viernes, 4 de enero de 2008

Una prueba de cinco días para Hillary


Los Clinton le tienen fe a New Hampshire. O al menos cariño: en 1992, cuando Bill Clinton peleaba por la nominación demócrata, este fue el Estado donde -aunque perdió- comenzó a tejer la leyenda de "the comeback kid". 
Dieciséis años  y con dos "Casas Blancas" en el cuerpo, Bill Clinton habló esta mañana frente a una multitud de fieles y los invitó a demostrar que en New Hampshire eran de verdad "las primeras primarias" (que en realidad lo son), según reporta el blog del NYTimes. Hillary Clinton luego volvió a una antigua línea: decir que está mejor preparada para enfrentar a los Republicanos en una elección general porque ha sido escrutada y atacada durante todos estos años y se ha alzado como vencedora. Además, dijo, ha demostrado que no es tan controversial y conflictiva como han dicho que es, y que en el senado ha trabajado con parlamentarios de todas las posiciones. Difícil línea argumental, dado que, como bien apunta un comentarista en el mismo posteo del blog del NYTimes, su votación del 29% en Iowa significa que el 71% no quiso votar por ella (ni siquiera como segunda opción), por lo que es difícil imaginar que en una elección general pueda conquistar el voto de los independientes y los desilusionados Republicanos. 
Esta mañana Hillary Clinton también echó mano a su otra línea clásica: yo soy la que tiene experiencia. "En los próximos días mostraré el contraste entre lo que yo he hecho por 35 años y lo que han hecho los otros candidatos", comentó esta mañana a la prensa en una cafetería en Manchester, New Hampshire. 
Hillary Clinton necesita apropiarse de algo del discurso de unidad que tan bien le funcionó a Obama en Iowa y que tanto destacó el senador en su alabado mensaje triunfal de anoche. No será fácil: se espera que al mismo tiempo la senadora Clinton pase a la ofensiva y ataque más frontalmente a Obama. Si no lo para en New Hampshire este martes la pista se le va a complicar más, porque la población de South Carolina, que vota el 19 de enero (antes votan en Michigan, el 15) parece hasta ahora más propensa a subirse al carro de Barack Obama.
Durante meses, la senadora ha liderado las encuestas en New Hampshire, aunque con un margen (cerca del 6 %, en promedio) que no da para confiarse, menos ahora que el "momentum" es de su principal rival. 
El domingo hay un debate Demócrata, que se espera sea una estación clave en esta campaña de cinco días y muchos nervios. Hay muchas expectativas por ver cómo afronta Hillary Clinton el panorama: aparecer como demasiado agresiva puede ser contraproducente, atacar y/o cambiar su mensaje puede hacerla ver desesperada, pero al mismo tiempo se está jugando, ahora sí, mucho más que un solo Estado. De la campaña de Obama, en todo caso, esperan los ataques con armadura puesta. 
La senadora Clinton ha repetido que está lista para afrontar grandes desafíos "desde el día uno" como presidenta. Ahora va a tener que demostrar si puede hacerlo, primero, como candidata. 

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