domingo, 30 de marzo de 2008

McCain y el factor Irak

John McCain tenía un problema: todos estaban pendientes de qué pasaba con Hillary y Barack, y nadie se fijaba demasiado en él. Entonces sus asesores tuvieron la idea de mandarlo de gira a Medio Oriente, Irak incluido -una guerra que él dice que Estados Unidos está ganando- y hacerlo actuar como presidente

En su viaje, sin embargo, tuvo un pequeño lapsus. Hablando en Jordania dijo varias veces que "todos saben" que Al Qaeda está siendo entrenada en Irán para luchar en Irak. Unos minutos después, su amigo el senador Joe Lieberman (un ex Demócrata convertido a independiente convertido a McCain), le comentó al oído que estaba cometiendo un "pequeño" error: Al Qaeda es sunni; el gobierno iraní es chiíta. No hay manera en que uno ayude al otro. "Lo siento, me refería a los grupos extremistas, no a Al Qaeda", dijo McCain. 
Sus asesores dicen que fue sólo un lapsus. Y potencialmente podría haberle costado, de no ser por su investidura de experto en temas de guerra por haber sido prisionero de otra: Vietnam. (Imagínense qué habría pasado si Obama comete el mismo error). 

La gira de McCain no sólo le sirvió para sacarse fotos "en terreno" y comportándose como presidente, sino también para aprovechar la cobertura a Irak, justo cuando se cumplían cinco años de la invasión norteamericana y por ende el inicio de la guerra. 

La cobertura a la guerra ha disminuido significativamente, en parte por razones de costos, porque ya no es tan noticia como antes, porque hay noticias más "calientes" como las primarias en Estados Unidos y, según los Republicanos, porque los medios sólo quieren contar malas noticias y, como se supone que ahora están ganando, no quieren informarlo. 

Esta semana el supuesto avance se complicó un poco más con la ofensiva militar del ejército iraquí-entrenado-por-Estados-Unidos contra las milicias afines a Moqtada Al Sadr en Basra. Iba a ser la prueba de fuego, la demostración de que los iraquíes estaban haciéndose cargo de sus propios asuntos gracias a Estados Unidos, o sea, que el plan norteamericano estaba funcionando. Pero se les complicó tanto la ofensiva a los iraquíes que el ejército estadounidense tuvo que apoyar con bombardeos aéreos. La batalla no sólo sigue en Basra, sino que además ha motivado protestas y atentados en el resto del país. 

Curiosamente, todo esto es una buena noticia para John McCain. Con todo el país hablando de la crisis económica -un terreno donde él se muestra débil-, McCain necesitaba que Irak volviera a la pauta. El candidato Republicano necesita que la elección de noviembre gire en torno a temas en los que se maneja, supuestamente, como el de "seguridad nacional", que en Estados Unidos es lo mismo que decir "política exterior", que es lo mismo que decir "guerra". 

sábado, 29 de marzo de 2008

¿Y cuándo se acaba todo?


No se acaba hasta que la señora gorda cante, reza el dicho -inspirado en la ópera, no malinterpreten-, y en el caso de las primarias Demócratas, no se acaba hasta que la señora Clinton se convenza. 

Como se preveía aún antes de las victorias de Hillary en Texas y Ohio (aun cuando a fin de cuentas en Texas Obama terminó ganando, en términos de delegados), Obama prácticamente ya ganó la carrera. La gran mayoría de los analistas ahora se han dedicado a hablar de las escasas posibilidades de Hillary Clinton de arrebatarle la nominación a Obama o derechamente a preguntarse cuándo irá la senadora a admitir su derrota. Algunos -como David Brooks en esta columna en el New York Times o la siempre aguda Maureen Dowd en su tribuna en el mismo diario- han especulado con la idea de que para Clinton la situación es "si no soy yo la nominada, prefiero que las elecciones generales las ganen los Republicanos". Esto porque la prolongación de una campaña donde tiene tan escasas posibilidades estaría sólo dañando al probable candidato Obama frente al seguro candidato McCain. Otros, sin embargo, aseguran que la continuación de la pelea no daña al partido Demócrata, porque al fin y al cabo le asegura presencia constante en la prensa. 

Sobre lo que pase en las próximas semanas hay un par de asuntos en los que parece haber consenso. 
-Que en las primarias de Pennsylvania, el 22 de abril, va a ganar Hillary Clinton. Tiene más de quince puntos de ventaja en las encuestas y parece muy improbable que Obama dé la sorpresa. 
-Que la victoria en Pennsylvania no le sirve a Hillary si es por menos de 20 puntos. Como todo el mundo sabe que va a ganar en ese estado, tiene que dar una verdadera paliza. Aún así seguiría abajo en la tabla de delegados y de voto popular, pero al menos mostraría que aún tiene fuerza para seguir en carrera. 
-Que tras ganar en Pennsylvania, Hillary necesitaría ganar North Carolina, el 6 de mayo. Ahí Obama tiene en las encuestas una ventaja de más de 12 puntos. Si gana Clinton, puede presentarse como una amenaza. Algunos analistas aseguran que Hillary se va a retirar de la carrera después de perder en North Carolina

Son cálculos que pueden mantener entetenida la carrera, pero para que el resultado final cambie -que Barack Obama sea el nominado Demócrata-, Hillary necesita un milagro, o un desastre, depende de por dónde se mire. 

Hillary Clinton creyó que ese "milagro" se había producido hace un par de semanas, cuando empezaron a circular videos con extractos de las prédicas del Reverendo Jeremiah Wright, el pastor que lidera la iglesia a donde asiste Barack Obama y su familia desde hace 20 años. Los extractos resultaban incendiarios para la sensibilidad "americana" -"Dios maldiga a América", decía- aunque hay que decir que para un observador extranjero su lógica no tiene nada de irracional: básicamente planteaba que Estados Unidos mató a mucha más gente bombardeando Hiroshima y Nagasaki que los que murieron en los atentados a las torres gemelas. 

