Mostrando entradas con la etiqueta california. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta california. Mostrar todas las entradas

martes, 5 de febrero de 2008

HOY ES SUPERMARTES


Como dijo Tim Russert el domingo en "Meet the press": "Niños, es Navidad".

El SuperMartes -o SuperTuesday o SuperDuperTuesday o TsunamiTuesday, como le han dicho- ya es hoy y hay tanto que cuesta decidir por dónde empezar. Pero partamos con lo básico: Qué debería pasar hoy (aunque ya verán que es un encabezado tramposo). Es algo que podrán encontrar en muchas partes, pero privilegiemos la claridad a la originalidad.


En el lado Republicano: Esta es la parte fácil. Se espera que esta noche -y/o mañana en la mañana- John McCain esté destapando champaña. Es quien llega lejos con más probabilidades de ganar hoy, por sobre su único rival real, Mitt Romney. No sólo tiene una clara ventaja en las encuestas nacionales (que sirven sólo de referencia, ya que las elecciones son por estados), sino que además es más fuerte en los estados en los cuales el sistema de elección de delegados es "el ganador se lleva todos". El drama de Romney es que en muchos estados donde es fuerte, la repartición de delegados es proporcional. O sea, McCain igual sumaría delegados. Romney se ha jugado todas sus fichas en encarnar el voto anti-McCain, un personaje aborrecido por los conservadores que rechazan sus posturas "liberales". Ese chantaje -"si no soy yo se van a tener que resignar a McCain"- le quita votos al otro conservador en carrera, el pastor Mike Huckabee. A su vez, los votos de Huckabee ayudan a McCain, porque le restan apoyo a Romney. En resumen, esperen una celebración de John McCain, que espera demostrar que a los 72 años sí se puede tomar champaña.

Dónde va a estar la acción Republicana hoy: Massachussets es el estado donde Mitt Romney fue gobernador. Si el hombre pierde ahí, es el fin del fin porque es el colmo de los colmos. Eso parece ficción, en todo caso: Romney avenaja en las encuestas por más de 20 puntos a McCain. La mala noticia para el mormón es que en este estado la repartición es proporcional. California: Sobre todo tras el apoyo de Schwarzenegger -suena de película ¿no?-, McCain debería estar cómodo, pero Romney prácticamente lo ha igualado en las encuestas. Si McCain pierde, se va a preocupar. Y a su edad eso puede ser peligroso. Georgia y Tennessee: Con los conservadores como activos e históricos anti-McCain, el senador deberá demostrar en los votos cuánto ha podido conquistar a su enemigo interno. Si le va mal, se ven mal también sus probabilidades en noviembre: necesita el apoyo conservador sí o sí. Afortunadamente para él, existe Huckabee para robarle votos conservadores a Romney. En ambos estados McCain aparece ganando, aunque por pocos puntos. Pero Huckabee y Romney suman más que McCain, lo que significa que si los conservadores optan por el "voto útil" van a hacer temblar al veterano. Ambos estados reparten proporcinalmente.


En el lado Demócrata. Aquí sí que está difícil. Hasta hace sólo un par de semanas, estaba escrito que hoy Hillary Clinton terminaría con muchas razones para celebrar, aunque lejos de tener la nominación asegurada. En ese escenario, el juego de Barack Obama era mantenerse en carrera, perdiendo en una proporción similar a 60-40. Esta semana, y más precisamente este fin de semana, el panorama ha cambiado radicalmente. Ahora están técnicamente empatados en las encuestas. Ya les contamos del emblemático estado de California -el estado que elige más delegados hoy-, donde hoy Obama aparece on una ventaja promedio de 1.2 puntos. De manera que lo que sí se puede adelantar para hoy en esta verda es: a) Ninguno va a ganar. Aun el que elija más delegados o el que saque más votos, lo hará por un margen muy estrecho. b) Los dos candidatos van a decir que ganaron. Esta es la noche de los estrategas de imagen, asesores comunicacionales y en general los poseedores del don de la palabra. Lo más claro es que el proceso de nominación Demócrata prácticamente empieza hoy, y se podría extender por marzo y abril, según cómo se den las cosas. Incluso puede que se decida en la mismísima Convención Nacional Demócrata en agosto. Qué tal.

