre más de lo mismo. Y destaca que él puede unir a más gente en la elección general contra el Republicano. 
"Es una elección entre un candidato (quiere decir candidata) que ha tomado más dinero de los lobbistas en Washington y uno que no ha tomado un centavo, porque esta campaña ha sido financiada por ustedes". Ouch, menos mal que son amigos. Le da más pasadas con lo mismo a Hillary: que votó por la guerra, que votó apoyando al gobierno en la amenaza a Irán, etcétera. 

1.41 am
John McCain se ve muy despierto y saludable. Y le está hablando a sus seguidores. Está contento el hombre. "Creo que tenemos que acostumbrarnos a la idea de que somos los líderes en esta carrera por la nominación", dice, para júbilo de sus parciales, "y no me molesta ni un poquito". Agradece obviamente a sus colaboradores y votantes. A su esposa Cindy, una barbie, a sus hijos, a su madre -una señora que va a cumplir 96 años en dos días: McCain puede decir que la genética acredita que puede cumplir al menos un período presidencial entero. Agradece a Arizona, cómo no. Y felicita a Mike Huckabee, por supuesto, y de paso alaba a los conservadores. "Lo saludo, gobernador Huckabee", dice, agradecido. Y para no quedar mal también alaba a Romney y a sus seguidores. "Los saludo también", dice. 
"Estamos mucho más cerca de la victoria que trabajamos tanto para lograr. Confío en que llegaremos ahí", dice. 

Obama ya empezó a hablar. 

1.34 am
El milagro que esperaba en California no le va a resultar a Barack Obama. Apenas va un 7% escrutado, pero la proporción está 53 - 34 en favor de Hillary Clinton. El juego de "Barry" -como le pusieron en The Huffington Post- es perder por poco: son muchos delegados los que se reparten acá. 

1.31 am
Al fin Georgia se define para los Republicanos: Mike Huckabee gana con el 34% de los votos. Le sigue McCain con un 32%. Luego Romney con 30%.  De nuevo, buenas noticias para McCain, pero sólo por ahora: los conservadores juntos le hubieran dado paliza. Será su gran asignatura pendiente. 
Georgia reparte delegados en forma proporcional. O sea, igual McCain sumó delegados. 

1.27  am
Están discutiendo Utah en CNN -que en el lado Demócrata está muy peleado- y John King hace un chiste sobre la naturaleza Republicana del estado de los mormones: "Es la última vez que vamos a tener las palabras Utah, Demócrata y triunfo en la misma oración", dice. Se ríen hasta los camarógrafos. O alguien por ahí atrás. ¿Qué será de Magallanes, el camarógrafo risueño de Sábados Gigantes?

1.22 am
El 49% de los blancos de California ha votado por Obama. Un 43% por Hillary Clinton. 
Pero viene el factor latino: 66% de ellos votaron por Clinton. Un 33% por Obama. 
Y los asiáticos: 64% por Hillary. 

1.17 am
Carl Bernstein, biógrafo de Hillary Clinton, famoso por ser el 50% del equipo Watergate, dice que la gran historia de la noche es el cambio de historia: hace un mes pensábamos que hoy sería la coronación de Hillary. Y está lejos de ser así. 

Amy Holmes no está nada de mal. Pero sigo con Gloria. 

1.12 am
Mitt Romney gana Minnesota. Para mala "suerte" suya, este estado divide proporcionalmente los delegados, o sea, no es de esos donde el que gana se los lleva a todos. 

No culpen a la noche, culpen a SuperMartes, pero me estoy enamorando de Gloria Borger, una de las analistas de CNN. Particularmente de un gesto que hace con la boca. Y caramba, qué brillante es. 

1.10 am
Resulta que Missouri no está fácil de predecir en ninguno de los dos lados. Está muy peleado también. 

Wolf Blitzer en CNN ya ha dicho demasiadas veces que "California será el gran premio de esta noche". Pero si quieren una opinión, California será el gran premio de la noche. 

1.03 am
Mitt Romney gana los caucus Republicanos de North Dakota. 

California cerró recién. Y dicen que está peleado en los dos lados. Hot as hell. 

12.59
Hillary Clinton agradece a Bill (Clinton, asumimos), que desde su desastroso efecto en South Carolina se transformó en el hombre invisible. También felicita a Barack Obama por sus victorias de esta noche. "Espero ansiosa nuestra discusión sobre cómo mejorar este país", dice. Es una forma diplomática de decir "estoy lista para seguir peleando". Tiene estilo, senadora. 

12.55
Hillary Clinton habla a sus parciales. 
"Saben, esta noche estamos escuchando las voces de la gente a través de América (sic)", dice. Luego una serie de lugares comunes sobre la gente normal que trabaja pero no sale en las noticias. "Sus voces, sus valores, sus sueños llegarán a la Casa Blanca", promete. Destaca la gran participación. Agradece a la gente de los estados donde ganó (hasta ahora seis, oficialmente). Menciona los tornados y la gente que ha muerto. "Tonight's your night", dice, lo que me recuerda esa canción de Rod Stewart. Y luego invita a meterse a su página web. Y sigue hablando sobre gente real con problemas reales. 
¿Por qué está hablando a esta hora? 
Sigue hablando. Insiste en "estar lista desde el día uno". Les cuento si dice algo citable. 