Fue quizás la crisis potencial más seria que ha enfrentado la campaña de Obama -a quien Wright casó y cuyos hijos el pastor bautizó-, pero el senador la superó con destreza. El 18 de marzo se paró en el Constitution Center de Philadelphia (Pennsylvania) y abordó el tema racial en un discurso , titulado "A more perfect union" ("Una unión más perfecta"), que algunos analistas saludaron como un hito -o un hito si se llega a convertir en presidente, de la manera en que el discurso de John Kennedy sobre el catolicismo se convirtió en un hito en su propia carrera- y otros acusaron como insuficiente. Como sea, Obama dijo que no compartía los dichos de su pastor, pero que no podía condenarlo, tal como no podía condenar a los afroamericanos que se sentían y pensaban como Wright y tal como no podía condenar a su propia abuela materna, "una señora blanca que una vez me confesó que sentía miedo de los negros que pasaban cerca de elle en la calle y que a menudo expresaba epítetos raciales que me hacían tiritar". En resumen, planteó que el racismo -y los resentimientos de uno y otro lado- era un punto pendiente en la vida de Estados Unidos que su país tenía dificultades en enfrentar pero que había que hacerlo de una buena vez. Y, quizás más importante, encerró el resentimiento racial en un tema generacional: no culpemos a Wright ni a mi abuela por lo que vivieron; pero nosotros (yo, Obama) somos otra generación. Y yo (Obama) como nadie (porque soy negro y blanco) puedo sintetizar esa unión más perfecta que el país necesita. Brillante. 

Ha sido quizás el hito más importante en estas semanas sin primarias en la carrera presidencial. Primero, porque puso sobre la mesa un tema que puede ser muy complicado para la campaña de Obama en las elecciones generales: la resistencia del votante blanco asustado con los negros "extremistas". Y segundo, porque Obama salvó por el momento una crisis que podría haberlo hundido y, según muchos analistas, salió fortalecido.

Hillary Clinton pudo haber aprovechado mejor el momento difícil de la campaña de Obama, pero se topó con dos grandes contratiempos

Primero, el ex precandidato Demócrata y gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, apareció declarando su apoyo a Barack Obama. Richardson no sólo es latino, sino que principalmente es un prominente superdelegado. Y en una carrera que Hillary Clinton tiene perdida en cantidad de votaciones, cantidad de delegados y probablemente en voto popular, los superdelegados son su última esperanza. Su problema es que los superdelegados parecen estar mirando con más simpatías al senador Obama, y el apoyo de Richardson fue visto como el certificado de que los Clinton ya no eran imprescindibles ni para los más partisanos de los Demócratas (algo que antes de estas primarias era prácticamente un dogma). 

Segundo, la pillaron en una burda mentira. En enero y luego en marzo, Hillary Clinton contó una emocionante anécdota: en 1996 fue en su calidad de Primera Dama a Bosnia, y según su relato, el avión aterrizó en un momento de tanto peligro que debieron suspender la ceremonia de bienvenida y tuvieron que "correr con la cabeza escondida" porque estaban bajo el fuego de francotiradores. Una muestra más de su experiencia internacional y su paso por zonas de conflicto. Desde un principio hubo recuentos que disputaban su versión -la supuesta peligrosidad de la situación-, pero ella los desestimó. Hasta que CBS encontró el video del aterrizaje aquel... con ceremonia de bienvenida incluida, con Hillary muy sonriente saludando a una niña chica que le cantó, y muy acompañada de su hija Chelsea. Ups. Enfrentada a un desmentido tan irrevocable, Hillary se excusó diciendo que se había expresado mal, que en realidad se acordaba de que al aterrizar le comentaron en el avión que debían tener mucho cuidado porque estaban en una zona de guerra (aunque era marzo de 1996, cuando la guerra ya se había terminado). No le sirvió mucho. Hillary Clinton quedó como mentirosa. El ex Watergate y biógrafo de Hillary Carl Bernstein ya habla de "la debacle de Bosnia". 

Bonus Track: el popular senador de Pennsylvania Bob Casey, quien en 2006 ganó su puesto con un 59 por ciento de los votos, apoyó públicamente a Barack Obama. Casey es un católico irlandés, y es un líder prominente para el público esquivo de Obama: trabajadores blancos

De manera que ahora la canción se llama "Cuándo se baja Hillary". Ella sigue repitiendo que seguirá hasta la convención en Denver, el 25 de agosto. El senador y ex precandidato Demócrata Chris Dodd dice que la carrera se tiene que terminar ahora. El senador Patrick Leahy llamó a Clinton a bajarse definitivamente porque estaba afectando las posibilidades de Obama en las elecciones generales mucho más que cualquier cosa que John McCain hubiera dicho. Barack Obama dice que "Hillary puede seguir todo lo que quiera en carrera". Y Jonathan Alter, en Newsweek, escribió que Hillary ya tiene un premio de consuelo: ser gobernadora de Nueva York. 

(La foto es de Damon Winter de The New York Times. Please don't sue me, Damon).

miércoles, 12 de marzo de 2008

Obama gana las primarias de Mississippi


Tal como estaba previsto, Barack Obama ganó por un amplio margen las primarias del estado de Mississippi. Y tal como estaba previsto, el voto estuvo marcado por las líneas raciales: según las encuestas a boca de urna, el 91 % de la población negra votó por Obama (y un 9% por Hillary Clinton). La población blanca, en cambio, votó en un 72 % por la senadora Clinton, mientras que un 21 % votó por Obama. Sin embargo, al preguntarles a los votantes de Mississippi si la raza era un factor relevante en su decisión, sólo un 30 % contestó que si lo era. Y un 60 % de quienes dieron esa respuesta votaron por Obama. 

