Convención Nacional Republicana, The Definitive Collection

Ya sé, ya sé, no se notó tanto entusiasmo en este blog por la fiesta Republicana. Pero básicamente ha sido un asunto práctico el que me ha tenido sin postear estos días. 

Resumen, John McCain dio un discurso impecable, emotivo y demostró por qué es el único candidato Republicano que podría ganar en un momento como este. Y efectivamente podría ganar. El tema de la convención no fue: hemos estado en el poder ocho años, si nos quedamos vamos a terminar lo que empezamos. Fue: ¿poder? ¿qué poder? Es tiempo de que un rebelde, un rupturista de la política que fue a Vietnam, fue derribado, apresado, torturado, renunció a ser liberado antes de tiempo para que no lo usaran como propaganda, fue torturado, fue torturado, fue torturado y a los 5 años y medio resucitó y ahora está entre nosotros... (Dios, ya me lo sé de memoria) sea elevado a la categoría que se merece. 

Un récord de 39.5 millones de personas lo vieron en televisión. 500 mil personas más de las que vieron a Obama. 

Resumen, Sarah Palin se lució y se consagró como la estrella de la patrulla juvenil Republicana. Su discurso fue efectivo, entretenido, agresivo, gracioso y ella demostró que tiene suficiente tanto carisma. Si hubiera sido así de convincente para hablar con su hija Bristol sobre la prevención del embarazo, no tendría ahora la maravillosa de un nieto en camino entre manos. Y tiene a los conservadores entusiasmados. Desde que Dios creó al hombre a imagen y semejanza suya (rubio, blanco, de piel rosácea, estadounidense -o "americano", como se dicen- reacio a cualquier influencia extranjera, aficionado a las armas y a sermones que enfatizan el peligro que representa el resto del mundo) que no estaban tan excitados. Oh, perdón, entusiasmados. 

Resumen, en la Convención Nacional Republicana, el partido de un presidente que va a cumplir dos períodos en el poder, no sólo hablaron de "cambio", de "Washington no funciona" y de "recuperar los valores" como si todo este tiempo hubieran estado en la oposición; además, no mencionaron al Presidente Bush ni de pasada. 

Vamos a los videos, señor director. 

John McCain, el hombre del cambio, con alegría y juventud. 

Sarah Palin, la señora que ataca riéndose.