12.42
John McCain ganó Arizona. Es su estado -de donde es Senador-, de manera que no es sorpresa. Pero esos 53 delegados no le vendrán mal. "¿Por qué se demoraron tanto en darlo como ganador?", se pregunta Soledad O'Brien en CNN, "porque fue muy peleado", se contesta ella misma. De hecho, el 47% de los conservadores votaron por Romney. 

Queda poco para California

12.35
Barack Obama gana los caucus Demócratas en Minnesota (estado donde vive mi amigo el doctor Daniel Cabrera), con un porcentaje proyectado cercano al 65%. 
Hillary Clinton va a ganar Missouri, pero todavía no es oficial.

En el otro lado, Mitt Romney está en Boston hablando sobre cómo su carrera sigue tan fuerte y tan segura, tratando de armar un discurso sobre Estados Unidos libre del mundo, sobre el ejemplo de Bush y de George Herbert Walker Bush (de Bush hijo, ni hablar). Bueno, si él no mantiene el optimismo en su campaña, quién.  Parece que habló ahora porque quería irse a acostar. 

12.31
Mike Huckabee gana Alabama. Sweet Home, Alabama, estará cantando John McCain (si no se ha quedado dormido viendo tele)
En el lado Demócrata, el triunfo de Obama en ese estado ya es oficial. 

12.30 
Tornado en Nashville, Tennessee. No es una metáfora política barata: es un tornado de verdad. Memphis también está advertido. Ya han muerto tres personas con los tornados que además han alcanzado a Arkansas y Mississippi. Del "Election Center" al "Weather Center". Como su fuera poco. 

12.27
Barack Obama gana Idaho, tierra de un excelente puré de papas -al menos "affordable" para un estudiante en Harlem- y de mi compañera Stacey Smith, cuyo destino ignoro. 75% por ciento le da un buen margen, aunque su triunfo ahí era predecible. 
Obama también confirmó su triunfo en Connecticut (esa pelea estuvo dura) y en Kansas. 
Una buena noticia para él: el resultado de New Jersey no fue tan malo: Clinton ganó con 54% versus un 44%. Bastante parejo para un estado con una buena cantidad de delegados. El daño en New York también fue controlado: 57% a 40%. Considerando los numerosos delegados que se reparten en el estado imperial y el hecho de que la senadora Clinton es la emperadora ahí, no está nada de mal.  

12.10 pm
John McCain gana Oklahoma, 38% versus 33% de Huckabee y 24% para Romney. Cada victoria de McCain es un clavo en el ataúd político de Romney.
Mitt Romney ganó Utah. Pero vamos, que un mormón no gane Utah es como si el Papa no ganara en el Vaticano (si votaran, claro, antes de que el Papa se muriera). 
Huckabee está diciendo "la gente decía que esta es una carrera de dos: sí es, y estamos en ella". Uy Romney, ¿cómo le contestas eso?
La división del voto conservador será sin duda uno de los temas de estas primarias Republicanas. 

Al otro lado: 
Barack Obama ganó North Dakota, hasta el momento con 61% versus un 37% de Hillary Clinton. 

11.50 pm
Importante: Hillary Clinton gana Massachusetts. Obama se alcanzó a hacer ilusiones con el apoyo de Ted Kennedy y John Kerry, los dos senadores Demócratas de ese estado, pero no fue suficiente. La tendencia indica que la proporción será del orden del 60-40 entre Clinton y Obama.  

11.25 pm
Ya dejé la residencia de Paul Simons (que sí sabe de música: tocó al piano "The Weight", de The Band) y estoy en el "Election Center": mi casa. 
Hasta el momento: 
Entre los Demócratas
Hillary Clinton ya ganó su estado: New York y su segundo estado, Arkansas. También ganó Tennessee. 
Lo interesante de New York: el 74% de los latinos votaron por Hillary Clinton. Obama no puede estar contento con eso. 
Obama ganó Delaware y esrá ganando por muy poco Connecticut. 
En Massachusetts, Clinton va ganando, pero faltan los números de la zona de Boston, donde vive cerca del 10% de la población. Acá hay que ver qué pasa: ¿no van a poder los Kennedy llevar a su electorado al campo de Obama? 
Todo indica que Clinton va a ganar New Jersey y Missouri y Obama va a ganar Alabama y Kansas, la tierra de su blanca madre. 
Las cosas van en general según lo esperado, pero un par de señales lucen no tan bien para Obama, particularmente considerando el "problema latino": en su propio estado, Illinois, apenas sacó el 52% del voto hispano. Poco para todo lo que lo conocen ahí. 

Entre los Republicanos: McCain ganó New Jersey y CNN acaba de darlo como ganador en New York. Gracias San Rudy, estará diciendo el caballero de la cabeza cana. Aquí es "winner takes all". 
Georgia sigue muy disputado, pero Huckabee va ganando. Eso es bueno para McCain. Las cosas van bien para McCain.