Obama ganó con un 60 por ciento de los votos, versus un 38 por ciento de Clinton. 

Ahora vienen seis semanas de campaña en Pennsylvania, estado que vota el 22 de abril y donde Hillary Clinton mantiene una cómoda ventaja en las encuestas. Obama tratará de estrechar la diferencia: aun cuando pierda, necesita no sólo mantenerse primero en la cantidad de delegados (algo con lo que puede contar), sino también en la cantidad de votos. Y en estados grandes como Pennsylvania ese conteo puede cambiar la posición relativa en ese ítem. Como las cosas están tan apretadas entre los Demócratas, Obama no puede darse el lujo de descuidar esa columna: puede ser un elemento para definir la nominación . 

martes, 11 de marzo de 2008

El estado de las cosas, antes de Mississippi


Así están las cosas en la carrera Demócrata (basándonos en el conteo de NBC). Barack Obama tiene 1.374 delegados. Hillary Clinton tiene 1.232 delegados. Es decir, Obama tiene 142 delegados más. (Para lograr la nominación necesitan 2.025).  Si vamos a un detalle: en cuanto a superdelegados, Obama tiene 215. Hillary Clinton, 254. Y aquí un dato importante: desde el SuperMartes del 5 de febrero, Obama ha sumado 45 superdelegados a sus filas. Clinton ha perdido a seis (que han juzgado que tienen que ir a donde va la preferencia de la gente. 

Más datos que le robo a NBC: En número de votos, Obama ha sumado hasta el momento 13.149.462, es decir, un 49% de las preferencias. Clinton tiene 12.550.508, que son un 47%. Es lo que se llama una "carrera ajustada". 

Es el terreno de partida para lo que viene, que pasa por dos líneas de discusión: Primero, la manera en que se decidirá el nominado Demócrata. Considerando que ninguno de los dos candidatos va a llegar a los 2.025 delegados, está claro que tiene que haber una negociación, un arreglo. ¿El que tenga más delegados? Ese tendría que ser Barack Obama. ¿El que tenga más votos? Esa podría terminar siendo Hillary Clinton, dada su ventaja en los estados más populares, y la ventaja que hasta el momento muestra en las encuestas de Pennsylvania, que vota el 22 de abril. ¿El que elijan los superdelegados? Bueno, ahí hay otra discusión: la campaña de Obama plantea que estos líderes partidarios (cerca de 800) deben votar por el candidato que tenga mayor cantidad de delegados elegidos, haciendo caso a la voluntad popular.  La campaña de Clinton dice que estos superdelegados tienen la misión de inclinar la balanza por el candidato que decidan que es más fuerte para las elecciones de noviembre. Y con la campaña del terror orquestada por la campaña de Hillary Clinton advirtiendo que si el mundo está en crisis Obama no estará a la altura de ser "comandante en jefe", eso de ser "más fuerte" esperan que sea un atributo de su candidata. 

Segunda discusión a la orden, de qué manera representar a los populosos estados de Michigan y Florida en el conteo. Ambos estados fueron castigados por el partido Demócrata por adelantar sus primarias sin permiso de la organización. Pero votaron igual. Y en ambos ganó Hillary Clinton, lo que era de esperarse considerando que, obedeciendo a la Convención Nacional Demócrata, Obama no se presentó en Michigan (su nombre no estaba en el voto) y no hizo ningún tipo de campaña en Florida. Con este nivel de disputa, esos estados pueden marcar la diferencia, y la campaña de Hillary Clinton lo sabe. Y están peleando porque ese voto sea considerado. Las alternativas que se han planteado son: repetir las primarias -que es muy caro-, hacer primarias con voto por correo -que es menos caro, pero menos confiable también-, dividir los delegados en partes iguales (lo que sería un triunfo gratis para la campaña de Obama, lo que no va a suceder) o dejar a los delegados que fueron elegidos (lo que sería un triunfo para Clinton, que corrió sola. Eso tampoco va a suceder). 

En medio, la muñeca de una campaña experimentada: Hillary Clinton primero y Bill Clinton después, mencionaron la posibilidad de que Barack Obama pueda ser el candidato a vicepresidente si Clinton es la nominada. "Sería una fórmula invencible", dijo el entusiasta Bill. Brillante movida: dar la sensación de que van a ganar inevitablemente, que son suficientemente abiertos y conciliadores como para ofrecer el puesto de vicepresidente a Obama y además cortejar a los partidarios del senador: voten por Hillary y llévese dos buenos candidatos por el precio de uno.

Obama y su candidatura han apuntado a un "pequeño" detalle: No sólo van ganando, sino que además en el caso de que terminen perdiendo no hay por qué asumir que aceptaría el puesto. "Con todo respeto; he ganado el doble de estados, he ganado más votos y he ganado más delegados", dijo Obama hoy lunes. No sé cómo alguien que está en segundo lugar puede ofrecer el puesto de vicepresidente a alguien que va primero". Además, dijo luego, "han pasado las últimas dos o tres semanas diciendo que no estoy listo para ser comandante en jefe. No entiendo. Si no estoy listo ¿cómo es que piensan que sería un tan buen vicepresidente?"

