John McCain tenía un problema: todos estaban pendientes de qué pasaba con Hillary y Barack, y nadie se fijaba demasiado en él. Entonces sus asesores tuvieron la idea de mandarlo de gira a Medio Oriente, Irak incluido -una guerra que él dice que Estados Unidos está ganando- y hacerlo actuar como presidente.
En su viaje, sin embargo, tuvo un pequeño lapsus. Hablando en Jordania dijo varias veces que "todos saben" que Al Qaeda está siendo entrenada en Irán para luchar en Irak. Unos minutos después, su amigo el senador Joe Lieberman (un ex Demócrata convertido a independiente convertido a McCain), le comentó al oído que estaba cometiendo un "pequeño" error: Al Qaeda es sunni; el gobierno iraní es chiíta. No hay manera en que uno ayude al otro. "Lo siento, me refería a los grupos extremistas, no a Al Qaeda", dijo McCain.
Sus asesores dicen que fue sólo un lapsus. Y potencialmente podría haberle costado, de no ser por su investidura de experto en temas de guerra por haber sido prisionero de otra: Vietnam. (Imagínense qué habría pasado si Obama comete el mismo error).
La gira de McCain no sólo le sirvió para sacarse fotos "en terreno" y comportándose como presidente, sino también para aprovechar la cobertura a Irak, justo cuando se cumplían cinco años de la invasión norteamericana y por ende el inicio de la guerra.
La cobertura a la guerra ha disminuido significativamente, en parte por razones de costos, porque ya no es tan noticia como antes, porque hay noticias más "calientes" como las primarias en Estados Unidos y, según los Republicanos, porque los medios sólo quieren contar malas noticias y, como se supone que ahora están ganando, no quieren informarlo.
Esta semana el supuesto avance se complicó un poco más con la ofensiva militar del ejército iraquí-entrenado-por-Estados-Unidos contra las milicias afines a Moqtada Al Sadr en Basra. Iba a ser la prueba de fuego, la demostración de que los iraquíes estaban haciéndose cargo de sus propios asuntos gracias a Estados Unidos, o sea, que el plan norteamericano estaba funcionando. Pero se les complicó tanto la ofensiva a los iraquíes que el ejército estadounidense tuvo que apoyar con bombardeos aéreos. La batalla no sólo sigue en Basra, sino que además ha motivado protestas y atentados en el resto del país.
Curiosamente, todo esto es una buena noticia para John McCain. Con todo el país hablando de la crisis económica -un terreno donde él se muestra débil-, McCain necesitaba que Irak volviera a la pauta. El candidato Republicano necesita que la elección de noviembre gire en torno a temas en los que se maneja, supuestamente, como el de "seguridad nacional", que en Estados Unidos es lo mismo que decir "política exterior", que es lo mismo que decir "guerra".
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