Según Ralph Nader, el candidato independiente más-a-la-izquierda que irá de nuevo estas elecciones (y a quienes muchos no le perdonan haberle restado votos a Al Gore en 2000; o sea, el responsable de que hoy tengamos a Bush en la Casa Blanca, para muchos), Obama va a elegir a Hillary. El análisis de Nader no es descabellado: si el 25 por ciento de los votantes de Hillary no se han sumado a la campaña, elegir a Hillary le permitiría presentar a un partido fuerte y unido en la Convención Nacional Demócrata de un par de semanas más, en Denver.
Tiene sentido, salvo por el detalle de que Obama se dedicó todas las primarias a presentar a Hillary como "más de lo mismo" versus el "cambio" representado por él. Según Nader, Obama hará lo que John F. Kennedy hizo con Lyndon Johnson: elegir a su enemigo de las primarias -con quien no compartía ninguna sintonía- para asegurar votos valiosos.
Quién sabe.
Otros en la recta final: Evan Bayh, senador joven de Indiana, Joseph Biden, senador viejo (equilibra eso de la inexperiencia) del estado de Delaware (alguien con buena reputación en temas internacionales), Tom Kaine, senador de Virginia, otro estado que espera "dar vuelta", o Kathleen Sebelius, gobernadora de Kansas que le permitiría conectar con el voto femenino sin tener que acudir a Hillary.
Quién sabe. Obama parece que ya sabe. Y parece que lo anuncia mañana. Sintonicen este blog.
PD: ¿Se atreve John McCain a postular como vicepresidente a Joe Lieberman, el candidato a vicepresidente de Al Gore en 2000? ¿Se atreve Lieberman a semejante descaro?
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