Sarah Palin ha vivido en carne propia la experiencia de ser una minoría. En Alaska. En serio. Se lo dijo a Brad, un negro que le hizo notar que era el único representante de una minoría en su rally en Indiana y le preguntó qué se podía hacer al respecto. Todd es nativo de Alaska, lo vivimos todos los días, le dijo. Lo dijo en serio. Todd, su esposo, dicho sea de paso, es más blanco que las pantrucas.
Ya que estamos en el campo Palin, y ya que -si las encuestas y el sentido común tienen razón- puede ser su despedida de escena al menos por un tiempo, repasemos la broma telefónica que le hizo un dúo de comediantes canadienses hace un par de días. Le hicieron creer que la llamaba el presidente francés, Nicolas Sarzoky, y que le encantaría salir a cazar con ella. Y se la compró entera. Hasta que le dijeron que era broma.
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