Hoy martes se realizan las primarias en Mississippi, donde se reparten 33 delegados. El favorito es Barack Obama, que no sólo necesita ganar: además tiene que capitalizar el triunfo para empezar a acortar distancias en Pennsylvania (22 de abril), donde las encuestas favorecen por una ventaja de casi 12 puntos a Hillary Clinton. 

sábado, 8 de marzo de 2008

Obama gana los caucus de Wyoming


Se trata de un estado que elige muy pocos delegados (18) y que es profundamente Republicano. Pero como están las cosas en la carrera Demócrata, un triunfo es un triunfo. 
Inicialmente la campaña de Hillary Clinton había desestimado poner demasiado esfuerzo en Wyoming, considerando que Obama tenía más posibilidades de ganar por lo impecable que ha sido su rendimiento en los caucus anteriores. La campaña de Clinton se ha quejado de que los caucus son un procedimiento que no representa correctamente a la gente -por supuesto, habría que ver si dirían lo mismo ganando-, pero esta semana, después de resucitar gracias a su triunfo en Ohio y Texas, decidieron que bien valía la pena el intento de prolongar la sensación de victoria y ver si con el vuelo le daban un golpe más a Obama. Chelsea Clinton, Bill Clinton y luego Hillary Clinton fueron a cortejar a la gente de Wyoming. 

Pero la campaña de Obama -que necesita recuperar la cara de ganador; el golpe de Ohio y Texas fue muy duro- tenía, como ha sido siempre, sobre todo en los estados donde se realizan caucus, una mucho mejor organización. Y rindió frutos: los resultados son 61% para Barack Obama y 38% para Hillary Clinton

La lógica de Hillary Clinton -quien está abajo por 123 delegados en el conteo contra Obama- es que lo más importa es qué candidato gana en los estados grandes. La lógica de Obama es que todos los estados son importantes y que el que tiene más delegados es el que debe ser el candidato nominado. De manera que hoy ganó Barack Obama. 

El próximo evento es este martes 11 de marzo, cuando se realicen las primarias en Mississippi. Obama es el favorito para ganar ahí. Y por lo tanto está obligado a hacerlo. El próximo gran enfrentamiento -gran estado, muchos delegados, gran choque- será el 22 de abril en Pennsylvania. Y ahí Hillary Clinton es la gran favorita. 

martes, 4 de marzo de 2008

SuperMartes 2: Resultados en vivo


CONCLUSIONES

 Hillary Clinton recuperó a su público. O sea, los Demócratas que ganan menos de 50 mil dólares anuales, los ciudadanos mayores y los latinos (que rindieron como se esperaba en Texas; incluso entre los latinos jóvenes, que se sabía votarían mayoritariamente por Obama, Clinton fue superada por poco). Básicamente recuperó el apoyo que ganó en el "primer Supermartes", el 5 de febrero, y que había perdido gradualmente en las primarias que constituyeron la racha de Barack Obama. Para el senador, fue perder todo lo avanzado con ese público. 

Como plantea John B. Judis en The New Republic, Barack Obama tiene un problema con lostrabajadores blancos, que Bill Clinton conquistó, pero tanto Al Gore en 2000 como John Kerry en 2004 fallaron en atraer. Es una debilidad importante a la hora de argumentar que debe ser el nominado Demócrata. 

¿Qué ganó Hillary Clinton ahora? La posibilidad de seguir en carrera, un gran argumento para convencer a los superdelegados que se queden con ella y mayor fortaleza para presionar al partido de considerar a los delegados "castigados", los que ella ganó sin competencia en los sancionados estados de Florida y Michigan. Su campaña presionará con el hecho de que ganar en los grandes estados es más importante que ganar en el conteo de delegados. Pero principalmente "ganó" la revelación de cómo atacar efectivamente a Obama. Hillary es un boxeador que encontró el punto para darle duro al riñón de su rival. Obama va a necesitar movimientos nuevos para defenderse. 

Esto sigue por lo menos hasta Pennsylvania el 22 de abril. Esa es la nueva fecha en que "podría", terminar esta teleserie. Y si no, en mayo. O si no, en junio. O si no, en agosto, cuando se celebre -o se dispute, mejor dicho- la Convención Nacional Demócrata y queden menos de tres meses para hacer campaña. ¿Hasta dónde pueden permitirse los Demócratas mantener el suspenso con todo el desgaste y guerra sucia entre medio? 


06.30 am: (Esto pasó antes, pero el autor de este blog tenía que dormir). Es oficial: Hillary Clinton ganó las primarias de Texas. Los números: 50.8% para Clinton, 47.4% para Barack Obama. Fue una noche redonda para la senadora, cuya campaña empezará a enfatizar la tesis de que la victoria en los estados más populosos es más importante que la suma de delegados (como nadie va a llegar al final de todo esto con el número requerido de 2.025 delegados, saben que la solución va a tener que ser negociada). 

El número definitivo con el que quedan en el conteo de delegados queda pendiente hasta que se informen los resultados de los caucus de Texas (donde se reparte un tercio de los delegados de ese estado), en los que Barack Obama mantenía una moderada ventaja sobre Hillary Clinton. Pero sin contar los 154 delegados pendientes por repartirse en  Texas, según los cálculos de A.P., Barack Obama sigue liderando con 1.477 delegados, mientras Hillary Clinton cuenta 1.391


02.30 am: Mientras en las primarias de Texas siguen Clinton 50, Obama 48 (con los centros urbanos donde se supone que Obama es más fuerte aún pendientes), los primeros resultados de los caucus de Texas han comenzado a informarse: con un 5% informado, Obama lidera por 56% versus un 42% de Clinton.   

La historia de esta noche ya se contó, en todo caso, y la que se fue a dormir feliz fue Hillary Clinton. La hora de las matemáticas comenzará mañana. Y no será la única asignatura pendiente en un curso al que le queda por lo menos seis semanas. 

