Hay algo que reconocerle a George W. Bush: designó en cargos de alta responsabilidad y visibilidad pública a dos afroamericanos que, a fin de cuentas, mostraron capacidad y en cierto sentido eliminaron el factor racial de los análisis sobre su desempeño, un logro en una sociedad todavía marcada por el racismo. Claro, aparte del color (de piel y político) Condoleezza Rice y Colin Powell no tienen mucho más en común, y dónde están ahora marca también caminos muy distintos.
A pesar de que hace un tiempo ella misma desestimó la posibilidad, Condoleezza Rice ha vuelto a mencionarse como una posible nominada de John McCain a la vicepresidencia. Y según comentó un estratega Republicano a la prensa, Rice misma ha estado activamente haciéndose campaña, cortejando a las elites del partido y paseándose por importantes eventos.
Sus fortalezas son evidentes: es mujer (como Hillary), es negra (como Obama) y es reconocidamente muy inteligente e ilustrada (como Hillary y Obama). La actual Secretaria de Estado y ex Consejera de Seguridad Nacional de la administración Bush parece generar entusiasmo y adhesión, tanto que las encuestas en estados tan Demócratas como Nueva York tienen a la dupla bastante bien ubicada, como nos cuenta en su imperdible blog el muy activo "Vasco en Nashville", Antxon Garrogerrikabeitia.
Sus debilidades también son evidentes: la administración Bush ha sido desastrosa en su "diplomacia" y el nombre de Rice es inseparable de ese ámbito y de la ocupación de Irak. Si le preguntamos a McCain y a los Republicanos que igual van a votar por él, la guerra en Irak es lo correcto y la estrategia de Bush está funcionando. Pero si la idea es ganar más votos no parece tan buena idea la fórmula McCain-Rice. Sobre todo considerando la nula experiencia de Rice en temas domésticos, que tampoco son un fuerte en el currículum de McCain. Por supuesto, el juego de McCain es hacer que la elección gire en torno al tema de "seguridad nacional", como le dicen en Estados Unidos a los temas de guerra, ocupación y paranoia. Pero el país ahora está más preocupado, y muy preocupado, de la crisis económica. Y ahí es donde las posibilidades de Condoleezza Rice se ven más escasas: McCain necesita a alguien que tenga fama de buen administrador y que sepa sumar y restar (¿alguien dijo Mitt Romney?).
Claro, como bien dijo Bill Maher en su show de HBO "Real Time with Bill Maher" (lejos los monólogos políticos más chistosos del momento), McCain es tan viejo que necesita un vicepresidente que sepa técnicas de resucitación de emergencia y que esté listo "desde el día dos". Ja.
Por su parte, el ex secretario de Estado Colin Powell, a pesar de haber puesto la cara para mentirle al mundo en las mismísimas Naciones Unidas para justificar la invasión a Irak en 2003, está cada vez más desmarcado del partido Republicano. Tanto, que desde hace algún tiempo ya se viene especulando con un posible apoyo público a Barack Obama (algo que a Obama le podría servir muchísimo en la elección general, con vistas a conquistar a los independientes de centro y a los "republicanos desafectados", pero que en las primarias Demócratas podría causarle más daño que beneficios).
Hoy, Colin Powell (quien no ha apoyado a ningún candidato aún) estuvo cerca de apoyar a Obama, pero sólo se quedó en elogios. En una entrevista con Diane Sawyer, de ABC News, el primer secretario de Estado afroamericano de la historia de Estados Unidos dijo que admiraba la manera en que Obama resolvió la polémica por los dichos de su pastor, Jeremiah Wright, que en materias de asuntos internacionales se notaba que era un hombre que podía aprender rápido y que sabía rodearse de equipos suficientemente sólidos para contrarrestar su falta de experiencia.
La entrevista acá:
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