Dónde va a estar la acción Demócrata hoy: En general, donde Obama -que es el que viene "de abajo" esté disputando la supremacía Clinton. El sistema proporcional de repartición de delegados garantiza resultados apretados y ganancias incluso para quien pierda un estado. California. Si quedan parejos, es triunfo de Obama. Si gana Obama, es toda una "victoria psicológica". Además de real, claro. New Jersey: Lo más lógico es que gane Hillary Clinton, pero su ventaja en los últimos días ha ido disminuyendo. Perder por poco es un triunfo para Obama. Arizona: Hillary Clinton tiene una ventaja de seis puntos en las encuestas. Debería ganar por el apoyo de los latinos, pero Obama ha crecido, ayudado por el apoyo de la gobernadora Janet Napolitano. De nuevo, si Obama pierde por poco ya celebra. Massachusetts: Otro estado Clinton por naturaleza, pero donde Obama ha estrechado distancias con el gentil auspicio de Ted Kennedy y su familia. Hoy, Clinton tenía una ventaja de siete puntos sobre Obama.


Si la tecnología lo permite, estaré actualizando esta noche desde el más gringo de los lugares posibles para estar esta noche. Y no es el TGI's Friday. Ni, para estos efectos, el Ruby Tuesday.
(La composición fotográfica es de AP y se la copié al Huffington Post, por si acaso. Gracias a todos. Thank you)

domingo, 3 de febrero de 2008

Hot Hot California

Aunque está claro que este martes, por muy SuperMartes que sea, la carrera para la nominación presidencial Demócrata no quedará resuelta. Pero de los 22 estados que votan, hay uno que puede desequilibrar la balanza en caso de darse un resultado favorable al que se supone que debe perder: Barack Obama en California. Atendiendo a su pobre resultado con la comunidad hispana -que se constató en Nevada- y al largo, establecido y reforzado liderazgo de Hillary Clinton en ese estado de la costa Oeste, se daba por hecho que la mayoría de los 370 delegados que se eligen ese día (más que en cualquier otro estado) irían a su cuenta (En total, California entrega 441 delegados, pero 71 de ellos no estarán comprometidos con un candidato en particular). Hasta hace sólo un par de semanas, la senadora Clinton tenía una ventaja de cerca de veinte puntos en las encuestas. Hoy, el promedio de las encuestas de Real Clear Politics le da una ventaja de UN PUNTO porcentual. (En la imagen de arriba, la línea verde es la de Obama) Ya perder por poco era un triunfo para Obama. Pero como están las cifras hoy, ya han adelantado que quieren ir por el triunfo-triunfo.
En un SuperMartes al que Obama llega con menos probabilidades de triunfo que Hillary Clinton, ganar California podría ser histórico, y ambas campañas lo saben. La campaña de Clinton cuenta con que ese estado sea un cortafuegos contra la bola de nieve de Obama. Pero hoy deben estar un tanto nerviososos, por decir lo menos. El mismo James Carville, estratega de Bill Clinton y hoy partidario de Hillary, lo dijo esta mañana en la mesa de Meet the Press: perder California sería "un desastre".
Ya se puede anticipar que la repartición de delegados este martes será pareja, gane quien gane, pero simbólicamente para Obama sería un triunfo, sobre todo considerando su estrategia: él tiene claro que lo más probable es que no sea quien gane más delegados el SuperMartes, pero aspira a ganar una buena cantidad que le permita seguir en carrera y alargar el proceso. ¿De qué le sirve alargar? Bueno, de partida tiene dinero, mucho dinero, para gastar en lo que queda de campaña (por si quedan dudas, miren este video de 30 segundos que se transmitió en el SuperBowl, el evento cuya publicidad es la más cara de la televisión de Estados Unidos, esta noche en casi todos los estados que votan el martes).
De manera que si bien Obama está corriendo contra el reloj para este martes, luego el tiempo será una ventaja, como lo destacan en The Stump, el blog de The New Republic, Michael Crowley y Noam Scheiber.
Conscientes de su importancia, campaña de Obama ha estado atacando agresivamente en California. El mismísimo senador Ted Kennedy se trasladó para hablarles a los hispanos -con los que sí tiene arrastre- y hoy la guinda de la torta californiana la puso una invitada sorpresa. En un evento en que estaban Michelle Obama y Oprah Winfrey, apareció para dar su apoyo nada menos que Maria Shriver, quien es no sólo sobrina de John F. Kennedy -y una conocida periodista de NBC-, sino además la "primera dama" del estado: es la esposa del gobernador Arnold Scharzenegger (quien la semana pasada apoyó a John McCain). "Si Barack Obama fuera un estado, sería California", dijo Shriver . "Diverso, abierto, inteligente, innovador, anti tradicional, inspirador, soñador, líder". (Acá el video de Shriver hablando)
El "governator" -un Republicano bastante liberal y popular- podrá estar alineado con su partido, pero parte de su popularidad puede indirectamente rebotar en la campaña de la vereda de al frente.

