Mostrando entradas con la etiqueta POLÍTICA INTERNACIONAL. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta POLÍTICA INTERNACIONAL. Mostrar todas las entradas

martes, 23 de septiembre de 2008

Palin fue al extranjero


O sea, a Nueva York, lo más parecido al extraño, amenazante, intolerable y sucio mundo exterior para los conservadores a los que representa. La foto es de su entrevista con Henry Kissinger, quien, controvertido y todo, debe ser de las mentes más ilustradas y elaboradas que haya producido la política Republicana. Un mundo de diferencia, literalmente. 
Pagaría por la opinión sincera de Kissinger sobre Palin. 

Palin estuvo en Nueva York aprovechando la presencia de los líderes internacionales enla asamblea general de Naciones Unidas. Fue su "baño de política exterior", debutando en las reuniones con jefes de Estado. Estuvo con Hamid Karzai, el presidente de Afganistán, y Álvaro Uribe, de Colombia. 
Pagaría por esas primeras impresiones también. Las de los presidentes. 

A la prensa se le permitió presenciar la primera parte de la conversación con Karzai. Fueron 30 segundos, en los que hablaron del hijo recién nacido de Karzai. "¿Cómo se llama?" dijo Palin. "Mirwais, que significa 'la luz de la casa", respondió el presidente afgano. "Oh, qué lindo", exclamó la candidata. Después se invitó a la prensa a abandonar la sala, privándola de lo que debe haber sido un interesante intercambio de puntos de vista sobre geopolítica, las acciones contra los talibanes, las consecuencias del desorden político y el reciente atentado en Pakistán y el legado de pensadores como Kant, Maquiavelo, Metternich y George W. Bush. De seguro tuvieron un tema en común: Rusia, un país que se debe "ver" muy distinto desde Afganistán que desde Alaska.  

La autorización para que la prensa sacara fotos e imágenes en video de las reuniones pero no pudiera tener "presencia editorial" (periodistas o productores) generó una protesta de parte de los medios. Pero como en el discurso de la campaña Republicana los medios son lo más parecido al demonio liberal, no deben haberse sentido demasiado.