Próximas primarias: este sábado 8 en Wyoming y el martes 11 en Mississippi. Y luego el largo y tenso camino a Pennsylvania, que vota el 22 de abril

01.44 am: Barack Obama al micrófono. Está en San Antonio, Texas. "Estamos en el medio de una carrera muy cerrada en Texas", dice. "Puede que no sepamos los resultados hasta mañana", advierte. Luego felicita a Hillary Clinton por sus triunfos. "No importa lo que pase esta noche, tenemos la misma ventaja en delegados que teníamos esta mañana y estamos en camino de ganar la nominación", avisa. "Si se puede", dice después, en español. Luego hace referencia a su experiencia como organizador social y de lo que sirve tener motivación y ganas de cambiar las cosas. 

Es su discurso clásico: "nos dijeron que no se podía, y la gente de Iowa salió a decir 'yes we can'". Habla del "movimiento" que es su campaña. Habla de las visiones diferentes que se enfrentarán en la elección general y critica a John McCain -luego de avisar que lo llamó para felicitarlo, claro-. Incorpora temas de diplomacia internacional y destaca que Kennedy y Reagan sí hablaron con sus adversarios en el mundo (refiriéndose a una crítica recurrente a sus declaraciones en la campaña). 

"John McCain y Hillary Clinton han despreciado este llamado al cambio diciendo que son elocuentes pero vacías", dice. "Pero no es mi voz, es la voz de los trabajadores..." (y menciona distintos tipos de votantes). Luego viene el cliché testimonial: "no hay nada vacío en la llamada de un estudiante que trabaja en dos partes para pagar sus estudios", etc. Y pegado el otro cliché: la plata que manda la señora pobre. Esta era más pobre que la de Hillary, recién: sólo mandó 3 dólares y un centavo. "No permitiré que nos distraigan las mismas políticas que buscan dividirnos", advierte. "Le debo lo que soy a este país. ¿Dónde más un tipo que creció cuidando cabras en Kenya podría estudiar y conocer a una mujer blanca de Kansas?", pregunta, echando mano a su biografía. "Los ojos del mundo están mirando para ver si podemos", dice (en eso tiene razón, senador; saludos). "El mundo está mirando lo que hacemos acá. El mundo está prestando atención a cómo nos manejamos, cómo nos portamos, cómo nos tratamos, qué les mostramos", dice. "¿Podemos guiar a una comunidad de naciones?", pregunta. "Hablamos, tenemos esperanza, creemos", dice. 
Se va con su canción de siempre: Stevie Wonder cantando "Sign, sealed, delivered, I'm yours". Aunque, como dijo Jeffrey Toobin en CNN después de su derrota en New Hampshire, "no hay nada firmado, sellado y repartido acá". 

En Texas siguen Clinton 50, Clinton 48. La gente de Obama tiene esperanzas en los centros urbanos y universitarios, donde hay muchos votos y su campaña es más fuerte. 

01.31 am: Hillary Clinton al micrófono. Está en Columbus, Ohio. Suena Bruce Springsteen, con "The Raising", muy apropiado (aunque podría ser "the raisin"). Subió con Chelsea. Parece que Bill sigue castigado. Habla de tropezar y recuperarse, de nunca rendirse. "Esta nación está de vuelta y también esta campaña", promete. "Vamos hasta el final".  Destaca que ningún candidato ha ganado las elecciones presidenciales sin haber ganado las primarias de Ohio. Menciona todos los estados que ha ganado en las primarias, y menciona incluso los estados donde corrió sola: Florida y Michigan. Luego con la lista de problemas: las guerras y la economía. Y la solución: "quién está lista desde el día uno". "Estamos recién empezando", dice. Y destaca los millones que aún no han votado (una nueva advertencia sobre lo dispuesta que está para seguir hasta el final). Y claro, invita a la gente a meterse a su página web (donde serán cordialmente invitados a donar). Luego aplica la fórmula: "durante un año he recorrido el país y he escuchado sus voces: la madre soltera que trabaja dos turnos..." (Podría recitarlo de memoria, Clinton y Obama lo han recitado mil veces). Después, por supuesto, llega el momento de decir que los discursos no sirven y las "acciones" (las suyas) sí. Luego el fantasma de la seguridad nacional, con aquello de "cuando hay una crisis y el teléfono de la Casa Blanca suena a las 3 am, necesitamos a alguien que esté listo para manejarlo". Se refiere a ella, por si acaso, y es el tema de su controversial y aparentemente muy efectivo comercial de televisión en el que el mensaje era, básicamente, como escribió John Dickerson en Slate, "si votas por Obama tus niños van a morir en su cama". 
Ah, y le dio gracias a Bill (cuya ausencia parece ser clave para la recuperación de Hillary) y a Chelsea. Y, tomando el papel de la triunfadora, agradece a Barack Obama, diciendo que espera con entusiasmo "seguir esta discusión". 
Después, otro cliché: el de la señora que suuestamente le envió un sobre con diez dólares y alguna nota diciendo lo pobre y esperanzada que está (un infaltable en los discursos de esta temporada).  
Luego inaugura un lema de campaña: YES WE WILL. No estoy bromeando.
Bueno, en política a nadie lo castigan por copiar. 

¿Cómo van en Texas? 50% Clinton, 48% Obama. Eso en las primarias. Para los resultados de los caucus (donde se elige un tercio de los delegados en disputa en ese estado) todavía falta.  
 