jueves, 31 de enero de 2008

Clinton - Obama: la pelea que no fue




Fue un debate cordial en el Kodak Theatre en Los Angeles, en el que ambos candidatos parecen haber aprendido la lección sobre lo perjudicial de una campaña negativa (para cada uno y potencialmente para la opción Demócrata en noviembre). Ninguno se arriesgó a quedar como el o la responsable de la campaña sucia o agresiva.
Ambos, además, parecían sentir el peso de la historia. Que el más probable próximo presidente de Estados Unidos sea un afroamericano o una mujer es Historia, con mayúscula.  Hillary Clinton lo resumió muy bien: "Anoche debatieron los Republicanos y eran más de lo mismo", dijo. "Nosotros, es cosa de mirarnos, no somos más de lo mismo". 
Barack Obama tenía -y tiene- más presión: está detrás de Hillary Clinton en las encuestas en los estados importantes de este SuperMartes. Y quizás debió haber sido más agresivo. Esa era, sin embargo, una estrategia muy complicada, dado que al mismo tiempo él levanta la bandera de ser el "unificador" y el hombre que cambie la manera de hacer política en Washington. 
Hillary Clinton, por su parte, debía -y pudo- mostrarse como una persona simpática y conciliadora: su principal problema son los anticuerpos que genera. Y muchos de esos anti-Clinton son hoy los huérfanos de John Edwards que los dos candidatos en carrera deben disputarse.  
Las principales diferencias las marcaron en torno a Irak (para beneficio de Barack Obama, que pudo volver a esa vieja canción de "yo me opuse a la guerra desde el principio") y el sistema de salud pública (para beneficio de Hillary Clinton, cuyo plan de salud universal es más fácil de vender).
Ambos hablaron extensamente a los electores de Edwards, a través de los temas que él enfatizó en la campaña: la economía, la pérdida de trabajos y de casas, los planes para reparar la situación. John Edwards nunca fue tan popular entre sus compañeros como lo está siendo ahora que salió del camino. Una de las grandes preguntas pendientes ahora es ¿va Edwards a apoyar a alguno de los dos candidatos? ¿Cuándo? 
La otra GRAN pregunta es: ¿Se va a dignar el señor Al Gore a apoyar a alguno de los candidatos en carrera?

Arriba del ring


"Como
Kennedy versus Nixon", "Como Ali versus Frazier", "Soy un hombre viejo, pero estoy muy entusiasmado con este debate" (ese fue Jack Cafferty). Es el tipo de frases que se escuchan en CNN cuando queda más de una hora del debate Demócrata en California, que ya no se llama así. Ahora el debate Clinton - Obama. O como se lee en pantalla, "Clinton, Obama y la Historia". 
Los panelistas están sentados con la multitud como fondo, con muchas pancartas y gritos como ruido ambiente, preguntándose las mismas cosas que se preguntan los comentaristas deportivos calentando el ambiente antes de un partido o una pelea: quién va a atacar primero, quién va a esperar al rival, quién resiste más. 
 

Obama el transversal


En el festival de apoyos presidenciales, en el lado
Demócrata ha sido Hillary Clinton la que se ha llevado los peces más gordos -el más notorio de ellos, el del New York Times-, pero Barack Obama puede ufanarse de ser el más transversal. Ayer, el tabloide sensacionalista (es una frase hecha, pero es verdad) New York Post declaró su apoyo a Barack Obama, diciendo que él representaba un "nuevo inicio" en la política. El Post, que siempre ha sido sensacionalista pero que además se puso ultraderechista en manos de News Corp., la compañía del megamagnate Rupert Murdoch, demostró que podía ser una verdadera moledora de carne con los "liberales" y un verdadero panfleto al servicio de la administración Bush en la época de la invasión a Irak. Su apoyo a Obama se explica mejor -en mi humilde opinión- por el odio a cualquier cosa que huela a Clinton. 
En el otro extremo del espectro ideológico de la prensa, la revista ultraliberal The Nation -cuya altura intelectual no tiene nada que ver con el Post, en todo caso-, apoyó a Obama en su portada, con el título "The Choice: Why Obama's the best candidate to build a progressive majority" ("La elección: Por qué Obama es el mejor candidato para construir una mayoría progresista"). La pieza central es un ensayo a cargo de Christopher Hayes, quien se manifiesta estupefacto al constatar que los liberales están divididos entre Hillary Clinton y Obama, cuando la elección correcta le parece tan obvia. "Él es uno de los nuestros", escribe Hayes después de destacar el trabajo de organizador social de Barack Obama.  
Como para dejar claro de qué lado está Obama (cuya campaña hoy anunció, antes de que se cumpliera el plazo para informar, que había recaudado la impresionante suma de 32 millones de dólares durante enero), la revista National Journal publicó un estudio que determina que  Obama fue el senador más liberal durante 2007, luego de examinar sus posturas y su registro en el senado. Una distinción que podría resultarle útil en su persecución de la preferencia de los votantes huérfanos de John Edwards
En unas horas más se llevará a cabo el debate presidencial Demócrata en California, un estado clave donde Hillary Clinton está arriba en las encuestas y a donde hoy fue el mismísimo Ted Kennedy para hacer campaña por Obama. El debate será de a dos: una mujer y un afroamericano definiendo quién será el nominado y quizás el próximo presidente o presidenta de Estados Unidos. No me vengan a decir que esta elección no es histórica