domingo, 6 de enero de 2008

New Hampshire: un fin de semana de debates



El sábado debatieron. Demócratas y Republicanos. Incluso se saludaron, todos contra todos, cuando un grupo tenía que dejar el escenario que ocuparían los otros. Y ahí, cuando los candidatos demócratas saludaban a los republicanos, uno a uno, como los equipos de fútbol después de cantar la canción nacional y antes del partido, uno podía guardar la foto -mental, por lo menos- para imaginar quién enfrentaría a quién en noviembre. ¿Obama y McCain?  ¿Clinton y Giuliani? 
En los debates -organizados por ABC News, Facebook (sí, Facebook) y la cadena local WMUR- los candidatos sabían que era el momento de jugar sus cartas en una carrera de cinco días, sobre todo para quienes -como Romney en un lado y Hillary Clinton en otro- los resultados de Iowa resultaron preocupantes. 
Hillary Clinton, como había anunciado, subrayó diferencias con Obama en cuanto a la experiencia y lo confrontó por lo que ella llamó un constante cambio de opinión en materias importantes. Lo interesante fue que Obama no contestó disputando el detalle de sus dichos, sino que siguió con su nueva canción: la unidad. En vez de seguir distorsionando el récord de cada uno, tenemos que fijarnos en los desafíos que tenemos por delante, dijo. Es interesante porque esa es la canción de quien va primero (era lo que decía Hillary Clinton cuando las encuestas la daban como nominada "inevitable"), y porque, habiéndose apropiado de EL tema de la campaña -el "cambio", un hit en ambos partidos, como se vio en Iowa-, ahora Obama está agregando una nueva canción a lo que espera sean sus "grandes éxitos": la unidad. ¿Y cómo contestarle a Hillary entonces? Bueno, para eso estuvo John Edwards, quien salió en defensa de Obama, aludiendo a su común interés por... el cambio, adivinaron. "No le escuchaba decir esas cosas cuando iba primera", le espetó Edwards a la senadora. 
Entre los Republicanos, lo que encendió los ánimos fue la política exterior del presidente Bush (un logro, dado que en los debates anteriores ni siquiera lo nombraban). El tema dio pie para que el atacado fuera Mike Huckabee, quien hace unas semanas publicó un artículo en la revista Foreign Affairs en la que criticaba la política exterior de Bush, llamándola una "mentalidad arrogante de bunker". Para sus contendores, no se podía hablar así de un presidente que había actuado "en defensa de todos nosotros" (ellos). Las posicines se encendieron más cuando hablaron de el que ya en debates pasados surgió como el gran tema decisivo para los Republicanos: la inmigración. En esta pelea, era principalmente McCain -quien apoyó la reforma migratoria de Bush hace unos meses, que fracasó justamente por falta de apoyo republicano- contra Romney, quien acusa a McCain de propiciar una verdadera amnistía para los ilegales. 
Un punto interesante fue cuando, hacia el final del debate, un periodista les preguntó por Barack Obama. Cortésmente, coincidieron en criticar sus posiciones -no es sorpresa, son republicanos hablando de un demócrata liberal- y, principalmente Giuliani, su "falta de experiencia". Una canción bastante parecida a la de Hillary Clinton. Cómo puedan -o no puedan- atacar los republicanos a Obama es un tema interesante, porque la campaña de Clinton ha insistido en que ésa es una de las principales debilidades del senador negro: a diferencia de Hillary, que ha resistido 20 años de ataques republicanos-, Obama estaría en una posición demasiado vulnerable, por lo que su nominación pondría en riesgo la oportunidad de los Demócratas de ganar la Casa Blanca en noviembre. Eso según la campaña de Hillary, insisto. Romney incluso destacó algo positivo de Obama: su mensaje de... cambio, adivinaron de nuevo. El mormón destacó que Obama representaba el cambio contra el establishment de Washington, igual que él. Tal cual: él es el cambio, McCain es el viejo de Washington.
Hoy los Republicanos debatieron de nuevo. La nota del New York Times sobre el encuentro destaca cómo Romney aprovechó cada oportunidad para criticar frontalmente a Huckabee y a McCain. Según escribe Johnatan Martin en The Politico, el debate -en el que se vio mejor parados a Romney y a McCain- estuvo más bien aburrido, demasiado "civilizado", quizás porque era una secuela del sábado, aventura Martin. Quizás es porque estaban en casa: organizaba la cadena Fox News

sábado, 29 de diciembre de 2007

El efecto Bhutto


Cuando dicen que todo puede pasar es que todo puede pasar. Y cuando dicen que las primarias -y el Caucus de Iowa- se definen a último minuto, es realmente el último minuto. 
El asesinato de la ex primera ministra de Pakistán Benazir Bhutto dio pie para una galería de declaraciones de los candidatos demócratas y republicanos. Algunos apelaron al clásico "yo la conocía", y Hillary Clinton por el lado demócrata y John McCain por los republicanos podían decir eso. Hillary incluso tiene imágenes con ella, lo que siempre es un bonus point. 
Las campañas de Obama y Clinton sigiueron enfrascándose en discusiones no sólo en cuanto al valor de la "experiencia en política exterior", sino en quién ha "politizado" la muerte de Bhutto, una acusación bastante obvia en medio de una campaña... política. 
El candidato demócrata Bill Richardson llamó a cortar toda ayuda de Estados Unidos al régimen de Musharraf, y Rudy Giuliani saltó al que es sin duda su tema favorito: el terrorismo, lo que lleva al "9-11", que es básicamente EL día en torno al cual está edificada su candidatura presidencial. Por si caben dudas, ahora, en la recta final de Iowa, Giuliani volvió a Iowa (donde prácticamente no ha hecho campaña, resignado) y estrenó nuevos avisos que apelan su tema único: 9-11. 
Sumando y restando, el efecto Bhutto podría ser determinante en la carrera. Primero, porque a los norteamericanos les encanta sentir que su presidente -y quien aspire a serlo- será también lo que tan majaderamente llaman "el líder del mundo libre". De manera que se impresionan cuando alguien suena "presidencial". Puntos para Hillary Clinton y McCain ahí. Y de rebote, Giuliani. Pero más importante, el efecto Bhutto movió el centro de la campaña de nuevo: si hasta hace unas semanas se había trasladado a los atributos personales y capacidad de proyectarlos en la Casa Blanca y al futuro (Huckabee y Obama se podían beneficiar de eso), ahora ha vuelto a la tríada experiencia internacional-terrorismo-seguridad nacional
  De manera que Hillary Clinton, John McCain y hasta Giuliani (que venía en baja violenta), pueden tener bastante que agradecerle a los asesinos de Bhutto, si me perdonan la franqueza. 

viernes, 28 de diciembre de 2007

La famosa "experiencia en política exterior".