12.58 am: Es oficial: Hillary Clinton gana Ohio. Con más de la mitad de los votos contados, la senadora tiene 57% de las preferencias, versus 41% de Obama. Era lo que se preveía, y era lo que Clinton necesitaba. Obama no está en-ohio (está en Texas), pero debe estar preocupaio. Uf. (es el sueño hablando, discúlpenme) 

12. 48 am: Texas: Mientras en los locales donde se realizan los caucus reina el caos por la gran cantidad de gente que asiste, en el conteo de los votos emitidos más temprano, en las primarias, la carrera está tan peleada que con un 25% de los resultados ambos candidatos cuentan un 49% de los votos, con Hillary Clinton ligeramente adelante por un poco más de mil votos de ventaja. Es importante quién gane Texas, pero con esta lucha tan cerrada, en el conteo de delegados la diferencia difícilmente va a sufrir alteraciones. Eso puede ser bueno para Obama, que va adelante en el total, pero es preocupante también para el senador porque por primera vez la campaña de Hillary Clinton le pegó, en los últimos días, donde más le hizo daño: en temas de seguridad nacional y acusaciones de inconsistencia en su discurso. 
Aun si termina ganando Texas, la campaña que va a tener que replantearse su modous operandi desde mañana va a ser la de Barack Obama

12.20 am: Un vistazo de lo que viene: en Texas, los que decidieron su voto en los últimos tres días votaron mayoritariamente (61%) por Hillary Clinton. La agresiva ofensiva de los últimos días parece haber rendido frutos para la senadora. La campaña de Obama va a necesitar planificar muy bien sus próximas semanas. 

12.07 am: En Texas (en las primarias, no en los caucus) con un 12% de los votos escrutados, están prácticamente empatados: 50% para Obama, 48% para Clinton. Dicen que los locales de los caucus están colapsados: demasiada gente fue a votar. 

12.05 am: Se informa que a las 1.15 pm ET (3.15 pm en Chile) el Presidente George W. Bush va a recibir a McCain en la Casa Blanca. Un tema que podemos asumir que NO estará en la agenda: las primarias Republicanas de 2000. Si se acuerda, no será un buen recuerdo para el candidato McCain. 

11.58 pm: John McCain al micrófono, en Dallas. Si habla 15 minutos, este blog puede proyectar que va a usar la frase "my friends" 20 veces. Habla de seguridad nacional, servir al país, la guerra larga y difícil con extremistas, y esos temas tan Republicanos. Dice que defendió la decisión de entrar a Irak, criticó la estrategia inicial y que ahora que ya están ahí hay que arreglar el pastel sin comprometer la... seguridad nacional. My friends. Luego habla de economía, salud pública y política energética... ¡no vaya ahí, senador! Luego habla del futuro, que en su caso es una planificación de corto plazo. Ja. Y habla de esperanza ¿dónde habré escuchado eso antes?  

11.39 pm: En Texas (donde la ventaja de Obama, con un 4% de los votos informados, ha disminuido a un 53%), hay pelea. La campaña de Clinton se queja de que sus partidarios están siendo obstaculizados por los parciales de Obama en los caucus. En medio de una conferencia telefónica en que la campaña de Hillary estaba acusando los problemas, un abogado que trabaja en la campaña de Obama interrumpió para decir que estaban reclamando sólo porque estaban perdiendo. Esto va a ser peleado-peleado. 

11.33 pm: Hillary Clinton gana Rhode Island. Estaba previsto. Es la primera victoria de Hillary Clinton en casi un mes, después de 12 victorias consecutivas de Barack Obama. Hasta el momento, todo va según el libreto. 

11.25 pm: Mike Huckabee al micrófono. Dice que felictó a John McCain y le ofreció su trabajo para unir al partido y al país. "Ganó una campaña honorable, porque es una persona honorable", dice el pastor. Para ser un hombre que no cree en la evolución, hay que reconocer que con pocos recursos Huckabee aplicó cierto diseño inteligente, hasta donde pudo. Además hizo referencia a los pocos recursos con que se las arregló. Como para darle el diezmo. Se le quiebra la voz: es su momento Hillary, aunque este parece más auténtico, considerando que no tiene nada que ganar. Luego habla de lo pobre que era su familia, pero sin chistes (ya saben, del tipo "mi familia era tan pobre tan pobre que teníamos que la única vez que comíamos carne era cuando nos mordíamos la lengua"). En el blog del NYTimes le dicen Huckabye. Buena. 

11.00 pm: Paren las prensas: tras ganar Rhode Island, John McCain es oficialmente el nominado Republicano. Hace unos meses fue dado por muerto (en la carrera, no me refiero a su avanzada edad). Me imagino que le van a contar de a poco: un sobresalto a estas alturas puede ser peligroso. Ja. 

10.58  pm: Hay quince locales de votación en Ohio que permanecen abiertos en el condado de Cuyahoga, donde está Cleveland, por orden judicial. La campaña de Obama presentó la solicitud para evitar que el mal tiempo en esa parte de Ohio no impidiera a los Demócratas de Cleveland y sus alrededores votar. Como pueden adivinar, Obama esperaba buenos números en ese importante centro urbano, por eso la solicitud que el juez acogió. 

10.47 pm: Sentado con el autodenominado "Mejor equipo político" de CNN, está Carl Bernstein, biógrafo de Hillary Clinton y conocido por ser la mitad de la dupla más famosa del periodismo mundial, gracias a Watergate (Dustin Hoffman, en la película, para que se ubiquen). Si quieren ver qué piensa (sobre estas primarias, por supuesto) la otra mitad de "Woodstein", Bob Woodward, pueden verlo en vivo en la página de video de Newsweek-Washington Post, ACÁ

10.35 pm: CNN informa que probablemente mañana el presidente George W. Bush va a apoyar formalmente a John McCain como el nominado oficial del Partido Republicano. Tendría que ir McCain de visita a la Casa Blanca. ¿Buena idea, sacarse una foto abrazando a Bush? Mmm... "Es lo mejor que nos puede pasar", dicen los analistas Demócratas invitados a la mesa de CNN. 