Schwarzenegger: Apoyator



Ayer fue Rudy, hoy es Arnold. El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, apoyará dentro de las próximas horas al senador John McCain en su carrera por ser el nominado Republicano para las elecciones presidenciales de noviembre. Esta tarde, tras dar un paseo por una compañía generadora de energía solar en Los Angeles, los dos aparecerán juntos en una conferencia de prensa donde se hará el anuncio como corresponde. Como apunta Jonathan Martin en The Politico, el apoyo de Schwarzenegger, sumado al apoyo de Rudolph Giuliani anunciado ayer, cuando el ex alcalde se bajó oficialmente de la carrera, permite a McCain aumentar sus posibilidades de triunfo en dos importantes estados que votan en el SuperMartes: California y Nueva York. 
Ahora, si asumimos esa verdad que dijo la mamá (sí, la mamá) de McCain hace algunos días ("algunos Republicanos van a tener que taparse la nariz para votar por él", dijo la señora), este apoyo puede alterar y movilizar aún más a los conservadores que nunca han pasado a McCain. Romney está a la caza de esos conservadores enojados que ven a Giuliani y Schwarzenegger como pequeños demonios liberales infiltrados en la tienda Republicana.
Pero McCain -aunque necesita conquistar el voto más conservador- tiene más que ganar que perder en este juego de los apoyos. Además, si Mike Huckabee tiene a Chuck Norris ¿Por qué él no puede tener a Terminator?

jueves, 20 de diciembre de 2007

El empate Republicano y el resfrío de Rudy


Rudy Giuliani anoche se internó en un hospital de St. Louis después de que, tras un día de campaña en Missouri, se empezó a sentir mal. 
Lo que vio en el Wall Street Journal de hoy debe haberlo hecho sentir peor. 
Si la ventaja de Rudolph Giuliani en las encuestas nacionales ya era estrecha, ahora sencillamente no existe. Eso según la encuesta realizada en conjunto por el Wall Street Journal y la cadena NBC, que el diario da a conocer hoy. La primera gran conclusión es que la carrera entre los republicanos está abierta: no sólo hay varios candidatos con posibilidades (Giuliani, Romney, Huckabee e incluso McCain y Thompson), sino que además los votantes de las primarias han probado ser particularmente veleidosos.
Quizás lo más interesante de esta encuesta es el cambio en los temas-eje de la campaña. Irak y la seguridad nacional -tema fuerte de John McCain y de Rudolph Giuliani- han dejado de ser prioritarios, reemplazados por la preocupación por la situación económica y sus efectos concretos en la gente (sistema de salud, seguridad social, crisis inmobiliaria, etc).
El cambio de eje tiene efectos en ambas carreras. Por el lado republicano explica la consolidación de Mitt Romney, el ex gobernador de Massachusetts. Romney es mormón -tema que le ayuda por eso de "hombre de fe", pero le complica por eso de "mormón"- y es millonario. Eso le ha permitido gastarse una millonada en su campaña, por lo visto con buenos resultados. Pero también le está permitiendo remarcar su perfil de buen administrador -como gobernador y con su propia billetera- y de buena capacidad ejecutiva. O sea, lo que un buen republicano podría esperar si su principal preocupación es la situación económica local. De hecho, mientras sus contendores pasan haciendo avisitos de Navidad, Romney ha lanzado avisos que destacan su perfil ejecutivo.
Si la carrera republicana se va a decidir por temas de carácter, valores y capacidad de gestión, va a estar entre Mitt Romney y Mike Huckabee. Y el primero, hasta ahora, se ve mejor proyectado. Pero, como ya dijimos, las cosas cambian rápido en esta campaña.
Para los mateos, aquí está el detalle de la encuesta. 
A todo esto ¿qué hacía Giuliani en Missouri, donde faltan 48 días para las primarias? Bueno, como hace notar hoy el New York Times y como habíamos comentado en posteos anteriores, Rudy ha renunciado a hacer campaña en los primeros estados, donde sabe que va a perder. Como en Florida sabe que va a ganar el 29 de enero (su ventaja es muy amplia), está concentrado en algunos de los 20 estados (sí, veinte) que votan el 5 de febrero. Missouri entre ellos (y también Nueva York, Nueva Jersey y California).  O sea, se está guardando para el segundo tiempo.