En el blanco invierno de Iowa y New Hampshire, una de las más grandes bolas de nieve que los candidatos se han lanzado lleva la frase "experiencia en política exterior". Ha sido tema -transversal, por lo demás, dado que la pelea se da en ambos partidos-, porque aunque ninguno de quienes corren en sus respectivas primarias ha sido presidente, algunos dicen tener más experiencia en política exterior que otros. En esto, claro, han llegado hasta el absurdo: ex gobernadores como Mike Huckabee (Arkansas) y Mitt Romney (Massachusetts), por el lado Republicano, y Bill Richardson (actual gobernador de New Mexico), por el Demócrata, además del ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani, se ufanan de la cantidad de "líderes extranjeros" con los que se reunieron en sus respectivos mandatos y hasta de los viajes que han hecho (Giuliani incluso se jacta de los clientes extranjeros que ha tenido en su firma, Giuliani Partners, lo que no parece una muy buena idea dado los dudosos tratos de su rentable negocio). Algunos tienen más credenciales, claro: Bill Richardson (latino, dicho sea de paso), fue embajador de Estados Unidos ante la ONU, en el gobierno de Bill Clinton. El republicano John McCain es veterano y ex prisionero de guerra -un salvoconducto para hablar de política exterior y guerra, que es como lo mismo-, y en el senado se ha destacado en esos temas. Entre los Demócratas, otro que tiene el peso de la experiencia es el senador Joe Biden, veterano legislador que hoy preside el Comité de Relaciones Internacionales del Senado. 
Romney, que igual reconoce que tiene poca experiencia, esta semana se ganó el premio a la intervención más atinada al decir que en este tema "no se necesita experiencia, se necesita criterio". Obvio, pero parece que alguien tenía que decirlo.
Hillary Clinton es otra historia. Ella ha insistido a lo largo de la campaña que haber sido la primera dama no sólo le dio "experiencia ejecutiva" -otra frase muy manida en la campaña-, sino también mucha experiencia en política exterior. No le debe haber caído muy bien el chequeo que el New York Times hizo esta semana de esa supuesta experiencia, en el que se estableció que en las decisiones más difíciles en el tema del terrorismo internacional debió tomar Bill Clinton (si bombardear Afganistán y Sudán en 1998) , el presidente y la primera dama estaban distanciados, escándalo Lewinsky mediante. Claro, es cierto que ella viajó y estrechó un montón de manos en el camino. Pero si le hacemos caso a lo que ella dice de sí misma, vendría a ser una primera dama que prácticamente cogobernó.
Y como la pelea de Hillary es con Barack Obama -y vice versa-, éste ha aludido a la mejor defensa para su falta de experiencia: esa es la gracia, porque yo soy el cambio, dice él. De qué sirve seguir haciendo las cosas como se han hecho los últimos 20 años -adentro y fuera del país- si estamos en tan mal pie. Obama, en su discurso, es la nueva manera de hacer y pensar las cosas. Además, Obama ha recordado que el trabajo de primera dama no es precisamente crucial ni influyente en estas materias. 
La pelea entre Hillary Clinton y Barack Obama en cuanto a la política internacional ha escalado al punto de enganchar en una guerra de nombres: quién tiene más expertos asesorándolos y apoyándolos. Obama dijo que la mayoría de los especialistas de la administración Clinton estaban ahora con él y dio a conocer una lista de 45 nombres. Hillary contraatacó con 75, y prometió 80 más. 
En esta última semana de campaña (el próximo jueves es el Caucus de Iowa), el asunto de la "experiencia en política exterior" se vio repotenciado -como si hubiera necesitado potencia- por el asesinato en Pakistán de la ex primera ministra Benazir Bhutto. Además de mandarle las condolencias a la familia Bhutto y al pueblo de Pakistán, cada candidato tuvo su papel en el concierto de declaraciones y reacciones. Y unos gritaron más fuerte que otros, como les contaré en el siguiente posteo.