(No pude evitar copiarle el juego de palabras a Noam Scheiber, del blog The Stump, de The New Republic).
En su debut en el acto masivo en Springfield, Illinois, Joe Biden dejó claro cuál será una de sus funciones en la campaña: ir contra John McCain. "Si la mesa de la cocina de ustedes es como la mía, se sientan ahí por las noches después de acostar a los niños, conversan de cómo están, de lo que necesitan, de lo preocupados que están por poder pagar las cuentas. Bueno, damas y caballeros, eso es algo por lo que John McCain no va a preocuparse; tiene que decidir en cuál de sus siete mesas de cocinas sentarse", dijo en referencia al reciente episodio de McCain y su número de casas.
Luego dijo que si bien era amigo de McCain, ya no lo reconocía. Destacó que McCain ha apoyado a Bush "en un 95 por ciento del tiempo", dijo usando una cita del mismo McCain. Luego siguió hablando de McCain-Bush ("McBush", si prefieren, aunque no lo dijo Biden) y su complicidad en "privatizar la seguridad social" y en la guerra de Irak.
Después pasó a halagar a Barack Obama, por supuesto, diciendo que era el hombre correcto para esta elección. "Estos tiempos requieren más que un buen soldado; requieren de un líder sabio", dijo el veterano senador de 65 años.
A propósito de juego de palabras, por trivial que parezca, una lectora de The Stump comentó que había leído en alguna parte otra observación. Obama-
Biden se "lee" muy parecido a "Osama Bin Laden". Uh.
Apostaría que los cerebros Republicanos ya están trabajando con esa idea.
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