10.25 pm: En Texas ya comienzan los caucus. En las primarias llevan sólo un uno por ciento de los votos contados y Barack Obama aparece arriba con un 58%. Además, se destaca que la participación en ese estado ha sido muy alta. Son buenas señales para Obama, aunque a estas alturas apenas es un indicio menor. Obama necesita ganar Texas esta noche -considerando que la victoria de Hillary Clinton en Ohio parece segura-; de otra manera las próximas semanas van a ser muy duras para su campaña, aún cuando siga liderando el conteo de delegados

10.02 pm: ¿Es posible que uno de los dos Demócratas llegue al número que necesita para asegurar la nominación cuando todos hayan votado? John King, en CNN, usó su pantalla mágica para decir que, por ejemplo, si Hillary gana Rhode Island, Ohio y Texas en un margen 55-45 y ganara todos los 10 estados que quedan en las próximas semanas, aún no llega al número mágico (2.025 delegados), aunque sí pasaría a la delantera. Si Obama lo gana todo, tampoco llega (aunque llega más cerca). Como decíamos antes, esta no es una guerra de matemáticas, sino de percepción. O, para hablar más a tono, de "momentum". 
Está claro que esto se va a definir con presiones y gestiones; los votos no bastan. Repitan después de mí: Su-per-de-le-ga-dos.

9.55 pm: Sólo menos de un 1% de los votos de Ohio informados, Hillary Clinton va ganando con 56% de los votos. Es poco, pero es esperable que así es como vendrá la mano en ese estado. 

9.43 pm: Algunas pistas sobre Ohio, basados en encuesta de boca de urna: los votantes sin educación universitaria votaron más por Clinton que por Obama . En cuanto a votantes con educación superar, favorecieron a Obama. Entre los trabajadores no sindicalizados, entre Obama y Clinton empataron. Entre los trabajadores que sí están sindicalizados, votaron más por Hillary. Mala señal para Obama, que fue apoyado por los más poderosos sindicatos del estado. Las cosas indican que la fortaleza prevista de Hillary Clinton en Ohio está cumpliéndose. 

9.32 pm: John McCain gana Ohio. Está a instantes de lograr la "cifra mágica" que lo convierte oficialmente en el nominado Republicano. Y Mike Huckabee (que sigue en carrera, por si lo han olvidado) tendrá que renunciar al milagro que estaba esperando. Eso sí que era fácil de adivinar.

9.00 pm: Obama gana Vermont, como se esperaba. Es una proyección, de manera que no sabemos aún las cifras.
Ah, y en el lado Republicano John McCain ganó Vermont. Pero ahí sí que no hay suspenso. 
Falta media hora para que cierren las urnas en Ohio. Se espera que esos resultados, en todo caso, sean lentos, porque en ciudades como Cleveland tienen que contar votos de papel (Cleveland y Chile, ahí hay algo en común). 

La noche será larga, no sólo por Cleveland, sino porque en Texas, con su sistema mixto de votación, sabemos que las primarias, en las que se eligen 126 delegados, cierran a las 8pm (10 pm, hora de Chile), pero luego vienen los caucus, en el que se eligen 67  delegados . 

SuperMartes 2: Guerra de percepciones


La guerra en la
política es una guerra de percepciones, y esta noche -y el resto de la semana- veremos ese principio puesto en práctica. A menos de dos horas del cierre de los locales de votación en Ohio, Texas, Vermont y Rhode Island, vemos cómo ambas campañas han ajustado sus discursos frente a lo que podría venir.

-Si Hillary Clinton gana Ohio y Texas, dirá que está de vuelta, y la historia será "el regreso de Hillary", "Comeback girl", "Hillary da el golpe y frena a Obama", etcétera. Es lo que quiere obviamente su campaña, consciente de que aún si ese resultado se da en el esquema ganar-perder, en la práctica, en el conteo de delegados, es muy poco lo que puede acortar la brecha que la separa de Obama. Pero esta semana, y proyectando lo que viene después, es el relato lo que cuenta. O eso dirán en la tierra de Clinton. Y la campaña de Obama, por su parte, se esforzará en dar cuenta de que la ventaja en el conteo de delegados sigue siendo para su candidato, y que queda menos tiempo para definir al nominado.
De hecho, puede darse el caso de que Obama gane más delegados que Clinton en Texas, aun perdiendo en número de votos. O puede que pierda las "primarias" de Texas, pero gane los "caucus" de Texas, dado el sistema mixto de votaciones. 

-Si Clinton gana Ohio y Obama gana en Texas. Será complicado. Ambas campañas reclamarán triunfos. La de Obama dirá que ya es tiempo de que Hillary baje su candidatura para que esta disputa (que en los últimos días se ha puesto muy sucia y agresiva) no siga dañando las posibilidades Demócratas de llegar a la Casa Blanca. Se dice que sería el momento en que prominentes líderes del partido empezarán a apoyar a Obama y presionar por la bajada de Hillary. Además, recordarán las palabras del mismísimo Bill Clinton, quien dijo que si Hillary no ganaba Ohio y Texas no tendría posibilidades de seguir. Gracias, Bill. 
En la campaña de Hillary Clinton, quien ayer dijo que estaba lista para una batalla larga, destacarán que Hillary sigue en carrera, que está preparada para dar el gran golpe en la próxima gran ciudad: Pennsylvania (22 de abril). En todo caso, tendrán una gran presión que sacarse de encima. 

-Si Obama gana Ohio y Texas. Parece muy improbable. Pero si eso sucede, es el fin de la historia. Aunque Hillary Clinton insista en que el juego sigue, se cree que sería imposible que resistiera la presión de "bajarse". 

-¿Qué pasa con Vermont y Rhode Island? No son relevantes esta noche, a menos que el resultado lógico se quiebre. Se espera que Obama gane en Vermont y Clinton en Rhode Island. Si eso no sucede, será una noticia, aunque siempre en el campo de las percepciones, no de la suma de delegados. 

Finalmente, la pregunta es: ¿Qué es ganar? Fríamente mirando, ganar la mayor cantidad de delegados. O terminar la jornada con mayor número. Pero en la guerra de las percepciones, es sacar más votos y "resucitar". Adivinen quién cantará qué canción.  

Estaremos... a quién engaño, estaré actualizando un posteo con resultados a medida que vayan conociéndose. Mañana me uniré a los próceres de "Hablemos en Off", de Radio Duna, para comentar resultados, pasadas las 8 am, hora de Santiago. 
(El montaje fotográfico de AP lo tomé prestado del Huffington Post. Gracias, Arianna

domingo, 2 de marzo de 2008

Hillary visita a sus amigos de SNL


Ya mencionamos que Hillary Clinton tiene "llegada" con el equipo del clásico humorístico "Saturday Night Live". En el programa del sábado pasado decidió dar una muestra más de su humanidad y buen sentido del humor y fue en persona a participar en el programa.

-"¿Cómo está su campaña?", le preguntó Amy Poehler, su versión SNL.
-"Muy bien. ¿Por qué? ¿Qué has escuchado?", contestó la senadora.

En este link pueden encontrar la "toma dos" de "Meet the Press", que los panelistas del programa grabaron sólo para la web (interesante movida: se acabó el tiempo en la tele, pero pueden seguir en internet) y en el que muestran y comentan la aparición de Hillary en el show de SNL la noche anterior, destacando que la senadora necesita mejorar su llegada con el público juvenil (dadas sus cifras, "juvenil" significa "sub 50"). Todo en uno.

A horas del "SuperMartes 2"

Es el inicio de la que podría ser la semana decisiva para la carrera Demócrata. El próximo martes 4 de marzo votan Texas, Ohio, Vermont y Rhode Island. El resultado en los dos primeros estados va a determinar cómo sigue la carrera... si sigue

Actualmente, en Texas, en las encuestas Barack Obama y Hillary Clinton están empatados (Obama tiene en promedio una ventaja estadísticamente insignificante: un punto). En Ohio, Clinton tiene una ventaja de cuatro puntos en promedio. El problema para Hillary Clinton es que en Texas el sistema de votación -que es "mixto", o sea, la gente vota en primarias en el día y luego, en la tarde, participa en "caucus" para elegir una fracción más pequeña de los delegados- favorece a Obama, porque su campaña ha probado ser más efectiva en organización en terreno y movilización de votantes. 

De manera que el martes Texas será el epicentro de la expectativa. O de la esperanza, para algunos. Un vistazo resumen de lo que está en juego: 

Bill Clinton estaba tratando de motivar al electorado cuando el 20 de febrero dijo: "Si ella (Hillary) gana en Texas y Ohio, creo que será la nominada. Si no gana ambos estados, no creo que pueda serlo". En la primera parte estaba un tanto confundido: lo que ganaría Hillary Clinton en caso de quedarse con la victoria en esos dos estados no sería la nominación, sino la posibilidad de seguir en carrera. Y ganará el título de "la que está de vuelta", lo que le permitiría presentarse como una candidatura "heroica". Los números que necesita son mucho más complicados que simplemente tener la mayoría en esos dos estados del "Supermartes 2". Pero Bill Clinton tenía razón en la segunda parte de su afirmación: si Hillary Clinton NO gana AMBOS estados, su candidatura empezará a oler tan mal que no necesitará de estrategas políticos, sino de investigadores forenses. 

El viernes pasado, sin embargo, la campaña de Hillary Clinton trató de dar vuelta la presión, con un comunicado en el que aseguraban que si Barack Obama NO gana los cuatro estados que votan el martes 4, después de todos los recursos y toda la campaña que ha hecho ahí (¿no es lo que hace cualquier candidato?), sería una señal de "hay un problema" con la campaña de Obama. 

Parece una manera bastante burda de invertir la balanza. Pero hay algo en lo que tienen razón: Obama es ahora el favorito -y para muchos el inevitable, el que ya ganó- y cualquier obstáculo en cerrar el asunto de una vez por todas sería indudablemente un tropiezo que lo pondría a prueba. 

Lo que más preocupa a los líderes Demócratas es qué pasará en el partido si la pelea sigue. "Hillary Clinton está como los Beach Boys cuando llegaron los Beatles: no puede creer que llegó alguien nuevo a tomar su lugar", dijo muy apropiadamente Bob Shrum en Meet the Press, el clásico dominical de NBC. "Hay una gran lucha dentro del partido, entre el viejo orden y el nuevo orden que está emergiendo", sentenció. Shrum, un estratega Demócrata de larga data que ha trabajado con John Kerry y Ted Kennedy comentó que incluso quienes apoyan a Hillary Clinton le han comentado que prefieren que si su candidata pierde este martes, pierda en Texas y en Ohio, para que la carrera se termine de una vez. 

Por supuesto, es lo que quiere la campaña de Obama también: dar el golpe definitivo. Y, como cuenta esta nota de Adam Nagourney en el New York Times, está invirtiendo el doble que la campaña de Clinton en Texas y Ohio. Y hoy fue el día de exigencias: tanto los Demócratas que apoyan a Obama (cómo no) como otros líderes que no han apoyado a ninguno de los dos, comoel ex precandidato Bill Richardson, pusieron presión en la campaña de Clinton. Como dijo Richardson: "El martes es el Día D".